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Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 40. Más sobre las imágenes: un resumen

Saludos en el nombre del Señor. Les traigo bendiciones, mis queridos amigos. Bendita sea esta hora.

Esta conferencia es la continuación de una serie que inicié hace algún tiempo. En beneficio de aquellos que se perdieron las conferencias anteriores de esta serie, me gustaría decir algunas palabras sobre el trabajo espiritual en esta etapa del camino de purificación.

¿Qué significa la purificación en su verdadero sentido? Significa la eliminación de todas las corrientes y actitudes del alma que son contrarias a la ley divina. Estas corrientes no pueden considerarse meramente pecaminosas; son también causas de sufrimiento y desventaja personal para quien viola las leyes, aun cuando esta violación ocurra inconscientemente.

En este grupo no nos ocupamos de las acciones equivocadas, ni siquiera de los crímenes. Todos ustedes, sin excepción, saben cuáles son las acciones correctas, y la mayor parte del tiempo hacen su mejor esfuerzo por realizar sólo acciones correctas. Pero ninguno de ustedes puede todavía controlar sus emociones, entender su significado oculto y reconocer cómo han influido estas emociones en su vida.

Muchos de ustedes constantemente dudan de la justicia de Dios porque tienen que soportar mucho sufrimiento aun cuando se esfuerzan por ser buenos y decentes. Tal vez piensen en otros cuyas normas éticas son infinitamente inferiores a las suyas y, sin embargo, parece irles muy bien. Ustedes no entienden la razón de esto, ni la “justicia”. La razón es que en el inconsciente la personalidad crea reacciones y conclusiones que toman una forma rígida. Llamamos a esta forma rígida “imagen”. La imagen consta de ciertas impresiones a partir de las cuales se han sacado conclusiones generales. Estas no sólo provocan una reacción en cadena dentro de su alma, sino que, a la larga, también controlan y dirigen su vida exterior. Esto sucede aun cuando—y porque—la imagen es inconsciente. En este camino nos interesa buscar las imágenes equivocadas que alberga el alma humana. Prácticamente no hay excepciones a esta regla a menos que pensemos en los pocos seres purificados que vienen a esta Tierra a cumplir una misión.

En las dos conferencias anteriores empecé a indicar cómo pueden encontrarse las imágenes. Éste no puede ser un proceso fácil, ya que lo que habita en el inconsciente está oculto de la conciencia. Les he ofrecido métodos para traer estas imágenes inconscientes a la superficie. Esta, amigos míos, es la única manera en que pueden controlar su vida hasta cierto grado.

Algunas personas—con frecuencia aquellas que son devotamente religiosas—creen que deben aceptar cualquier dificultad como señal de humildad. Esto es cierto sólo en la medida en que han aceptado la ley que violaron. La voluntad de aceptar una dificultad, reconociendo la propia responsabilidad en vez de culpar vagamente a la “injusticia” de la ley, constituye la verdadera humildad, queridos míos. La verdadera humildad no puede ser un estado completamente pasivo, que tiene tan poco que ver con la humildad como la franca rebelión. La verdadera humildad es pasiva sólo en la medida en la que acepta el estado temporal de sufrimiento, entendiendo que es autoinfligido; pero también es completamente activa en la voluntad de trabajar, de vencer, de luchar y de reconocer la propia responsabilidad de todo el sufrimiento de la manera más directa posible. Éste es un buen ejemplo de la interacción armónica entre las corrientes activas y pasivas.

Así pues, no pueden sentarse con las manos en el regazo, esperando que las cosas cambien, en vez de cambiarse a sí mismos de dentro hacia fuera. Ustedes tienen el poder de cambiar cualquier contratiempo que ocurra en su vida. Tienen el poder de modificar su vida completamente, pero no si sólo cambian superficialmente, tratando de modificar sólo sus acciones. Pueden cambiar su vida sólo si primero buscan las causas internas, las conclusiones equivocadas; en breve, sus imágenes.

