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Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 6. El papel de los humanos en los universos espiritual y material

Mis queridos amigos, ustedes han tenido muchas discusiones acerca de lo difícil que es someter su propio libre albedrío a la voluntad de Dios. Por lo tanto, examinemos cuál es la razón real de esto. Cuando reflexionen sobre esta cuestión, tendrán que reconocer que debe de haber aquí una falta de confianza, una falta de confianza en Dios, aun si no han formulado pensamientos claros al respecto. Emocionalmente, éste debe de ser el caso, ya que si su confianza en Dios fuera como debería ser, entonces ninguno de ustedes tendría dificultad para poner su voluntad por encima de la de ustedes. Sin embargo, emocionalmente, reaccionan como si creyeran que saben más que Dios lo que es bueno o ventajoso para ustedes... cuando en realidad esto no es así en absoluto.

El tipo de amor que ustedes sienten por sí mismos es un amor enfermizo y miope, mientras que el amor de Dios por ustedes es un amor limpio, fuerte, sano, y por lo tanto un amor más benevolente que ve mucho más allá, que tiene el propósito de darles lo mejor. Desde luego, lo que Dios les manda es muchas veces un tanto desagradable; no porque Él lo desee así, sino porque eso está en concordancia con la ley de causa y efecto que ustedes mismos pusieron en movimiento por sus acciones o actitudes pasadas. Sus dificultades disminuirán sustancialmente cuando sepan cómo aceptarlas y someterse, también a este respecto, a las leyes de Dios. Combatir y superar lo que los agobia los hará más fuertes, más libres y más felices; con cada paso que den comprenderán mejor el significado de todo. Sólo cuando superen los obstáculos creados por ustedes mismos podrán cosechar, ya aquí en la Tierra, la felicidad que Dios quiere que tengan. Sólo la victoria sobre las dificultades de su propia creación, aunque aún no conozcan su origen, les da la libertad necesaria para recibir esta felicidad, los vuelve capaces de soportarla y de conservarla.

[...]

Lo he dicho antes, pero quiero repetirlo: Todos los seres humanos, no sólo un médium, puede y debe tener un contacto personal con el mundo de Dios. ¡Todo el mundo puede tenerlo! Pero deben satisfacerse las condiciones. Cuando los espíritus de Dios les hablan a ustedes a través de un médium, jamás desean convertirlos en títeres que dependan de ellos. Sí, existen espíritus no alineados —y ni siquiera hablo de los oscuros— que con mucho gusto les darían instrucciones de qué hacer o no hacer; esto les daría poder y halagaría su vanidad. Pero un espíritu evolucionado de Dios no necesita ni quiere poder, no necesita ni quiere halagos. Un espíritu evolucionado desea lo que Dios desea, y Dios desea hacer de ustedes seres humanos libres e independientes. La verdadera liberación sólo puede existir en Dios y a través de Él. Ustedes deben tener su propia experiencia personal de comprender cuál es la voluntad de Dios en cualquier caso en particular. Y nosotros les ayudaremos con eso, les enseñaremos cómo establecer su contacto personal. Existen reglas definidas para esto, pero primero deben superar sus obstáculos individuales. Yo ayudaré a todos aquellos que estén dispuestos a establecer este contacto y les explicaré los principios que lo gobiernan y lo facilitan. Pero el deseo de tenerlo debe venir de ustedes; nosotros no violaremos su libre albedrío, Dios tampoco hace eso jamás. Les preguntaré después de la sesión si desean o no dicho contacto. Es posible que no siempre ni exclusivamente hable de este tema; lo ligaré con los tópicos de mis conferencias; éstas siempre contendrán material que se refiera a él. Podría darles un curso, si lo desean. Pero díganme honestamente si no lo desean. No todo será enteramente nuevo para ustedes, pero este “curso” resumirá las condiciones del contacto personal con el mundo espiritual paso a paso, de acuerdo con su progreso. Podrán obtener un gran tesoro por medio de esto, queridos míos. Pero no es fácil, como tampoco lo es nada que sea verdaderamente valioso y les dé felicidad. Y la decisión deben tomarla ustedes; nadie la tomará por ustedes.

