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Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 35. Volviéndose a Dios

Saludos en el nombre del Señor. Bendiciones para todos ustedes, amigos míos.

Hace apenas un año—de acuerdo con la manera en que los humanos miden el tiempo—que este grupo se formó. Y, desde nuestro punto de vista espiritual, ha sido un año productivo. Como todos los pensamientos, los esfuerzos y los sentimientos crean formas espirituales, este grupo, que intenta sinceramente acercarse a Dios, está construyendo un verdadero templo en el mundo espiritual.

Al decir templo, me refiero a una casa para rendir culto al Señor. Ya les había dicho que los cimientos del templo estaban echados, que algunas de las paredes se habían erigido, pero que todavía faltaba el techo, así como varios otros detalles. La construcción del templo ha avanzado gracias a todos ustedes, que contribuyen no sólo a través de las tareas que realizan para este grupo, sino también por medio de todos los esfuerzos que hacen en favor de su propio proceso de purificación. Así que la construcción del templo ha avanzado considerablemente. El techo ya está casi terminado. Y el año venidero promete un desarrollo continuado de este bello templo, al que quizás se le puedan agregar algunos toques finales, todo en honor del Señor y en honor del Salvador, Jesucristo.

Ocasionalmente les hablaré del progreso de su templo. Ahora me gustaría expresar la alegría que todos compartimos por el progreso que algunos de mis amigos han hecho. Creo que puedo prometerles que nos espera una estación fructífera, una temporada que traerá mucha alegría. Ya está construida una parte suficiente de la estructura básica de su templo para que yo pueda hacer una predicción así, aunque no podemos prever un revés individual ocasional. Llegarán a sentir en su corazón y en su alma la realidad del templo que están ayudando a construir, cada uno de ustedes. No nos interesa una gran cantidad de personas que se sienten y escuchen y no se beneficien espiritualmente. La superación de un solo defecto, el reconocimiento pleno de una sola falla, contribuye más a la construcción de su templo y al Plan de Salvación que una gran muchedumbre en estas sesiones. El progreso espiritual de un individuo significa más para nosotros y nos hace más felices que una participación tibia por parte de muchos.

Ahora me gustaría pedirles un favor. Siempre glorifiquen a Dios; jamás me glorifiquen a mí. Yo soy sólo un siervo del Señor, y estoy feliz en mi tarea. Cuando experimenten la iluminación como resultado de la ayuda que se me permite darles, den gracias a Dios, y sólo a Él. Nunca olviden que Dios es el responsable, que sin Su fuerza y Su gracia ninguna de Sus criaturas podría mover un dedo.

Muchas personas buscan a Dios de la manera equivocada. Trataré de explicar lo que quiero decir. En esta esfera terrenal hay una considerable cantidad de decepción. A veces los seres humanos se vuelven a Dios sólo porque el contacto con otros seres humanos resulta ser insatisfactorio. Quizás no les dan suficiente amor; tal vez el miedo y la cautela nublan la expresión de la chispa divina interior. Pueden vivir el contacto con otros seres humanos como algo peligroso que no les trae las bendiciones que buscan. Acaso se sientan lastimados. La persona frustrada suele volverse a Dios. El sentimiento es: “Dios no me decepcionará. Dios tiene suficiente amor. Dios está lejos y es intangible: No arriesgo nada si lo amo. Con los seres humanos sólo experimento decepción y dolor”.

Esta, amigos míos, es la manera incorrecta de buscar a Dios. Es infinitamente mejor que la reacción primitiva de culpar a Dios de las propias decepciones y de las fallas de otros; la reacción más primitiva es dudar o negar la existencia de Dios a causa de las propias decepciones personales. El ser humano que hace esto ni siquiera ha entrado en la escuela de la vida. Volverse a Dios porque esto es menos decepcionante y peligroso representa el primer grado de la escuela primaria.

La manera de buscar a Dios es desde la plenitud de su vida. La plenitud de la vida significa entrar en la vida sin cobardía, abrirse a todo lo que la vida pueda traer: dificultades y alegría, infelicidad y felicidad, periodos de oscuridad, periodos de luz, decepcionarse de otros seres humanos y volver a confiar plenamente una y otra vez, con un corazón comprensivo. Más que nada, no tener nunca miedo de los propios sentimientos ni de la vida tal como es. Eso es entrar en la plenitud de la vida.