Antes de que puedan cambiar nada, deben entender qué hay en ustedes que provoca todo el sufrimiento. Sólo entonces podrán gradualmente reeducar sus emociones, disolver sus imágenes y crear formas nuevas y productivas en su alma que correspondan a la ley divina. Pero deben entender completamente que esta maravillosa posibilidad no puede estar a su alcance sin pagar el precio. Valen la pena todos los esfuerzos, todos los sacrificios concebibles, pues entonces verdaderamente tendrán el dominio de sí mismos. Si están dispuestos a hacer esto, recibirán ayuda. Pero no esperen que Dios haga el trabajo de cambiar su vida. Dios les ha dado libre albedrío, y de ustedes depende encontrar primero cuáles son estas imágenes equivocadas, y luego, con los métodos, la ayuda y la guía que yo les doy, se vuelve posible cambiarlas.

Durante la búsqueda y el cambio consiguiente, necesitan tener el tipo correcto de humildad para aceptar la infelicidad que han producido sin enojarse consigo mismos por ser aún imperfectos, y necesitan encauzarse vigorosa y activamente en el canal del autoconocimiento. Tienen que aprender a aceptar en todos los niveles de sus emociones que son imperfectos en este momento.

He dicho esto muchas veces, amigos míos, pero quiero que les quede muy claro que, aunque conscientemente sepan que son falibles, sus emociones no lo saben. En sus emociones desean ser perfectos, y cuando descubren una imperfección que les parece nueva, dentro de ustedes se rebelan contra este reconocimiento. Uno de los muchos síntomas de esta rebelión es la culpa. Cuando consideren sus imágenes internas y ocultas—las causas de su sufrimiento, las causas de todos los patrones repetitivos de su vida—tienen que prever que se van a topar con conceptos internos equivocados que al principio les producirán una sensación desagradable. Enfrentarlos con un sentimiento de culpa no los llevará a ninguna parte. Dense cuenta de que la culpa es en realidad el rechazo del estado en el que se encuentran en este momento, la falta de voluntad de aceptarse como son.

Cuando se sientan incómodos haciendo este trabajo, pregúntense: “¿Qué siento?” Muchas veces ni siquiera se dan cuenta de que su reacción emocional es la culpa. Y si se dan cuenta, no saben qué significa en realidad el sentimiento de culpa. De hecho, suele confundírsele con la humildad y el arrepentimiento. Este conocimiento de qué esperar, esta actitud sana, este análisis de sus sentimientos los llevarán a un reconocimiento importante.

Formulen los sentimientos. Dense cuenta de que la reacción desagradable suele ocurrir antes de que sepan cuál es ese reconocimiento. La formulación de sus sentimientos en pensamientos concisos es parte importante del trabajo en este camino, amigos míos. No puedo insistir demasiado en este punto. Cuando hagan esto, verán que se sentirán culpables de haber errado. Y luego pregúntense de nuevo: “¿Por qué me siento culpable de ser falible, de cometer errores, de tener defectos?” La respuesta debe ser invariablemente: “Porque deseo ser más de lo que soy, más perfecto, más evolucionado. Algo en mí no acepta mi propia ignorancia ni egoísmo, ni mi deseo de encontrar la salida más fácil”. Si analizan sus reacciones de esta manera, facilitarán las cosas grandemente.

Y ahora, algunos consejos para encontrar sus imágenes. La tarea es difícil. No estoy tratando de facilitársela. Tendrían razón de desconfiar si yo les dijera que el tesoro más grande y más perfecto es fácil de obtener. Pero sus esfuerzos, como muchos de mis amigos ya han descubierto y pueden confirmar, serán bien recompensados. Nada les dará mayor poder, una sensación más grande de seguridad, que transitar este camino, por lo menos después de las etapas iniciales.

Primero reunirán una gran cantidad de información aislada acerca de sus reacciones internas. Al permitir que sus emociones salgan a la superficie, y al poder expresarlas en palabras concisas, en vez de hacerlas a un lado y taparlas, encontrarán cosas de las que nunca se han dado cuenta. Con frecuencia los sorprenderán. Estos fragmentos aislados de información podrían no conectarse durante un buen tiempo. No sabrán qué hacer con ellos. Se sentirán inclinados a decir: “¿Qué sigue? ¿De qué me sirve haber descubierto que me siento de esta manera cuando pensaba que mis motivos eran diferentes?”