Aquí me gustaría agregar que los que no aplican lo que aprenden no tienen derecho de negar la realidad de la verdad espiritual, ni siquiera a sí mismos. Todo lo que les enseña un espíritu de Dios, aquí o en otra parte, pueden experimentarlo personalmente con una intensidad que no deja lugar para la duda, que eclipsa cualquier prueba externa y material. Y ustedes pueden experimentar eso. Por lo tanto, quienes no reúnen las condiciones necesarias para experimentar todo lo que aprenden aquí y, por ende, confirmarlo, no tienen derecho de cuestionar su validez.

Y ahora, hagan sus preguntas, mis queridos amigos.

PREGUNTA: Me gustaría preguntarle cuál es la diferencia entre los conceptos hindú y occidental acerca de la continuidad de la vida después de la muerte. ¿Quién tiene la razón? ¿Es cierto que no hay nada después de la muerte, como dicen los hindúes, que después de repetidas encarnaciones el alma finalmente regresa a la nada, que la personalidad individual no sobrevive? O ¿siguen existiendo en alguna forma la personalidad y la conciencia individual?

RESPUESTA: Primero quiero decir otra vez que no hay un concepto religioso que no contenga un grano de verdad. Y siempre que hagas esta pregunta, cuestiona eso también, y te ayudaré a ver dónde puedes encontrar este grano de verdad, ya sea que se relacione con la Biblia o con cualquier otra enseñanza religiosa. Así pues, para volver a tu pregunta, quiero explicarte primero cómo son las cosas en realidad. Esto arrojará luz sobre las contradicciones.

Cuanto más evolucionado está un individuo, más desaparecen las limitaciones del ego. Es el ego el que erige el muro de ceguera y separación en torno del alma. Cuanto más elevado es el desarrollo, más visible se vuelve el lazo de amor que une a un alma con la otra; pero este lazo se ata en libertad, en el sentido de que estamos ligados uno al otro por el amor. Todos los que están conectados por este lazo de amor sentirán el dolor del otro con la misma intensidad que el propio; el gozo del otro será como su propio gozo. La experiencia será la misma para ustedes y para el otro. El ego, que se coloca en su propio lugar separado, se alza por encima del otro al querer algo mejor para sí mismo que para el otro. El ego desaparecerá con cada paso que el ser —humano o espíritu— dé en el camino ascendente. Cuando se alcanzan los escalones más altos, el sentimiento de hermandad, de amor, de comunión con el Tú, con todos los Tú, es tan completo que cada alma vibra en una unidad siempre en aumento con todas las demás almas, formando un vínculo verdadero y libre con todos sus hermanos y hermanas y con el Padre Celestial. Es muy difícil explicarles esto con palabras, porque les falta la experiencia interna de un estado como éste y, por lo tanto, no tienen una palabra para definirlo. Por lo tanto, les pido que traten de “sentir el significado entre líneas”, para que de alguna manera imaginen lo que trato de transmitirles.

El nivel más alto es lo que llamamos “la Casa de Dios”. No se imaginen esto como una casa, sino como una vasta esfera. Un ser que entra en la Casa de Dios, que ya no tiene que encarnar en un cuerpo humano, se ha fundido tan completamente con el Tú que, como dije antes, siente y experimenta todo igualmente en su ser y en el otro, precisamente porque el ego ha sido superado. Por cierto, no todo el mundo que ya no necesita encarnar en la Tierra entra de inmediato en la casa de Dios; con frecuencia el desarrollo continúa primero en otras esferas. Ahora bien, los seres humanos, al confundir los principios básicos, suelen cometer el error de creer que el ego es idéntico al sentido de individualidad que tiene la personalidad. Pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. Por el contrario, como traté de explicar en algunas de mis conferencias, la conciencia del “Yo” se expande e intensifica con cada nivel más alto que alcanza, precisamente porque la separación del ego ha sido superada. Como esta separatividad no es sino ceguera y falta de comprensión, necesariamente disminuye y reduce la conciencia, y por ende el sentido de individualidad de la personalidad. Un día el ego debe superarse, y la fusión, alcanzarse. Entonces no sólo no se debe renunciar a la individualidad, sino que ésta florecerá en libertad, luz, comprensión y amor siempre en aumento.