Pero si se vuelven a Dios porque es “más seguro” y porque representa un último recurso, o por lo menos un refugio, Él tendrá que enseñarles que el amor no funciona así. Las pruebas que se les enviarán serán muchas.

Quizás no sean conscientes de que reaccionan negativamente a la vida. Examinen sus emociones y sus miedos de otras personas, los peligros y los riesgos de la vida y del amor tal como los conocen, y luego pregúntense si sus esfuerzos por alcanzar a Dios no equivalen a usarlo como sustituto. Éste es el único motivo en su deseo de encontrar a Dios. Los motivos pueden estar mezclados; muchas veces lo están en su estado de desarrollo. El motivo puro será consciente para ustedes; para encontrar el motivo impuro deben explorar su alma.

“Si nos sentimos decepcionados”, podrían preguntar, “¿no debemos entonces volvernos a Dios?” ¡Sí, deben hacerlo! Pero depende de cómo lo hagan. Si oran a Dios en medio de su decepción y le piden: “Padre, ayúdame a descubrir lo que hay en mí que hizo inevitable esta derrota. ¿Qué puedo aprender de ella? Ayúdame a superar mi cobardía. Permíteme hacer frente a la vida con todos sus dolores valerosamente”. Entonces habrán hecho lo correcto. Pero si se retiran de otras personas, si se retiran porque tienen miedo de sus propios sentimientos mientras que, al mismo tiempo, tratan de convencerse de que la razón de semejante acción interior es que pueden encontrar mejor a Dios “renunciando al mundo”, entonces están equivocados de dos maneras: Dios es realmente un sustituto para ustedes; y en segundo lugar, se están mintiendo.

No es fácil encontrar la verdad. Estas son emociones sutiles y ocultas, y sólo el autoexamen más severo y sincero puede mostrarles la verdad acerca de las reacciones de su alma. No se dejen engañar por la parte de ustedes que busca a Dios en la verdad; busquen la parte oculta que no busca así. Nunca olviden, queridos míos, que sus emociones están mezcladas. La parte consciente que es correcta y pura no elimina la posibilidad de una reacción, emoción y motivo equivocados y ocultos. Así que examínense.

La mejor manera de encontrar a Dios siempre es aprendiendo a amar a otras personas. Como saben, éste es un camino largo. Hemos empezado a trabajar y seguimos trabajando en esto. Nada salvo el amor a sus prójimos pueden abrirlos a ustedes a la plenitud de la vida, que es la única base adecuada para encontrar al Señor.

Al ver a la Humanidad, nosotros, que estamos en el mundo espiritual, solemos entristecernos. Vemos a tantos hombres y mujeres atribulados que anhelan ser amados y no saben que lo que realmente anhelan es amar. Sólo que no están conscientes de ello. La materia burda de su alma, la capa que está entre la chispa divina y el cuerpo físico traduce el anhelo de amar en un anhelo de recibir amor. En esta capa existe el ego con toda su vanidad, su orgullo, su miedo y su ambición. Esta capa del ego cree que lo mejor es recibir amor sin correr el riesgo de ser lastimado; cree que mantenerse distante es un estado deseable. En otras palabras, desean hacer trampa: quieren recibir sin dar plenamente. Ponen límites. Calculan. Extienden los brazos sólo para recibir amor. Y luego se amargan porque esto no funciona; no puede funcionar. Aun si ocasionalmente esta estrategia parece dar resultado, no se sienten gratificados por el amor que se les brinda. Piensen en ello. ¿No les ha pasado en su vida que otras personas los amaban lo mejor que podían, pero como ustedes eran incapaces de dar amor o no estaban dispuestos a darlo, el amor de ellos era más una carga que una causa de felicidad? Algo dentro de ustedes sabe que no merecen amor, así que se sienten culpables. Cuanto más amor se les da, más infelices se sienten si no son capaces de vencer su ego, su orgullo, su miedo, y la cobardía que les permite hacer trampa.

Si superan una debilidad y empiezan a dar algo de amor, incluso antes de que sean capaces de dar amor real, su acto generoso de dar les traerá un sentimiento de felicidad y seguridad que nunca les llega cuando reciben egoísta y codiciosamente. Me doy cuenta de que éstas son verdades viejas que han escuchado muchas veces. Tienen que experimentar las mismas verdades una y otra vez para que se conviertan en una realidad viva y no sigan siendo meras palabras.