No deben sentirse consternados. Por el contrario, encontrar los fragmentos de información les resultará sumamente útil, aun si al principio no pueden unirlos. Sigan buscando y recibirán la ayuda necesaria. De nuevo insisto en que nadie es capaz de hacer este trabajo solo. Eso es imposible. Pero quien esté dispuesto recibirá ayuda y se encontrarán maneras de llevar a esta persona dispuesta a otro miembro de este grupo para que pueda formarse un equipo.

Si siguen adelante con el trabajo verán que todos los fragmentos aislados de información se conectarán. Encontrarán en ustedes una reacción en cadena, un círculo vicioso. Una reacción lleva a la otra hasta que el círculo se cierra. Cuando hayan encontrado varios de estos círculos viciosos habrán dado un paso importante. Lenta pero seguramente empezarán a entender ciertas cosas acerca de ustedes mismos y su vida. Pero hasta eso es insuficiente. Sólo habrán encontrado la estructura más escueta, el plan general que les facilitará mucho la continuación. El trabajo de llenar los espacios en blanco apenas va a empezar. En este punto todavía serán incapaces de comprender, en todos los niveles de su ser, lo que significan su vida y sus conflictos y cómo los han provocado. Es posible que entiendan algunas cosas, pero no todo.

Algunos de ustedes, amigos míos, ya han llegado a esta etapa, así que me gustaría decirles cómo proceder a partir de aquí. Aquellos para quienes este material sea nuevo no podrán entender lo que estoy diciendo, pero algo podría llegarles como eco de su alma. Mis palabras pueden abrir las puertas un poco más, de manera que también a los amigos nuevos les sea posible cruzar el umbral de la dependencia con respecto a sus motivos inconscientes a su independencia como hijos libres de Dios.

Mi primer consejo, mis queridos amigos es, una vez que hayan encontrado algunos de estos círculos viciosos: Expresen con palabras concisas las conclusiones equivocadas que contienen. Escríbanlas, para que no puedan disolverse. Luego pueden empezar a meditar en la forma en que estas conclusiones equivocadas han influido en su vida. Ya saben que nada es tan poderoso como las imágenes. Saben que si en las imágenes están contenidos deseos que contradicen sus deseos conscientes más preciados, los deseos de las imágenes invalidan los externos, no importa cuán fuertes puedan ser éstos últimos. Sus imágenes los atraen a circunstancias que corresponden a ellas; atraen hacia ustedes a las personas y las circunstancias. Por lo tanto, no debe ser muy difícil para ustedes entender, cuando formulen las conclusiones equivocadas, qué factor fue y es responsable de los problemas de su vida.

No es necesario que les diga que deben tener frente a ustedes, por escrito, sus listas de problemas y conflictos. En primer lugar, encuentren el común denominador de todos estos conflictos. No sabrán todavía qué los causó, cómo llegaron a existir. Pero una vez que hayan encontrado estos círculos viciosos, una búsqueda más profunda revelará un solo común denominador.

Una vez que hayan hecho esta lista, probablemente los desconcierte descubrir que ciertos problemas han recurrido. Tal vez hayan tomado diversas formas, pero siempre hay un patrón repetitivo. Esta es la primera indicación de que hay una imagen. Si un problema ocurre sólo una vez, no necesariamente tiene algo que ver con una imagen. Pero sean cuidadosos al juzgar eso. También deben ser capaces de entender claramente cómo es que las conclusiones equivocadas que se han vuelto conscientes han afectado y causado sus diversos conflictos. Todos mis amigos que trabajan juntos deben emprender minuciosamente este proceso. Esto indicará dónde reside el punto de quiebre de la imagen.