Así que pueden ver el grano de verdad en el hindú, así como en el concepto judeo-cristiano, aunque parezcan contradecirse entre sí. El concepto hindú se refiere a la disolución del ego, mientras que el concepto judeo-cristiano se ocupa sólo de la individualidad del alma, que verdadera y eternamente existe en una forma exaltada. Ambos son ciertos. La razón de que el concepto del Nirvana se haya extendido en India es la siguiente:

En India siempre ha existido un número de personas que, por medio de ciertos ejercicios de meditación —similares a los que posteriormente les enseñaré—, y también por su elevado desarrollo espiritual, han alcanzado la capacidad de liberar su espíritu del cuerpo sin perder la conciencia. Por lo tanto, han tenido ciertas experiencias espirituales. Como trascender el ego, al menos hasta cierto grado, es un requerimiento básico para una tener una experiencia espiritual y para sentir la enorme dicha que la acompaña, es comprensible que las personas que no han tenido estas experiencias distorsionen los relatos hechos por aquellos que las han tenido. Cualquier sentimiento es difícil de expresar en palabras. Cuanto más alta, más bella y más dichosa es una experiencia, menos fácil resulta vestirla con palabras para quienes no han podido tener la misma experiencia, y esto es especialmente cierto tratándose de una experiencia espiritual. Por lo tanto, cualquier experiencia espiritual transmitida por una persona a otra tiende más aún a ser malentendida que los relatos de sucesos objetivos. Y esto es lo que sucedió aquí. Así pues, no es cierto en absoluto que la individualidad se disuelve y aniquila. Si así fuera, la experiencia personal no habría siquiera podido registrarse y traerse a la conciencia, ni se habría hecho jamás el intento de transmitirla, por insuficiente que hubiera sido el esfuerzo. Con todo esto, es fácil entender cómo llegó a existir el concepto de que la individualidad deja de existir. Sin embargo, es un error craso. De hecho, es una imposibilidad, amigos míos. Nada que Dios creó en belleza y pureza se disuelve nunca, especialmente el espíritu. Y la individualidad, en su forma pura, es decir, sin el ego, es puramente del espíritu.

Si cuando contemplan una flor hermosa o un animalito adorable creen que existen sólo temporalmente porque el cuerpo o la cáscara externa se descompondrán, o tal vez porque la especie se está extinguiendo, están equivocados. No, queridos míos, lo que es bello y noble, lo que es espiritual —y lo que es bello y noble siempre es espiritual—, jamás se disolverá, permanecerá para siempre, tal vez en una forma un tanto diferente, pero completo en su esencia, es decir, en su individualidad. Lo que es del espíritu está vivo. Cuando ven un cadáver suelen decir: “La vida se le fue” o “La vida se le salió”. Cuando dicen eso, saben que se refieren al espíritu vivo. Por lo tanto, lo que es bueno y noble en el carácter de un ser humano o de cualquier criatura nunca se disuelve, existe para siempre y en su individualidad. ¿Entienden esto?

PREGUNTA: Sí. Y, desde luego, para nosotros es muy importante establecer, o por lo menos tener un indicio, de que los lazos que tenemos con nuestros seres queridos seguirán existiendo.

RESPUESTA: Eso es exactamente lo que digo. Naturalmente. Si no existiera la personalidad individual, tampoco podría haber contacto con otros, amoroso o de otro tipo. Y no es sólo que el lazo de amor seguirá existiendo entre ustedes y los que estuvieron cerca de ustedes, sino que un día, tal vez dentro de mucho tiempo de acuerdo con su percepción, este lazo se expandirá e incluirá a otros seres que hoy les son indiferentes o les reultan incluso desagradables. Esta conexión amorosa, en una expansión siempre creciente, incluirá a más y más hermanos y hermanas. Así, lo que ustedes logran por medio de su desarrollo espiritual —amor, comprensión y otras cosas— nunca puede perderse.

Por cierto, el concepto erróneo de la disolución completa de la personalidad jamás fue formulada ni propagada por los místicos hindúes que han tenido las experiencias espirituales a las que se refieren como el Nirvana. Les puedo asegurar que si hablaran con una de estas personas, hindú o no, les confirmaría que se trata de un malentendido y que la verdad es exactamente lo que traté de describirles. Les confirmaría que, por el contrario, la individualidad, la capacidad de tener experiencias personales, sólo crecerá y de ninguna manera decrecerá, y que sólo el ego se disuelve. ¡Y ésta es una diferencia esencial! Sería bueno que reflexionaran y meditaran acerca de esta diferencia, pues ustedes creen que toda su personalidad gira en torno del ego.