Amigos míos, una de las prácticas más importantes de este Pathwork es la lucha diaria por recibir iluminación de las palabras que ya conocen. “Oh, eso ya lo sabía”, dicen ustedes. “No es nada nuevo”, y una puerta se cierra automáticamente dentro de ustedes. De esta manera se hacen mucho daño. Deberían saberlo. ¿Sienten y viven lo que creen que saben? Saber en la cabeza es sólo el principio. Ustedes tienen una considerable cantidad de conocimiento en la cabeza que, desde nuestro punto de vista, no es conocimiento. El conocimiento que tienen en el alma, conocimiento que permea todo su ser, que es una parte de ustedes para siempre, es comparativamente pequeño.

Ahora quiero decir algunas palabras sobre las oraciones. Nosotros los observamos cuando oran. Dicen el tipo correcto de oraciones; oran ferviente e incansablemente, incluso pacientemente, por las cosas por las que deben orar. Sin embargo, suele suceder que cuando sus oraciones reciben respuesta, no se percatan de ello. No se dan cuenta de que los eventos que les parecen pruebas desagradables no son más que respuestas a sus oraciones. Tienen que pasar por estas pruebas antes de que les llegue aquello por lo que rezaron. Pero ustedes no lo saben; piensan que la respuesta a su oración debe llegar de cierta manera. No toman en consideración que si algo les falta, o si algún tipo de dificultad existe en su vida, ello se debe a que han violado alguna ley espiritual. Por lo tanto, existe en ustedes un bloqueo que no permite que algo les llegue. Dios responde a su oración volviéndolos conscientes de la dificultad específica que se interpone entre ustedes y lo que desean. No podrían volverse conscientes de ella a menos que la dificultad se manifestara en su ambiente físico. No podrían volverse conscientes del obstáculo autocreado y eliminarlo. Tenemos amigos aquí a quienes ha sucedido esto. Pero no se les ocurrió que la experiencia desagradable fue la respuesta misma a sus oraciones. Sin esta ocurrencia, no habrían podido quitar el obstáculo que habían sembrado entre ellos mismos y la dicha infinita que Dios quiere que todos sus hijos disfruten.

Antes de ocuparme de sus preguntas, quiero hacer un anuncio: Nos encantaría que ustedes y/o su grupo iniciaran una actividad nueva. Siempre que un amigo tenga un problema y necesite consejo, ofrézcanle su ayuda independientemente de que esta persona trabaje conmigo en forma privada o no; debe organizarse una reunión con los amigos del núcleo interior. En esta oportunidad el amigo que necesita ayuda debe presentar su problema lo más honestamente que pueda. Y el grupo debe deliberar acerca de él, dando cada cual una opinión desde el punto de vista de lo que significa espiritual, emocional y psicológicamente. Pregúntense qué pueden aprender del problema con el propósito de la purificación; qué leyes espirituales podrían haberse violado con él; cuál podría ser la mejor manera de resolverlo; y así por el estilo. Al principio de la reunión sería esencial que todos se unieran en una sincera oración para pedir la guía, la inspiración y la iluminación divinas.

Tenemos muchos motivos para desear que se organice adecuadamente este servicio. Nosotros, los espíritus del mundo de Dios, alentamos a los humanos a ser independientes. No nos gusta que nos pregunten al primer indicio de un problema: “¿Qué debo hacer? ¿Qué sería lo correcto?” Los amigos que trabajan conmigo en forma privada habrán notado que desaliento ese tipo de preguntas. Si yo les dijera qué deben hacer y cómo deben hacerlo, esto los debilitaría. Lo que siempre hago, sin embargo, es mostrarles primero cómo entender las causas internas que son responsables del efecto externo. Les muestro cómo proceder para buscar esta comprensión. Para lograr este propósito es esencial que hablen abiertamente de sus problemas. Esto en sí arrojará nueva luz sobre el conflicto en cuestión y les dará las percepciones profundas que necesitan para su crecimiento espiritual.