Una vez que tengan clara en su mente la conclusión equivocada y hayan reconocido cómo ha influido en su vida, empiecen a invertir el círculo y la conclusión en su opuesto; en este momento sólo en teoría. Emocionalmente, desde luego, todavía no son capaces de vivir de acuerdo con las reacciones correctas. Pero si hacen frente a sus conclusiones equivocadas sintiéndolas, reexperimentando todas las emociones conscientemente, podrán ver entonces cuál sería la conclusión correcta. Si meditan en esto todos los días, con el tiempo sus reacciones cambiarán.

No basta con que cambien sus pensamientos; éstos podrían haber sido absolutamente correctos mucho antes de que supieran nada acerca de las imágenes. Lo importante es que sus emociones cambien. Las conclusiones equivocadas siempre contienen varios de sus defectos, algunos de los cuales es posible que conozcan, pero de lo que no han sido conscientes es de cómo reforzaban sus imágenes. Estas pueden contener todo un núcleo de defectos. Pero aunque no deben indagar sus defectos cuando busquen las imágenes—ya que al inconsciente no le gustan las actitudes moralizadoras—, en este punto, una vez que se ha vuelto consciente la estructura escueta de la imagen, deben ver cuáles de sus defectos también desempeñan un papel en ella.

Uno de los elementos universales de las imágenes es el miedo. Si analizan de qué manera un miedo específico se conecta con sus defectos personales, si también entienden dónde reside su ignorancia y la conclusión equivocada resultante, habrán dado de nuevo un paso importante hacia la disolución de sus imágenes.

Hay varias generalizaciones que se aplican a las imágenes. Una es que los seres humanos tienen miedo de ser lastimados, miedo de que las cosas sucedan en contra de su voluntad. Debido a este miedo—que, desde luego, puede existir sólo a causa del voluntarismo y del orgullo—la personalidad construye defensas. Las personas creen que al adoptar cierta actitud evitarán lo que más temen en la vida: el dolor, el sufrimiento, la decepción. El error, la conclusión equivocada, reside en no darse cuenta de que al construir estas defensas no sólo no evitan el sufrimiento, sino que lo empeoran. Para el Ser Inferior ignorante, el lado infantil e inmaduro de la personalidad, la medida protectora parece muy buena y lógica. Con todo, si lo piensan a fondo y consideran el problema desde este ángulo, no pueden sino darse cuenta de lo defectuoso que era su mecanismo de defensa cuando construyeron su imagen. No sólo no pudieron evitar el dolor, sino que, a la larga, les trajo un dolor infinitamente mayor que el que habrían experimentado si no hubieran construido las defensas de esta imagen.

Es muy importante, amigos míos, que cuando lleguen a esta etapa consideren sus imágenes desde este punto de vista. Pregúntense: “¿Por qué la construí? ¿Cuál fue la ocasión? ¿De qué quería protegerme? ¿Cuál fue el resultado en realidad? Y ¿cómo funcionaría mi vida si yo no tuviera esta medida protectora falsa... esta imagen?”

La respuesta siempre será: No existe ningún seguro a prueba de fuego para evitar el dolor. No pueden ir por la vida sin experimentarlo. Todos ustedes saben esto. Como ningún ser humano ordinario es puro, el dolor es, hasta cierto grado, inevitable. Pero si aceptan la vida con su dolor, tratando siempre de entender cómo se lo causaron, y lo enfrentan voluntariamente, no sólo se toparán con mucho menos dolor, sino que el dolor que es inevitable no les dolerá ni la mitad. Recuerden eso, amigos míos, y vean sus propias conclusiones, sus mecanismos de defensa y sus imágenes desde este ángulo: “¿Qué traté de evitar? ¿Lo logré?”

