Conferencia 67. Preguntas y respuestas
Saludos. Les traigo bendiciones divinas, mis queridos hijos de Dios, bendita sea esta hora. Con gusto responderé a todas sus preguntas lo mejor que pueda.
PREGUNTA: Esta es una continuación de mi pregunta de la última sesión en la que inquirí sobre el árbol de la inmortalidad. Su respuesta parece aplicarse sólo al árbol del conocimiento, ya que el árbol de la inmortalidad debe ocultarse a nuestros ojos, no sea que debilite el instinto de sobrevivencia. Me parece a mí que el árbol de la inmortalidad tiene que ver con el hecho y no con el conocimiento de él.
RESPUESTA: El conocimiento no es lo mismo que la certidumbre o el sentido de la inmortalidad. Todas las religiones enseñan que el alma o el espíritu es inmortal. Sin embargo, el conocimiento que adquieres de afuera no puede darte la certidumbre interna de que la inmortalidad es una realidad. El conocimiento es diferente de la certidumbre, o del sentido de la realidad de la inmortalidad, que llega sólo después de cierta etapa de desarrollo. El conocimiento se le puede dar a cualquiera. Entonces depende del individuo si lo cree o no. Sin embargo, hay algo que no expliqué anteriormente. Mientras vivas en el mundo imperfecto de la irrealidad, de la ilusión, no eres inmortal en otro sentido; no sólo en el sentido de tener que soportar la muerte física después de cada vida y renacer y de nuevo transitar por la muerte física, sino también en el sentido de que la tristeza, la infelicidad, la oscuridad, la decepción, el dolor son, cada uno de ellos, una pequeña muerte siempre que los experimentas. Mientras no hayas salido mediante tu propio trabajo de esta oscuridad, que es resultado del error, no puedes estar en la vida eterna, en el sentido más elevado de la palabra. En ese sentido, la inmortalidad ha de entenderse como una felicidad y una alegría continuas. Lo que también significa el árbol de la inmortalidad es el sentido y el conocimiento de que esto existe.
PREGUNTA: En la última conferencia dijo usted en relación con la conciencia elevada que ya no nos asustará la gente mala. Pero, ¿cómo puedo no sentir miedo de los asesinos, los asaltos y todas estas cosas? Esto sigue siendo la realidad. Seguimos sintiendo el efecto de todo esto.
RESPUESTA: Sé que la respuesta a esta pregunta no es fácil de entender para cualquiera que viva con este miedo. Cualquier cosa que se diga se escuchará como meras palabras. Pero cuando llegues al centro de tus conflictos interiores, las causas de este miedo, verás el camino y adquirirás el conocimiento de cómo y por qué no tienes que temer nada, incluso antes de que estés realmente libre del miedo. Por lo menos verás el camino.
Siempre que encuentres tus conclusiones equivocadas en relación con un miedo específico, verás que el camino indica claramente que no necesitas tener miedo. Cuando hayas adquirido la plena comprensión de lo que significa la autorresponsabilidad, el miedo se disolverá porque sabrás sin asomo de duda que nunca dependes del capricho de otras personas; nunca te expones a coincidencias caóticas. Hasta que llegue ese momento, todo lo que pueda decirse acerca de este asunto será teoría. Pero temer no tiene sentido. La libertad y la seguridad que se obtienen de una autorresponsabilidad completa es algo que no puede transmitirse con palabras. Tiene que experimentarse. El alma sana no convocará la adversidad porque tiene la voluntad interior de ser feliz y no desea escapar de la vida de ninguna manera. La adversidad en cualquiera de sus formas es en realidad una respuesta a tus impulsos destructivos, no importa cuán ocultos e inconscientes sean.
Haber causado un contratiempo o una tragedia debe entenderse no sólo en el sentido de retribución, de suerte merecida, sino en el sentido de que la voluntad interior funciona autodestructivamente de alguna manera. Una vez que encuentres la razón por la que inconscientemente albergas tendencias y deseos destructivos, los modificarás con la comprensión de que no son una solución y, en consecuencia, te sentirás seguro. Siempre que te sientas inseguro, será a causa de ti mismo, nunca a causa de otros. Esta última es una de las mayores ilusiones de la Humanidad.
Algunos de mis amigos que han adquirido una percepción suficiente de sí mismos entienden algo de estas palabras.