Preguntar y obedecer es mejor que nada. Pero preguntar cómo encontrar las propias violaciones y cómo cambiar las corrientes internas es un indicio de la espiritualidad verdadera y madura que deseamos para ustedes. Sólo de esta manera pueden eliminar los obstáculos para que su canal independiente se abra a recibir la voluntad de Dios y escuchar Sus respuestas. No tienen que ser médiums para hacer eso. Todos los seres humanos que están en el camino correcto pueden recibir respuestas de Dios. Nuestra tarea es capacitarlos, no hacerlos dependientes para que acudan a nosotros con cada decisión que deban tomar.

Abrir un canal requiere capacitación y práctica. Lo que he sugerido ofrecerá una excelente oportunidad para que todos exploren de la manera correcta las causas y las soluciones de los conflictos internos y externos que surgen en el Pathwork. A todos los fortalecerá. Esta actividad constituye otra manera de “llamar a la puerta” a fin de recibir inspiración divina. Después de que hayan proseguido lo más lejos que puedan entre ustedes, estaré dispuesto a aconsejarlos para mostrarles el camino. Esta actividad unirá más a los amigos del grupo, lo que es muy importante. Se fomentará positivamente la ley de la hermandad. Es muy sano para su alma abrirse a sus hermanos del Pathwork con generosidad y valentía. Los que escuchen, aconsejen y deliberen se fortalecerán no sólo por lo que ellos mismos puedan aprender, sino también por su generosa actitud de ayuda. Así que este trabajo será sólo para bien.

Ninguno de ustedes debe mostrarse tímido. Si su timidez es un obstáculo, ello se debe a que no han superado una buena parte de su vanidad. Si no pueden decidirse a examinar sus problemas con amigos que se esfuerzan seriamente por progresar en este Pathwork de purificación y que con toda honestidad desean ayudar, la gracia divina no les llegará en la medida en que les llegaría si hicieran el esfuerzo de vencer esta vanidad y este orgullo. Todos los defectos bloquean el camino hacia la gracia divina; todos los esfuerzos por superar la más leve falla abren la puerta a la gracia. El orgullo es lo que los vuelve tímidos. No puedo insistir demasiado, amigos míos, ni suplicarles demasiado que hagan lo que les sugiero si tienen una dificultad. Acudan a los amigos de este grupo. Convénzanse de lo mucho que le gusta a Dios que hagan eso. Lenta pero seguramente cosecharán los frutos de ello. Muchas y grandes bendiciones le llegarán al grupo que ayude de esta manera y a la persona que busque esta ayuda. ¡Este servicio regular fortalecerá tremendamente al grupo en su conjunto, mis queridos amigos!

Y ahora, queridos míos, me ocuparé de sus preguntas

PREGUNTA: Mi pregunta tiene que ver con la conferencia de hace unas semanas sobre el nacimiento. Más o menos por esas fechas apareció en la revista Time un artículo extraordinario sobre la genética. Unas semanas después apareció una carta relacionada con esto que dice: “los genes determinan a Willy, lo quiera él o no. Y sin embargo parece tan tonto tomarse tantas molestias, especialmente si se considera a Willy”. Ahora bien, yo no cuestiono la creación de Willy, pero, sabiendo que toda acción tiene un propósito, mi pregunta es: ¿Cómo debemos ver el tema del control natal, y se ve frustrada la voluntad de Dios por una acción de este tipo? ¿Y qué me dice de la inseminación artificial? ¿Es válido el propósito de crear vida por medios artificiales?

RESPUESTA: Del control natal diré que depende mucho de hasta qué grado se practique. En el mundo espiritual se considera que está mal negar la vida a un alma que espera encarnar si la envoltura ya se está preparando en el cuerpo de la madre. Por otra parte, también en este caso hay excepciones. Por ejemplo, en el caso de una enfermedad hereditaria o si la vida de la madre está en peligro. Tú sabes que la verdad de Dios rara vez es dogmática. El camino correcto siempre está en medio, y que algo esté bien o mal depende del motivo, ¡no del superficial, sino del real! Así que no podemos decir que siempre esté mal impedir el nacimiento, pero como regla general lo está.