Luego piensen en el dolor de manera un tanto diferente. Traten de pensar en él con el máximo grado de desapego, o con una perspectiva nueva. Todos se darán cuenta de que el dolor también es relativo. El miedo al dolor siempre es infinitamente peor que el dolor mismo. Lo mismo pasa con el dolor físico. Si se oponen a él, si sus músculos se tensan, una incisión será mucho más dolorosa que si se relajan. Hay ciertas personas que tienen tanto control sobre su mente y su cuerpo que pueden soportar heridas terribles sin sentir ningún dolor. Han aprendido a aceptar el dolor que les llega sin rebelarse, entregándose a él. Se hallan en un estado tan alto de relajación que lo que normalmente dolería mucho ya no duele. Exactamente lo mismo pasa con el dolor del alma. Aparte de esto, muchos de sus problemas y preocupaciones no existirían si se entendieran a sí mismos y sus imágenes.

Mis queridos amigos, descubrir que ustedes son responsables es un propósito importante de este trabajo. Muchos malentendidos de este concepto son posibles. En primer lugar, muchas personas piensan que el concepto de autorresponsabilidad elimina a Dios. O piensan que hay un Dios que dirige su vida, y si sufren, tienen que aguantarse... u optan por el ateísmo.

Esto no es necesario, queridos míos. La autorresponsabilidad representa una carga para ustedes mientras sientan culpa al encontrar sus errores internos. Pero una vez que hayan superado este error aceptándose tal como son ahora, sin rebeldía ni enojo, sin el tipo equivocado de vergüenza o culpa, con el valor de ser ustedes en todos los sentidos, entonces la autorresponsabilidad los liberará. Entender qué factores dentro de ustedes han causado sus problemas, sus preocupaciones, su descontento y su infelicidad, los volverá más fuertes de lo que podría volverlos cualquier falsa seguridad. No importa que hayan buscado esta falsa seguridad en sus relaciones con otros, en las ideas o en un concepto distorsionado de Dios. La fuerza y la libertad les llegarán mucho antes de que sean capaces de cambiar sus emociones, sus imágenes o sus reacciones internas habituales. Les llegarán en el momento en que hayan entendido plenamente sus propias causas y efectos.

La autorresponsabilidad es crucial a este respecto, queridos míos. Casi no hay ser humano que no quiera evitarla de alguna manera, pese a su sublevación contra su falta de libertad autoinfligida. Este conflicto puede resolverse sólo hallando por qué y cómo han restringido su propia libertad y renunciado a la autorresponsabilidad a fin de elegir lo que parecía un modo de vida más fácil.

Las reacciones ante la necesidad de responsabilizarse de la propia vida varían con cada individuo. Todo el mundo está hecho de diferentes corrientes, defectos y cualidades que interactúan de manera distinta en distintas relaciones. Así que una persona, por la misma razón básica, podría tener una reacción completamente diferente de otra, aunque ambas estén motivadas por el deseo de huir de la autorresponsabilidad. Y cuanto más huyan de esto en su vida interna, más encadenados estarán. Tratando de zafarse de estas cadenas, se rebelan contra el mundo pues lo sienten injusto, y muchas veces se regodean en la autocompasión al tiempo que se impiden romper esas cadenas.

El primer paso hacia la libertad es reconocer cómo, dónde y por qué se han infligido esta dependencia. Si entienden sus motivaciones internas y la manera en que les han traído más sufrimiento del que habían esperado evitar, serán libres. Así que, por ahora, enfoquen la búsqueda de imágenes desde el ángulo que acabo de mostrarles:

(1) La autorresponsabilidad: encuentren (a) dónde han causado su propio sufrimiento y (b) cómo está en su mano cambiarlo.

(2) Exploren su temor a ser heridos. Dense cuenta de que esto causa toda su infelicidad. Este miedo excesivo los hace comportarse como una persona que tiene tanto miedo de la muerte que se suicida. Eso es lo que todos ustedes hacen con sus imágenes, amigos míos. Tienen tanto miedo de las heridas que crean formas en su alma que les traen más heridas innecesarias de las que sufrirían sin sus defensas imaginadas.