Déjame decir esto también: Un demente tendrá miedos que la persona cuerda no tiene. Para el primero, estos miedos son muy reales. Cuanto más sana y sensata sea una persona, espiritual y emocionalmente, menos miedo tendrá. Esto se debe a la ausencia de tendencias autodestructivas o del funcionamiento negativo de la voluntad interior. Cuanta más confianza tienes en ti mismo, más confías en la vida en su conjunto. Pero esta confianza en ti mismo sólo puede venir con la solución de los conflictos y las desviaciones interiores.
Pero me gustaría sugerir a quien tiene estos temores que examine exactamente por qué tiene miedo sólo de estos acontecimientos y no de tantos otros contratiempos posibles en la vida. Pon estos pensamientos y sentimientos en palabras concisas. Encontrarás una razón más específica y personal que el miedo general que mencionaste aquí. Cuando encuentres tu razón específica perderás este temor. Sin esta búsqueda personal podrás, en el mejor de los casos, entender mis explicaciones en tu intelecto, pero el miedo permanecerá, o se manifestará de otro modo.
PREGUNTA: En conexión con esto, me gustaría preguntar: Suponga que soy atacado por un asesino y sobrevivo. En ese momento, sin embargo, ¿no experimentaría un miedo terrible y un choque, aun si ahora mismo no tengo miedo?
RESPUESTA: Sí, desde luego. Siempre que sucede algo que te duele o te deja en estado de choque, no puedes evitar estar en algún tipo de desarmonía. Esto es humano. Ningún ser humano puede estar tan desarrollado que no sienta esto. Pero eso no fue lo que quise decir. Yo hablaba del temor irracional de ser asesinado. Sólo en etapas puedes acercarte a la libertad. La primera etapa que puedes esperar alcanzar es liberarte del miedo de que algo pueda suceder, aun cuando no exista una razón o indicación específica de que ocurrirá. Pero cuando algo está ocurriendo o es probable que ocurra, entonces no puedes esperar tomar esto con ecuanimidad.
Consideremos ahora cuál sería la actitud de una persona relativamente sana. Ella sabe que ocasionalmente la vida trae infelicidad y dolor. También trae la muerte física. Parte de la aceptación de la vida es la aceptación del dolor y la muerte inevitables. La persona sana no les temerá excesivamente porque ha aceptado esto. Estas cosas pierden su terror una vez que la aceptación ha tenido lugar gracias a la comprensión. Ahora bien, si existe un terror específico con respecto a ser asesinado, pero no hay miedo, o muy poco miedo de la muerte de cualquier otra manera, debe de haber una razón en particular. La muerte puede ser más dolorosa en una enfermedad que consume lentamente o en un accidente. El asesinato puede ser una muerte más rápida y menos dolorosa que otras formas. Si otras formas de muerte son más o menos aceptadas y no excesivamente temidas, mientras que ser asesinado sí lo es, la clave podría residir en el factor de ser forzado a experimentar algo contra la propia voluntad, contra la voluntad de Dios, contra todo orden y justicia. Así, el miedo realmente es a ser expuesto indefensamente a una fuerza maligna y no tanto al dolor y la muerte. Si el niño que hay en ti madura, inevitablemente te darás cuenta de que eres tu propio dueño, que no tienes que ceder ante una persona “más fuerte”. Tal vez tuviste que hacerlo cuando fuiste niño, pero como adulto, la situación de la infancia ya no es válida. Una vez que entiendas esto y lo apliques a tu vida emocional, podrías descubrir que lo que realmente temías no era ser asesinado, sino que no tuvieras el derecho de gobernarte a ti mismo. Una vez que te percates de tu derecho al autogobierno, otros perderán su poder sobre ti.
Una vez que quede resuelto este conflicto psicológico y hayas adquirido madurez interior a este respecto, tu actitud será algo así: “La muerte y el dolor son desagradables. Un día me llegará la muerte. No pienso en eso ahora. No sé de qué manera llegará. Ni siquiera deseo saberlo. Pero confío suficientemente en mí mismo, en mi salud emocional, para que cuando llegue la hora pueda atravesar cualquier cosa que la vida me presente, pues sé que es imposible que tenga que soportar más de lo que pueda”. Esa es la actitud interna sana, sin pensar siquiera en eso.
PREGUNTA: Mi pregunta es acerca de una situación que está muy cargada de emociones en este tiempo de conflicto mundial. ¿Podría pedir un poco de paciencia para tener la oportunidad de plantear mi pregunta?