Si el más leve motivo de egoísmo desempeña aquí un papel, necesariamente habrá un efecto kármico. Si una madre en ciernes se niega la maternidad por un motivo egoísta, existirá una fuerte posibilidad de que en su siguiente vida desee hijos y no pueda tenerlos. Lo mismo puede decirse del control natal que sólo impide la concepción. Si la concepción se impide por un motivo egoísta, también tendrá un efecto, ya sea en la misma vida o en una futura. Pero si el motivo no es egoísta—y siempre hay muchas razones posibles—entonces no está mal. Lo importante aquí, como siempre, es el motivo real, no el superficial que la Humanidad siempre está lista para poner de pretexto. Y el motivo real y oculto será inmediatamente discernible en el mundo espiritual.

En lo que se refiere a la inseminación artificial, diré esto: no es algo bueno desde el punto de vista del mundo espiritual. Pero tú sabes que el hombre tiene libre albedrío, y si emplea sus hallazgos con estos fines, si la ciencia sigue adelante con esto, ello también tendrá resultados. Y sólo mucho tiempo después descubrirá la Humanidad cuál es el resultado. Habrá ciertos tipos de espíritus que encarnen en cuerpos creados de esta manera. ¿Por qué está mal? Por muchas razones. En primer lugar, el hombre no tiene derecho de jugar a ser Dios. No puede determinar por medios artificiales qué alma recibirá de niño. Eso sólo lo determinarán sus esfuerzos espirituales. Además, si el elemento del amor está ausente en la creación de un cuerpo, si la unión sexual no es un acto sagrado del que tanto puede aprender el alma para su desarrollo, el hombre estará frustrando el propósito por el que Dios dio el instinto sexual. Éste no se dio sólo con fines de procreación, sino también para aprender a amar de cierta manera.

Podría decir mucho más acerca de esto, pero me tomaría demasiado tiempo. Tal vez en el futuro se me permita hablar más de este tema, pero mientras tanto te resultará muy productivo meditar en ello. Pondrás a tu mente a trabajar y obtendrás iluminación. Y cuando encuentres resultados y surjan preguntas, preséntamelas.

PREGUNTA: ¿Puede decirme por qué tienen los seres humanos distintos tipos de sangre; por ejemplo, tipo A, tipo O, etc.?

RESPUESTA: Las razones no son muy fáciles de explicar, hijo mío. Sería como si me preguntaras por qué hay distintos colores de piel o diferentes formas humanas. Debe haber diferencias. Es imposible explicar con unas cuantas oraciones por qué existen estas diferencias. Dios ha creado a sus diversos hijos distintos unos de otros en la perfección. Por lo tanto, también en la imperfección deben existir diferencias. Las diferencias biológicas son un paralelo de las diferencias espirituales, cualidades básicas así como desviaciones que se manifiestan primero en el alma, en la estructura psicológica y finalmente en el ámbito físico. Por lo tanto, las diferencias en el tipo de sangre son un reflejo de las cualidades interiores, de la vibración en sus categorías básicas. Todas las diferencias en los ámbitos de las imperfecciones crean obstáculos; estos mismos obstáculos pueden fomentar el desarrollo espiritual si el hombre opta por tomar con la actitud correcta los obstáculos que se le presentan en el camino. A final de cuentas, absolutamente todos los obstáculos sirven al propósito del crecimiento espiritual, aunque parezca que no tienen nada que ver con él.

PREGUNTA: Mi pregunta es: ¿Qué le gusta al mundo espiritual hacer con nuestro cuerpo?

RESPUESTA: El mundo espiritual no se preocupa de eso. El cuerpo no tiene nada que ver con la personalidad. Las únicas sugerencias que tenemos a este respecto son éstas: Sería aconsejable que, una vez desechada, destinaran su envoltura física a la investigación por el bien de la Humanidad. Además, aconsejamos que no se incinere el cuerpo antes de que hayan pasado tres días después de la muerte física porque muchas veces ese es el tiempo que tardan los cuerpos sutiles en liberarse completamente. Podría suceder que se declare médicamente la muerte, pero que algunos de los cuerpos sutiles sigan conectados en cierta medida con el cuerpo físico. Al incinerar éste demasiado pronto, los cuerpos sutiles pueden lesionarse. No pueden destruirse, desde luego, pero sí pueden lesionarse.