Amigos míos, tienen que aceptar el dolor no porque Dios se los mande, sino porque ustedes mismos se lo han causado. Sin embargo, esto no debe llevarlos a rebelarse contra ustedes mismos ni contra la sabia ley que creó la situación. Necesitan aceptar que son imperfectos y que sufren según la medida de su imperfección. Cuanto más trabajen hacia su purificación, más aliviarán su sufrimiento. Entre otros requisitos, eso significa no esperar un milagro de la noche a la mañana. Entiendan que también aprenden aceptando el dolor mientras están en esta etapa. Cuanto más relajados puedan estar al verse y ver su sufrimiento, hallando las causas y eliminándolas, más rápido lo superarán. Y entonces tendrán la actitud correcta hacia el dolor. Sólo aceptándolo—y ésta es la única manera sana, evitando tanto el masoquismo como la sublevación—, finalmente cesará el dolor. Cuando aceptan completamente el dolor, lo atraviesan; y sólo atravesando algo se llega al otro lado. Todos los grandes filósofos de este mundo enseñan que el dolor y el placer se vuelven uno en el absoluto; yo les estoy mostrando la manera de alcanzar ese estado.

No pueden alcanzar el placer evitando el dolor, pero ciertamente pueden hacerlo atravesándolo con plena comprensión de cómo se lo causaron. Así, para evitar cualquier malentendido, insisto una vez más en que la aceptación del dolor no niega su poder de evitarlo en este camino de purificación. Muy al contrario. Pero no se puede lidiar con el dolor de manera superficial; eso exige trabajar dura y pacientemente, ir hasta las profundidades del alma. Este trabajo exige lo mejor de ustedes, amigos míos, pues esa es la única manera en que pueden recibir lo mejor de la vida.

Y ahora veamos sus preguntas, mis queridos amigos.

PREGUNTA: Usted ha dicho varias veces que la causa de la enfermedad está en nosotros. He meditado sobre este tema y no entiendo. Digamos que la deformación de un hueso...

RESPUESTA: Debes diferenciar entre enfermedad kármica y enfermedad no kármica. Esto no se aplica sólo a la enfermedad física, sino a todas las demás dificultades de la vida; y las dificultades, hablando espiritualmente, son enfermedades. Los detalles técnicos de la causa y el efecto funcionan de la misma manera en el karma que dentro de una sola vida. En ambos casos les corresponde a ustedes eliminar las causas negativas.

Sin embargo, hay ciertas dificultades que no pueden superar en esta vida; sólo tienen que soportarlas. Eso no significa que no puedan eliminar las causas—de todas maneras eso tiene que hacerse en un momento o en otro—pero los efectos deben soportarse.

Otros efectos no kármicos pueden eliminarse. Una deuda kármica se manifiesta como un solo evento. Un efecto que puede disolverse por lo general recurre constantemente, como un patrón. Esto no significa que las causas no se hayan iniciado en vidas anteriores y que por lo tanto sean kármicas también, técnicamente hablando. Pero pueden encontrar un punto de partida en esta vida, y, haciendo este trabajo, muchas veces pueden cambiar su vida y eliminar sus conflictos. Además, ni siquiera es necesario que conozcan la causa. Como realmente es casi lo mismo, y de todos modos deben disolver cualquier efecto adverso, deberían enfocar su purificación con el mismo espíritu, ya sea que se trate de una deuda kármica o de causas iniciadas en esta vida, tal vez con una semilla traída de encarnaciones anteriores.

El conocimiento definitivo de que cierto estado es kármico sólo los volvería perezosos en vez de hacer el trabajo necesario, no importa cuál sea la causa.

Me atrevo a decir que muy pocos de mis amigos tienen circunstancias kármicas que no pueden cambiar. Aquí tenemos un cuarto lleno de personas, y ni una sola es completamente feliz. No hay ninguna persona que no quisiera algún tipo de cambio; quizás ni siquiera un cambio pronunciado, un “Quiero esto en vez de aquello” consciente. Tal vez sientan una infelicidad, una inquietud, una desarmonía, un miedo, una inquietud, una soledad, un anhelo. Todos ustedes, amigos míos, incluidos los que van a leer estas palabras, tienen el poder de cambiar esto si lo desean. Y si su naturaleza inmadura inconsciente no fuera tan irrazonable que deseara un cambio sin esfuerzo, estarían mucho más adelantados.