A fin de proveer a la Humanidad con las cosas necesarias de la vida, hay varios arreglos económicos, pero dos predominan de manera especial ahora. Uno se llama capitalismo, y el otro se llama comunismo. Como son arreglos, obviamente están sujetos al cambio para satisfacer las diversas exigencias de la necesidad humana. Sin embargo, los que están en el poder en ambos bandos, por impaciencia y frustración, a veces ignoran las leyes de Dios y tratan, por medio de la compulsión y las leyes de los hombres, de conseguir los arreglos que convienen a sus intereses. Todos los instrumentos de la persuasión se usan para lavarles el cerebro a las multitudes de que un camino lleva a la ruina y el otro a la utopía. Se despiertan pasiones y se agravan las provocaciones para ampliar las respectivas esferas de influencia y frustrar al adversario. Tenemos la Guerra Fría. La Cortina de Hierro no sólo separa al mundo geográficamente, sino que la cortina ideológica separa incluso a un prójimo de otro. En el momento actual, cerca de la mitad del mundo está comprometida con el colectivismo, y la otra mitad con el individualismo.
Recientemente el Papa convocó a una conferencia ecuménica para unir a toda la iglesia cristiana. Con esta convocación expresó específicamente su firme oposición al comunismo y pareció hacer del odio a este sistema un requisito de unidad cristiana. Pregunto, antes que nada, si esto es cristiano y si es congruente con las Escrituras, tanto en lo que se refiere a la actitud como en lo que atañe al concepto. La palabra “comunismo” tiene la misma raíz que otras como comunión y comunidad. Encuentro el comunismo clara y abundantemente expuesto en las Escrituras. Presento algunos versículos que apoyan esto.
Hechos 4:32-34-35: “La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común. No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad”.
Eclesiastés 5:9: “Además, el provecho de la tierra es para todos. El rey mismo está sujeto a los campos”.
Eclesiastés 5:13: “Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal”.
Mateo 6:19: “No acumulen para sí tesoros en la Tierra…
Mateo 19:24: “Otra vez os digo que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja que entrar un rico en el reino de los Cielos”.
Mi pregunta es múltiple, pero voy a reducirla a lo siguiente: “En el mundo espiritual, ¿cómo ven ustedes este conflicto y qué podemos hacer para resolverlo?
RESPUESTA: Te diré cómo vemos este conflicto. Como ya lo dije hace algún tiempo, el conflicto mundial es una réplica exacta del conflicto individual. Los elementos que constantemente observamos entre dos o varios seres humanos también juegan un papel en los conflictos de las naciones. Como sucede en los conflictos individuales, y por ende en los conflictos mundiales, con frecuencia un lado está más flagrantemente equivocado que el otro… y sin embargo, los dos están equivocados. Ideológicamente, ninguno de estos dos lados es ideal. Pero desde el punto de vista espiritual, lo que llamas comunismo no es lo que enseñan las Escrituras, porque las actitudes y leyes espirituales básicas están completamente ausentes en lo que hoy se llama comunismo. En primer lugar, la salvación de la Humanidad es vista sólo a través de soluciones materiales, y eso nunca puede ser. En segundo lugar, el individuo no cuenta en esta ideología. Se supone que el individuo sirva al Estado, y éste toma la forma de un dios. El individuo no tiene derecho a la libertad, ni siquiera hacia fuera. Unas cuantas personas en el poder se arrogan la facultad de ser jueces de lo que es bueno y lo que es malo para el individuo, no sólo transgrediendo la autoexpresión de la persona, sino también minando el sentido de autorresponsabilidad que, espiritualmente, es el acto más dañino imaginable. Nos preocupa menos la incomodidad del individuo que el efecto incapacitante que esto tiene en el alma.
Por lo tanto, la ideología en el llamado mundo libre se acerca más a lo que es sano desde el punto de vista espiritual, pese a las muchas imperfecciones que en esta etapa del desarrollo humano general son inevitables. Estas imperfecciones de cada sistema toman muchas formas y cada una tiene un efecto particularmente fuerte en el otro lado. Es como una pelea entre dos seres humanos. Si A tiene más razón que B, la mayor parte de los defectos y debilidades de A tendrán un efecto específico en B y éste enfocará toda su atención en estos defectos, y al mismo tiempo pasará por alto las buenas cualidades y características en las que A tiene razón.