Otra sugerencia en relación con este tema es que desaconsejamos el uso de ataúdes pesados que impiden que la carne entre en contacto con la tierra. Después de la desintegración, cuanto más rápido se mezclen los cuerpos con la tierra—ya que sus envolturas vienen de la tierra—mejor será para todo el proceso de la evolución. Estas sustancias físicas pueden entrar en la tierra y ser alimento para plantas y minerales. No es demasiado importante, pero si en toda la esfera terrestre se acostumbrara mezclar las sustancias físicas, en cierta medida esto aceleraría el proceso evolutivo de los mundos vegetal y mineral.

PREGUNTA: Si es así, ¿no sería mejor ser enterrado que incinerado?

RESPUESTA: No hay diferencia. Si las cenizas se entierran o se depositan en algún sitio de la naturaleza, no hay diferencia.

PREGUNTA: Me gustaría preguntar qué pasa cuando se da y se recibe una bendición, y sobre todo qué pasa cuando se bendice un objeto.

RESPUESTA: En lo que se refiere al ser humano, todos ustedes saben que hay muchas fuerzas divinas o tipos de fuerza. Por ejemplo, cuando se me permite dar bendiciones aquí, traigo conmigo ciertas fuerzas. Mis ayudantes también las traen. Las fuerzas no son siempre las mismas. Se traen de acuerdo con las necesidades presentes del grupo en su conjunto, así como de algunos individuos. Ahora bien, depende mucho de la actitud del humano que recibe el que esta bendición pueda penetrar o no. Cuanto más abierto estás, más se eleva tu alma a Dios. Cuanta menos amargura, rebeldía u otro tipo de dureza tenga tu alma, mayor efecto tendrá esta bendición. Puede fortalecer tu cuerpo, tu alma, tu espíritu. Y existen diferentes subdivisiones de qué tipo de fuerza debe darse a tu cuerpo, tu alma o tu espíritu. En un momento dado puede ser necesario y merecido que recibas el tipo específico de fuerza que te hace falta para el autorreconocimiento. En otro momento tal vez necesites más fuerza de paciencia, y así sucesivamente. Cómo la recibas depende de ti. Y de acuerdo con tu capacidad de recibir, puedes conservar esa fuerza o esta bendición. Algunos de mis amigos son capaces de conservarla una semana; otros, menos. Y otros no pueden aceptarla en absoluto cuando se les da. Sólo rebota. Eso es lo que tengo que decir sobre las bendiciones a los seres humanos.

También es posible, desde luego, la bendición de un objeto. Puede ser que se dé a un objeto una fuerza tan grande que tenga un efecto más o menos duradero siempre que el ser humano que está cerca de este objeto sea lo suficientemente sensible para recibirla. Es útil recordar en este punto que ningún objeto existe sólo en la materia. Siempre hay también el cuerpo sutil o la forma espiritual de un objeto. Y hasta cierto grado la ciencia atómica ha descubierto esto. Esto se explica espiritualmente por el hecho mismo de que no se puede crear un objeto en la materia si no se le crea primero en el espíritu. La idea que se concibe es la creación espiritual, y luego se hace el trabajo para reflejarla en la materia.

Sólo pueden darse ciertos tipos de bendiciones a ciertos tipos de objetos. Debe existir una relación básica. Todo lo que existe en el universo proviene originalmente de una de las fuerzas o rayos básicos. Éstos tienen muchas subdivisiones y suelen mezclarse en el curso de la separación con otras fuerzas básicas, pero, no obstante, la bendición o fuerza debe ser de la misma fuerza básica inherente al objeto. Esto puede ser difícil de entender. Pensemos en una piedra, por ejemplo. Una piedra contiene una fuerza viva; cualquier tipo de piedra natural, sea una piedra preciosa o simplemente una piedra de la calle. Mientras la vida básica no muera por demasiados procesos de refinamiento, la fuerza básica sigue existiendo en ella y puede unirse así a una fuerza específica dada en una bendición. La forma espiritual detrás de la forma física es la que absorbe la categoría de fuerza que corresponde a su propia naturaleza, y luego puede pasar esta fuerza a otras formas de vida, sean éstas otros minerales, plantas, animales o el hombre. Cualquier objeto que contenga una fuerza viva, sea metal, piedra o madera, puede usarse de esta manera. ¿Queda claro esto?