Yo lo explicaría así: El ego es parte del Ser Inferior, y la personalidad individual es la suma total de todo lo que es el ser en su momentáneo estado de desarrollo, incluidos el Ser Inferior y el Ser Superior. Lo que es pasajero es sólo el Ser Inferior, que los agobia y los ata a la Tierra con su ego y que limita su capacidad individual para experimentar lo divino en todos los aspectos, sea una experiencia espiritual personal, el amor hacia su prójimo o la compasión, o cualquier otra cosa. Imaginen, pues, que tienen dos “seres” que luchan el uno contra el otro. Siempre les digo esto. Una vez que estén lo suficientemente avanzados para sentir la diferencia y sepan como distinguir uno de otro dentro de su alma, no sólo entenderán mejor mis explicaciones, sino que también estarán mucho más cerca de la experiencia espiritual. Cuando uno se aferra tanto al ego, no es sólo porque sea muy difícil superar cualquier aspecto del Ser Inferior, sino también porque uno tiene el concepto erróneo de que, junto con el ego, también tendría que renunciar a la personalidad individual.

PREGUNTA: Un amigo nuestro, seguidor de las enseñanzas de Rudolph Steiner, dijo que no hay sólo dos “reinos”, el cielo y la Tierra, sino tres. Según este concepto, la Tierra está gobernada por un ser que no es Lucifer ni el diablo, sino Arimán, quien es el regidor de la materia y que supuestamente es más peligroso que Lucifer. ¿Es cierto esto?

RESPUESTA: Aquí también hay un grano de verdad. Ustedes saben que no sólo Lucifer “cayó”, sino que arrastró en su caída a muchos otros seres. No todos ellos llevan la misma carga. Dios tuvo siete hijos, esos primeros seres creados que estaban más cerca de Él. Dos de ellos “cayeron”, junto con otros entre quienes estaban también algunos que habían sido cercanos a Dios, pero de los cuales no quiero hablar aquí. Que esto baste por ahora. Bueno, pues uno de estos otros hijos que se fueron con Lucifer es el que reina sobre la materia, así que en cierto sentido se puede decir que reina sobre la Tierra. Este espíritu también lleva una carga pesada; sin embargo, Lucifer, quien inició la “caída”, es el que lleva la carga más pesada. Cuando algunas enseñanzas dicen que hay tres reinos, no son muy precisas, porque desde este punto de vista hay más de tres: Lucifer, quien tiene el poder más grande sobre los dominios que están separados de Dios, ha dado ciertos distritos —si se me permite llamarlos así— a otros espíritus caídos, donde gobiernan más o menos independientemente. Sólo en casos específicos tienen que volverse a Lucifer. Esto es una imitación de lo que existe en el mundo de Dios y de lo que los humanos también han imitado en la Tierra, y de lo que tiene que existir cuando muchos seres viven juntos: cierto orden, una jerarquía. Aquí, en el reino de Dios, las entidades espirituales también tienen un poder independiente de acuerdo con su desarrollo; su área de actividad aumenta y se expande continuamente, y pueden, hasta cierto grado, con el conocimiento preciso de las leyes espirituales, tomar sus propias decisiones y llevarlas a cabo. Sólo cuando un asunto en particular rebasa su grado de conocimiento tienen que volverse al ser que está más arriba de ellos.

Ahora bien, es cierto que al mencionado hermano de Lucifer se le dio el dominio sobre la Tierra y que gobierna la materia. Sin embargo, esto no significa que el mundo de Lucifer no tenga acceso al de ustedes. A final de cuentas, este espíritu también está sujeto a Lucifer, sin importar lo grande que sea su poder, y por ende es parte de la esfera de Lucifer. Si esto no se les explicó específicamente, fue sólo porque no es tan importante para ustedes. Pero ustedes saben que Lucifer tiene sus subordinados y que están dotados de grados variables de poder. Este espíritu específico que gobierna la materia es uno de ellos. Pero, como dije, no es el único; hay otros espíritus luciféricos que tienen tanto o casi tanto poder en otros dominios. Sería imposible explicarlo todo. Además, no es necesario.