Mi consejo para todos los que aún luchan en este umbral es que se pregunten: “¿Qué quiero en realidad? ¿Qué significan mi incertidumbre, mi indecisión? ¿Acaso no significan que me rebelo contra la infelicidad y deseo un cambio, pero no estoy dispuesto a provocarlo yo mismo?” Cualquiera que tenga esta resistencia debe hacerse esa pregunta.

Si pueden responderla, habrán logrado la primera victoria porque entonces verán la veta irrazonable e infantil que vive en ustedes. Eso es lo que realmente desean. Sí, amigos míos, eso es lo que todos ustedes querrían, que el trabajo se hiciera por ustedes, que Dios que está en el cielo se los diera.

PREGUNTA: Uno de mis alumnos preguntó: ¿Qué es más importante, el conocimiento en forma de conocimiento general, la ciencia, el conocimiento del universo, del mundo manifiesto, o el autoconocimiento emocional? Claramente, el autoconocimiento emocional es más importante. Pero, ¿qué puede decirse a esos aspirantes espirituales que de alguna manera hacen caso omiso de la ciencia? Afirman que el desarrollo espiritual por sí solo traería consigo el mayor bien sin estar integrado con el conocimiento del mundo manifiesto.

RESPUESTA: Hay muchos cuya vocación es concentrarse principalmente en su desarrollo espiritual, y cumplen con su tarea haciendo eso. No hay duda acerca de ello. Ciertamente esto es lo más importante para todos los seres humanos. Pero es un error transferir su propia tarea a todos los demás, o hacer de ella una regla general.

El desarrollo de las fuerzas universales es múltiple y variado. Nada debe restringirse. Muchos tienen diferentes tareas: uno en las artes, otros en la ciencia, y así sucesivamente. A la larga, la unidad debe resultar de esta diversidad en toda la Creación. El caso ideal sería que los científicos, los artistas, o cualquiera que contribuya a la unidad final, emprendieran su propio desarrollo espiritual al mismo tiempo que trabajaran en su talento y tarea específicos. Ciertamente puede hacerse esto. De hecho, su trabajo aumentaría muchas veces en calidad y creatividad si se le combinara con la purificación y el autodesarrollo. Sin embargo, hay muchos seres humanos talentosos que no han progresado hasta ese punto. Pueden tener un gran talento en una dirección y a la postre contribuyen con él al desarrollo de las fuerzas espirituales, aunque la conexión no siempre puede descubrirse de inmediato. De una manera indirecta, el progreso científico debe conducir a la misma realidad espiritual que el autoconocimiento, no importa cuánto se abuse de la ciencia temporalmente. Por lo tanto, es un error recomendar a todos la propia inclinación.

Así pues, algunos seres humanos pueden combinar su desarrollo espiritual con la ciencia, otros con un arte, otros más tal vez en la cocina, en la naturaleza, y así por el estilo. En etapas muy posteriores todas estas cosas serán una, pero esta unidad jamás podrá lograrse si primero no son uno con ustedes mismos.

Muchas veces han escuchado la expresión “ser uno”. ¿Cómo pueden lograr esto en la práctica? Mediante este trabajo de búsqueda de imágenes. Cuando encuentren sus imágenes, les será mucho más fácil entender cómo no son “uno” en este momento. Entonces verán de qué manera su intelecto, sus capas conscientes, están convencidos de sus buenos motivos debido a las racionalizaciones que se han inventado. Pero cuando profundicen descubrirán que sus reacciones y deseos toman una dirección enteramente diferente. Así que están divididos en varios sentidos.

Si no pueden ser uno con ustedes mismos—y eso puede hacerse sólo en este trabajo—¿entonces cómo pueden llegar a ser uno en todas las manifestaciones divinas más tarde? Primero es lo primero.