PREGUNTA: ¿Una bendición dada por un ser humano puede ser tan fuerte como una bendición que dé usted o alguno de sus ayudantes?

RESPUESTA: Eso depende del desarrollo espiritual y de la cercanía de ese ser humano a Dios. Depende de su purificación.

PREGUNTA: En mi última sesión privada usted habló de la sobreactividad del alma. ¿Qué hay detrás de la sobreactividad del alma, cómo se detecta y qué puede hacer un ser humano al respecto?

RESPUESTA: Yo te aconsejaría, mi querido amigo, que empezáramos con esa pregunta la siguiente vez, porque la respuesta es demasiado larga para que la demos esta noche. En la próxima sesión dedicaré una parte más grande del periodo de preguntas a ese asunto. No puedo responder esta noche, necesito más tiempo del que tengo ahora. Se trata de una pregunta demasiado importante para abreviar la respuesta. ¿Hay alguna otra pregunta ahora que no tome demasiado tiempo?

PREGUNTA: Hace algún tiempo, un miembro de la Sociedad Teosófica y un médico dijeron que no entienden que un espíritu que no ha reencarnado en muchos miles de años todavía pueda penetrar en nuestra esfera terrestre. ¿Qué puedo responderles?

RESPUESTA: Siempre es sorprendente ver que el hombre puede tener ciertos conocimientos en un ámbito y luego ser tan dogmático en las áreas donde es más ignorante. Si alguien tiene una idea preconcebida, es casi imposible convencerlo. Es decir, sólo es posible convencer a una persona que desea ser convencida. Las personas llegan a cierta comprensión, a diversas conclusiones, y luego tienden a aceptar cualquier cosa que provenga de la misma fuente que les permitió encontrar la verdad en otros aspectos. Esa es una falla común. En primer lugar, no es verdad que los seres que están fuera del ciclo de encarnaciones no penetran la esfera terrestre. Los ángeles más excelsos de Dios tienen tareas constantes en conexión con la Tierra y se han manifestado de diversas maneras, tal como lo dice su Biblia. Además, unos miles de años no es nada desde el punto de vista espiritual. Mil años no son más que un día, como ustedes lo saben. Pero lo más importante de todo en relación con este tema es que no es la cantidad de tiempo en que un espíritu no ha reencarnado lo que determina si puede manifestarse a los seres humanos o a través de ellos. Eso no tiene nada que ver con el asunto.

Existen muchas otras consideraciones importantes, pero la cantidad de tiempo no es ciertamente una de ellas. Los únicos espíritus que no podrían manifestarse en persona a través de un ser humano son Dios y Cristo. En este caso, la vibración sería demasiado fuerte, y nadie podría permanecer vivo si Dios en persona o Cristo hablara a través de un médium. Eso es imposible. Pero fuera de Cristo y, desde luego, Dios, todos los espíritus, hasta el arcángel más excelso, pueden manifestarse si es aconsejable que eso suceda, como ya ha sucedido. Es cierto que en la mayoría de los médiums se manifiestan espíritus que no han terminado su ciclo de encarnaciones, pero eso no significa que esto sea una regla. Una de las razones por las que se manifiestan casi siempre espíritus de desarrollo inferior es que es sumamente raro que un médium esté en este camino de autodesarrollo. El hombre casi siempre anda en busca de lo sensacional, y por ende se muestra más interesado si se manifiesta una personalidad humanamente famosa.

Por otra parte, también puede ocurrir que un médium esté en el camino correcto, y que un espíritu incorporado al orden divino pero todavía en el ciclo de encarnaciones pueda realizar una tarea a través de él. Pero hay tantos requisitos que deben satisfacerse a fin de permitir tal manifestación, así como el cumplimiento de la tarea que el mundo espiritual de Dios tiene en mente, que no se toma en cuenta a un espíritu que todavía debe reencarnar si otro espíritu que ya no tiene que visitar el plano terrenal satisface mejor todos los demás requisitos. Es posible que un espíritu ya no tenga que encarnar, pero que no esté dispuesto a emprender la tarea de acercarse a la atmósfera de la Tierra porque la dejó muy recientemente y necesita la fuerza del mundo divino. Por otra parte, un espíritu que ha recibido suficiente fuerza puede estar dispuesto a encargarse de una tarea, ya que todos los que forman parte del mundo de Dios tienen sólo un propósito en mente, y ese es el cumplimiento de la voluntad de Dios, que es la ejecución más rápida posible del Plan de Salvación.