Hay, pues, en la Tierra, seres que están directamente bajo el gobierno de Lucifer, es decir, proceden del Infierno, mientras otros están directamente sujetos a ese otro espíritu de la materia. Pero a final de cuentas todos están gobernados por Lucifer. No obstante, quienes dicen que este espíritu de la materia es más peligroso para los humanos que los espíritus luciféricos tiene razón. Los subordinados de Lucifer son los espíritus del mal, el odio, el asesinato, la envidia, la arrogancia orgullosa y otros vicios. Son encarnaciones de todas estas corrientes bajas. Sin embargo, ninguno de estos espíritus tiene acceso a un ser humano a menos que en éste exista una vibración correspondiente. Cuando una persona ha ido más allá de cierto nivel de desarrollo —aunque sea sólo en ciertos aspectos, ya que, como saben, no todos los aspectos de la personalidad se desarrollan simultáneamente— entonces los peores espíritus malignos no tienen acceso a él. Incluso si todavía hay rastros de estos sentimientos negativos en el alma, estas personas sabrán cómo combatirlos y no cederán a sus tentaciones, y ciertamente no los exteriorizarán. Hay, sin embargo, muchas personas que, aun cuando ya no son capaces de actos bajos y malignos y por ello no están disponibles para servir directamente a los espíritus luciféricos, sí son muy susceptibles a los señuelos de los sirvientes del hermano de Lucifer. No tienen necesariamente la intención de dañar a otros, pero se alejan de Dios y de todo lo espiritual y se vuelven por ello ciegos y poco receptivos al espíritu. Así, este hermano de Lucifer ha triunfado directamente y Lucifer indirectamente, pues el objetivo de los poderes de la oscuridad es alejar a todos los seres de Dios.

Como consecuencia de apartarse de Dios y de la vida espiritual, una persona puede volverse de nuevo receptiva a la influencia de los espíritus del Infierno, ya que a través de la fuerte esclavitud hacia las cosas materiales pueden despertarse ciertos sentimientos bajos. Así es como el Espíritu de la Materia sirve a Lucifer de manera indirecta, a través de la materia. Estas no son necesariamente personas malvadas; para ellas Lucifer no necesita a su hermano. Se trata de aquellos cuya visión está perturbada y va a empeorar cuanto más se aferren a la materia. No amplían su visión tomando un camino de búsqueda interior y disciplina, de amor y humildad, a fin de establecer contacto con el mundo de Dios. Viven en un mundo plano, superficial y gris, y nada está realmente vivo para ellos, porque a causa de su esclavitud hacia la materia asfixian el espíritu vivo.

Quisiera decir aquí que muchas personas se creen espirituales porque aman las artes o porque cultivan intereses intelectuales. Esto, sin embargo, no los vuelve realmente espirituales, realmente vivos. Así, sucede que aquellos sobre quienes el hermano de Lucifer ha alcanzado tal dominio que se vuelven cada vez más débiles y apagados, pueden entrar en un estado en el que sin saberlo se entregan a Lucifer, ya que tienen la visión borrosa y no creen en nada salvo la materia; por lo tanto, no pueden ver el peligro y combatirlo. El enemigo que no conocen es siempre más peligroso que aquel de cuya existencia y naturaleza están muy conscientes. ¿Entienden esto?

PREGUNTA: Me gustaría hacer una pregunta sobre la sensibilidad de los animales. Aunque se supone que el hombre es la criatura más desarrollada de la Tierra, en ciertas áreas los animales lo están más; los perros de cacería, por ejemplo, tienen un sentido del que carece totalmente el hombre. O nuestros gatos, que corren a la puerta antes de que realmente puedan escuchar que uno de nosotros se acerca, mientras que no se mueven cuando un desconocido ha llegado a la misma puerta. ¿Cómo puede ser esto?

RESPUESTA: Es así: Lo que ustedes llaman instinto no es sino el sentido que percibe lo que no es material. Este sentido está más desarrollado en los animales porque su intelecto no está todavía tan desarrollado como el del hombre. El intelecto es muy importante para el ser humano, especialmente para su desarrollo ascendente, porque la voluntad ejecutiva es parte de él. No obstante, si el intelecto se convierte en el objetivo último y no en un medio para alcanzar un fin, un medio para alcanzar a Dios, entonces no está encauzado en la dirección correcta, su importancia se exagera, y el resultado es la desarmonía; entonces los instintos sanos se marchitan. Esto es lo que sucede hoy en día. Sería necesario establecer un equilibrio. Cuando esto no sucede, las consecuencias son graves. Lo mismo sucede cuando el intelecto se descuida, como ha sucedido en el pasado y sigue sucediendo con ciertas personas. Si el animal posee sentidos que al hombre frecuentemente le faltan, es porque los necesita, como compensación. Los humanos podrían poseer muchas más de estas facultades si crearan el equilibrio correcto y pusieran su intelecto al servicio de un fin más alto. También esto sucederá un día. Pueden observar que en los llamados pueblos primitivos está mucho más desarrollado el don de la conciencia instintiva. Esto debería responder su pregunta. Empero, la misma pregunta abre otros temas interesantes que me gustaría discutir en relación con esto.