A final de cuentas la salvación reside sólo en el autodesarrollo. Si más y más personas emprendieran este camino, ello tendría una tremenda e inimaginable influencia en la Humanidad en su conjunto. Si los líderes mundiales estuvieran en un camino como éste, seguramente vivirías en un mundo muy diferente, aunque no habría garantía de que cesaran los conflictos. Seguiría habiendo conflictos; no se vence la ceguera tan rápidamente. Pero los conflictos tendrían más oportunidad de resolverse pacífica y constructivamente por los dos lados. Cualquiera que no se mire primero a sí mismo para descubrir cómo contribuyó a la desarmonía no está verdaderamente en el camino. Desde luego, si está en el camino y observa lo esencial y la esencia de él, no puede ocurrir una gran tragedia, por lo menos no a la persona que está observando esta regla básica. Su observancia trae cierta objetividad y desapego del propio involucramiento e interés: exterior, consciente y material, o interior, inconsciente y emocional.
La paz y la armonía mundiales sólo podrán surgir cuando más y más personas sigan este camino de autoconocimiento, de comprensión de sus motivos y sentimientos más íntimos; especialmente las personas responsables. Esto va a suceder, va a extenderse, amigos míos. Llegará el día en que por lo menos a los líderes mundiales, los individuos que están en puestos de responsabilidad, se les exija pasar por algún tipo de instrucción por medio del cual obtengan un grado de autocomprensión. Antes de asumir cualquier puesto de responsabilidad, se les exigirá tomar un curso extenso en el que se enfrentarán con su propio ser, sanarán las corrientes enfermizas, ayudarán a madurar al niño que hay en ellos. Esto les permitirá dirigir sus asuntos de una manera muy diferente.
PREGUNTA: ¿Es posible que el efecto kármico de una encarnación anterior se presente sólo después de la segunda o la tercera encarnación sucesiva y no en la inmediatamente siguiente?
RESPUESTA: Sí, claro que es posible. Si las personas no saben lo que tú sabes, no hacen lo que tú haces, ignoran el significado de la autorresponsabilidad, sólo pueden llegar hasta cierto punto en una vida. A veces las personas no resuelven nada. Así pues, en vez de desahogar los efectos de encarnaciones anteriores, acumulan y coleccionan enredos nuevos además de sus conflictos no resueltos. Cuando los conflictos no se resuelven, crean otros nuevos en reacciones en cadena siempre en aumento. Así, serán incapaces de disolver toda la cadena en la encarnación siguiente. Lo más que puede esperarse es que resuelvan los problemas de los problemas, si entiendes lo que quiero decir. Y sólo en una vida posterior podrán hacer más para completar el trabajo de purificación. Es de esperarse que entonces el trabajo de purificación se extienda a lo largo de varias encarnaciones en las que no acumulen conflictos nuevos complicados por los viejos. De hecho, ¡esto sucede con frecuencia!
Recuerda lo que dije en la conferencia sobre el renacimiento, sobre la preparación del espíritu, de cómo ciertos conflictos permanecen en la superficie de la mente inconsciente y que el ambiente hace aflorar. Pero los conflictos más profundos, que vienen de encarnaciones anteriores, de muy atrás, permanecen muy ocultos. Sólo si resuelves todo lo que habías venido a resolver y te sigue quedando tiempo en la Tierra, parte de los conflictos más profundamente enterrados podrían salir a la superficie. De lo contrario, permanecerán en el alma hasta la siguiente encarnación.
PREGUNTA: ¿El karma positivo funciona también de esta manera?
RESPUESTA: Sí, también sería así. Se basa exactamente en el mismo principio. Un buen resultado que te hayas ganado, el buen efecto de una buena causa tuya, podría ser un obstáculo en este momento en particular. Con este resultado positivo podría resultarte imposible resolver los malos efectos acumulados que has causado. Por lo tanto, tal vez se quede atrás y se utilice en un momento en que no sea un obstáculo.
PREGUNTA: En vista de que los seres humanos somos todos espíritus caídos con muchas imágenes de larga duración, con conclusiones equivocadas, conceptos falsos, compulsiones, etcétera, que se entretejen todos en el retrato de nuestra alma y en nuestra personalidad interior total, ¿hay alguna acción importante o patrón, hábito o inclinación constante en nosotros que tenga exclusivamente motivos sanos?