Hay varios pensamientos en esta habitación ahora: “¿Por qué debe ser posible purificarse sólo de esta manera? Hay muchas personas que no saben nada de las imágenes, y sin embargo también se desarrollan”. Es cierto, amigos míos, pero a final de cuentas el asunto siempre se reduce a esto: No importa en qué periodo de la historia, en qué parte de la Tierra vivan, qué nombres escojan, la idea siempre es la misma: encontrar cómo se desvían en su inconsciente de su mente consciente.

Los que no aprovechen esta maravillosa oportunidad ahora no podrán escapar de este trabajo en un tiempo futuro. Cierto, la misma purificación es posible en el mundo espiritual y regresando encarnación tras encarnación con las mismas imágenes hasta que la vida le enseñe a la entidad y ésta gradualmente las disuelva. Pero piensen en todo lo que pueden ahorrarse si están dispuestos a hacer este trabajo. Sólo aquellos que han entendido algunas de sus imágenes tendrán un indicio de cuánto habrían tenido que atravesar hasta que aprendieran lo que tenían que aprender y lo que podían aprender en esta búsqueda.

Siempre les preocupa tanto saber de sus encarnaciones anteriores. Sería más útil que meditaran y pensaran en su futuro. Al conocer sus imágenes y al encontrarlas y entenderlas verdaderamente, les será más fácil dilucidar cómo podrían ser sus encarnaciones futuras si no aprovecharan esta gran oportunidad.

PREGUNTA: ¿Podría una persona casi sin conocimiento manifiesto alcanzar la esfera más alta?

RESPUESTA: ¡Desde luego! La erudición no tiene nada que ver con el autoconocimiento, a menos que sirva y ayude al desarrollo. Si la erudición es un fin en sí, no promueve el desarrollo espiritual. Desde luego, para transitar este camino es necesaria la inteligencia natural, pero eso es algo completamente diferente. La erudición es a veces más un obstáculo que una ventaja. Puede servir de subterfugio y racionalización, incluso de escape.

PREGUNTA: Además, la erudición no se queda con la mónada. En otras palabras, puede descontinuarse. ¿No es así?

RESPUESTA: Desde luego. Todo lo que es superficial se descontinúa. Sólo permanece lo que llega a las capas más profundas de su ser. Por eso es tan importante que integren sus emociones con su conocimiento exterior superficial, si este último sigue una línea ética elevada, como suele suceder.

Ese es todo el objeto de este Pathwork. Ya saben que, cuando mueren, no sólo su cuerpo físico se desintegra, sino también el cuerpo sutil exterior en una etapa subsiguiente. Nada de eso constituye su personalidad real. Estas capas externas son necesarias para realizar el trabajo en este plano terrenal, por lo tanto deben traer al exterior a la persona interna. Los cuerpos sutiles internos permanecen. Estas son las capas mismas que alcanzan cuando investigan a fondo sus emociones.

Una entidad puede encarnar con cierta cantidad de conocimiento. Su ambiente actual les puede ofrecer conocimiento adicional. A ustedes les corresponde decidir qué hacer con él. ¿Lo usan en un nivel superficial? Entonces este conocimiento se irá después de que el cuerpo sutil externo se desintegre. Pero si lo usan para integrar su ser real con este nuevo conocimiento externo con el fin de desarrollarse, entonces el conocimiento que tienen el privilegio de absorber en este ambiente habrá tenido su único uso valioso.

Todos y cada uno de mis queridos hermanos y hermanas humanos reunidos aquí: Reciban y absorban esta bendición divina que fluye a ustedes. Dejen que los fortalezca de la manera en que más lo necesitan, es decir, para salir y derribar los muros de su prisión. Estén dispuestos a hacerlo y luego acudan a Dios. Pero no esperen que Dios lo haga por ustedes. Él les mostrará la luz del amor y la ayuda. Valiente y noble es la persona que ha dicho “sí” a esta búsqueda. Y que muchos más de mis queridos amigos traspongan este umbral y dejen atrás el túnel oscuro. Bendiciones gozosas de amor los envuelven y los penetran. Queden en paz, queridos míos, queden con Dios.

Dictada el 21 de noviembre de 1958.