A través de la distorsión del alma, que yo puedo llamar la enfermedad de este tiempo, se ha alcanzado en la Tierra un progreso técnico y científico que no va de la mano con el progreso espiritual. Dios les dio un intelecto para que pudieran tomar decisiones con él: “Voy por aquí o por allá, opto por esto o por aquello”. Se puede tomar una decisión por la vida espiritual y por una actitud espiritual. Pero tiene que surgir de su libre albedrío, y una decisión libre viene del intelecto. Cuando una decisión así se toma de la manera correcta, las facultades de la percepción instintiva y extrasensorial —incluida la mediumnidad— no se paralizarán sino que se desarrollarán junto con el intelecto. Esto depende de la dirección que impriman a sus poderes intelectuales: según su función y su naturaleza apropiadas, como lo requieren la sabiduría y la legitimidad. El propósito es el desarrollo armónico de la totalidad de su organismo espiritual y psíquico, y si el uso del intelecto se desvía de esta dirección, la desarmonía resultante llevará a un sentimiento de infelicidad. Sean conscientes de que el intelecto es un instrumento de gran importancia para el alcance de los más altos niveles espirituales. No lo minimicen. Pero también conozcan la manera en debe usarse, así como su dirección. ¿Es un fin en sí mismo, o es un medio para alcanzar un fin?

En relación con el tema de los instintos, pregúntense lo siguiente: En primer lugar, ¿mantengo un equilibrio armónico dentro de mí entre el instinto y el intelecto? ¿Hago suficiente espacio dentro de mí para la actividad del instinto, o como quieran llamarlo? Este poder interior puede desarrollarse y cultivarse, de la misma manera que el intelecto. ¿Limito y restrinjo los sentimientos instintivos por medio del intelecto, que en sí mismo es, a final de cuentas, un poder limitado? En segundo lugar, ¿uso mi intelecto para el fin con el que me fue dado? Los que usan sus poderes intelectuales en esta estructura total dirigirán su vida en la dirección verdadera. Llevarán a cabo completamente su tarea de vida y disfrutarán de una paz profunda dentro de ellos mismos.

PREGUNTA: Me gustaría hacer una pregunta de interés científico. Un científico amigo mío me dijo que la Humanidad ya había alcanzado una vez un grado muy alto de desarrollo, tal vez más alto que el que tenemos hoy. Quiero decir en el sentido material, no en el espiritual. Dice que la energía atómica ya se conocía definitivamente en ese tiempo, hace cientos de miles de años, cuando el mundo se destruyó en una catástrofe. ¿Es cierto esto?

RESPUESTA: Sí, es cierto. Tienes razón al decir que el nivel de desarrollo espiritual de la Humanidad no correspondía al progreso técnico, y la destrucción del mundo, como dijiste, se debió precisamente a este factor. Cuando hay demasiada discrepancia entre el desarrollo material y el espiritual, entonces ciertos eventos tendrán lugar a fin de evitar un peligro mayor. Estos eventos son consecuencia natural de la situación y Dios permite que ocurran; de lo contrario, el peligro espiritual sería mucho mayor que cualquier catástrofe terrestre. Comparada con la pérdida de la vida espiritual, la pérdida de vida terrestre no significa nada. La causa y el efecto deben actuar de acuerdo con la ley, y los actos de Dios en la historia humana jamás ponen en peligro la vida espiritual del hombre. A veces es imposible evitar la destrucción espiritual excepto mediante la catástrofe material. La historia demuestra esto muchas veces. Sólo cuando el desarrollo espiritual, que es la reconexión con Dios, guarde relación con el progreso material, se moverá la historia en un ciclo viviente y positivo en vez del negativo, que siempre se extingue.

Mis queridos amigos, todos ustedes son bendecidos en Dios. Vayan en paz.

Dictada el 20 de mayo de 1957.