En otras palabras, la pregunta aquí es ésta: ¿Es posible que un espíritu que no tiene que vivir en la Tierra se manifieste a través de un médium humano? ¡Sí! ¿Es necesario o aconsejable? Muchas veces los espíritus que todavía están en el ciclo de encarnaciones pueden hacer el trabajo, pero no siempre. Con frecuencia, un espíritu que no tiene que penetrar ya la atmósfera de la Tierra está mejor calificado para la tarea. La tercera pregunta sería: ¿Este último desea hacer eso? La respuesta aquí es que a partir de cierta etapa de desarrollo, un espíritu querrá hacer lo que sea más útil, aun si permanecer y llevar a cabo una tarea en su propia esfera le produciría mayor dicha. Lo más dichoso es ayudar y trabajar en el gran plan, de acuerdo con la voluntad de Dios. Nuestra dicha está en servir. Ahora bien, podrían preguntar por qué es necesario que un espíritu que ya no reencarna se eche a cuestas esta tarea. Hay tantos otros; seguramente podría encontrarse uno que pudiera hacer el mismo trabajo. Lo cierto es que las opciones no son muy grandes. En primer lugar, deben entender que no todos los espíritus pueden manifestarse a través de todos los seres humanos; pero esto no es cuestión de desarrollo ni de que el médium tiene que estar en este camino a fin de estar en contacto con las esferas divinas. Esto es obvio.

A lo que me refiero ahora es al hecho de que hay muchos tipos diferentes de fuerzas ódicas, vibraciones que resultan de los rayos básicos de diversos tipos que aquéllas tienen que coordinar entre el espíritu que se manifiesta y el médium. Además de eso, tiene que ser un espíritu apropiado para las enseñanzas y el trabajo que se va a dar a este médium. Estas son sólo dos consideraciones que les muestro aquí, amigos míos, pero pueden creerme cuando les digo que hay muchas más de las cuales no saben nada y que yo no puedo explicarles porque la mente humana carece de la comprensión necesaria. Por ejemplo, puede haber además factores kármicos involucrados en la razón por la que un espíritu quiera echarse a cuestas esa tarea, aunque esto ya no sea necesario para él. Puede ser el deseo del espíritu llevar a cabo precisamente ese tipo de trabajo ahí donde una vez tuvo una conexión con parte del grupo con el que va a trabajar. Todo esto es verdad, amigos míos, pero otros tienen a veces una opinión demasiado firme, y por lo tanto se cierra una puerta y no es posible convencerlos.

PREGUNTA: ¿Podría explicarnos un poco más lo que es la familia espiritual a la que pertenecemos?

RESPUESTA: Hay dos tipos de familia. Uno es cuando fueron creados, mucho antes de la Caída. Tenían su propio círculo de amigos y familiares, mucho más grande que la familia humana, pero vivían con los otros espíritus del mismo tipo, que compartían los mismos intereses y ciertas similitudes, además de ser complementarios. Esta es la familia espiritual original.

Luego hay otro tipo de familia espiritual que se formó en el curso del desarrollo y la evolución, del ciclo de encarnaciones, de acuerdo con las necesidades de lo que ha de aprenderse en cada vida. Así se hicieron contactos nuevos, no todos ellos provenientes de la familia espiritual original. Es posible que no toda su familia espiritual original haya participado en la Caída. Así, al transcurrir los eones, crean ustedes una familia nueva que está unida por tareas espirituales comunes, y en la que existen lazos kármicos e intereses similares. Así que hay que diferenciar estos dos tipos de familia espiritual.

Amigos míos, ya les di suficiente, y les pido a todos que abran su corazón y su alma para recibir la fuerza de Dios y las bendiciones del Altísimo que se me permite traerles. Que esta fuerza los ayude a dar un paso más en su camino hacia Dios. Desechen sus temores, amigos míos, regocíjense en Dios, encuentren amor en su corazón por aquellos a quienes menos aman, y oren por ellos todos los días. Y así los dejo con mis bendiciones, ¡queden en paz, vivan en alegría y en amor, queden con Dios!

Dictada el 29 de agosto de 1958.