RESPUESTA: No es fácil responder a esta pregunta. Sí y no. Depende del ángulo o punto de vista desde el que veas esta cuestión. Si consideras todo el mecanismo del alma, con todas sus corrientes, actitudes y tendencias, no hay ninguna cosa separada. Todo opera junto como los engranes de una rueda, como una rueda pequeña mueve a la otra. Pero si enfocas la atención en una corriente específica, esa corriente en sí puede ser sana. Puede ser completamente luminosa, sin oscuridad, sin sombra, así que encuentras una buena cualidad que se manifiesta de una manera perfectamente sana. La corriente y la manifestación son impolutas, sin diluir, inmaculadas. Pero esa misma buena cualidad, en un área diferente de tu vida emocional, puede afectar a una corriente malsana y contribuir a una distorsión, de manera que ésta se fortalece debido a la buena cualidad. En un caso así, la buena cualidad no sólo fortalece una mala, sino que se vuelve una distorsión en sí. Si enfocamos la atención en áreas particulares de tu ser, encontraremos muchas de estas luces, pues así es como vemos lo impoluto. Pero en conjunto, todo está interconectado.
PREGUNTA: Quiero preguntar sobre el hipnotismo. Ha habido muchos comentarios en la prensa últimamente acerca de los posibles efectos adversos que sufren los sujetos hipnotizados. ¿Nos puede hablar un poco de eso?
RESPUESTA: Naturalmente, puede tener efectos adversos. Lo mismo se aplica a cualquier otra cosa. El hipnotismo no es bueno o malo per se. Depende de cómo se use. Muchas consideraciones desempeñan un papel para determinar si es o no dañino. Por ejemplo, si los motivos no reconocidos, egoístas o vanos juegan un papel, el efecto puede ser malo. De hecho, los motivos exteriores egoístas, plenamente reconocidos por el hipnotista, pueden ser menos dañinos que los no reconocidos. Por lo tanto, una persona que practique el hipnotismo a fin de explotar a otros puede a veces causar menos daño que la persona que está consciente de los mejores motivos, pero desconoce ciertas inseguridades, lo que hace que un temperamento específico alivie esta inseguridad adquiriendo poder sobre otros.
Esto no sólo se aplica a los campos de la psique, es igual de importante con cualquier tipo de maestro o persona que tenga influencia sobre otros. Y sin embargo, no puede haber daño para otro individuo cuya voluntad interior no lo convoque debido a sus tendencias autodestructivas. La autodestructividad siempre sabrá cómo encontrar la destructividad. Si es necesario, logrará “exprimirla” de una persona que tenga un mínimo de ella, pero que, en este caso específico, despliegue lo máximo de lo que es capaz porque ha sido desencadenada por la autodestructividad. Estas son las leyes y los mecanismos, aparentemente misteriosos, pero muy reales, de las fuerzas psíquicas. Este conocimiento te dará el sentido de la aparente contradicción, el enigma que hay que resolver de cómo, por una parte, debes ser cauteloso y sentirte responsable, mientras que por la otra debes saber que nada inapropiado puede suceder arbitrariamente. Pero esto no debe hacer que te lances a hacer las cosas con descuido.
Así que siempre regresamos a la importancia de la autocomprensión. No tienes que estar libre de todos tus conflictos antes de ayudar a otros. Si eso fuera necesario, no existiría la ayuda en esta esfera terrenal. Pero la máxima ayuda existe en conjunción con una libertad interior máxima. La conciencia de los propios obstáculos, y de su naturaleza exacta, ya es mucho… y también es muy raro.
En cuanto al hipnotismo mismo, también depende de cómo y con qué fin se usa. Puede ser útil de muchas maneras. Pero hay aspectos de él que son dañinos, aun si el hipnotista satisface los requerimientos expresados. Por ejemplo, los síntomas, que servirían para que la persona encontrara su causa, pueden desaparecer con la hipnosis. Esto puede aplicarse a los síntomas tanto físicos como emocionales.
Si el hipnotismo se usa sólo para volver la vida más agradable por el momento, sin tratar de encontrar las causas subyacentes, entonces no es constructivo. Sin embargo, si se usa para brindar cierto alivio sin dejar de buscar las causas interiores, o si se usa con el objetivo de adquirir un mayor autoconocimiento, entonces puede ser constructivo. Todo esto exige comprensión y discriminación, juicio… y desde luego un grado máximo de madurez y libertad con respecto a los propios conflictos.
PREGUNTA: También quisiera preguntar sobre los efectos de la sugestión poshipnótica. ¿Es algo que perdura?
RESPUESTA: No, no perdura. No si no se renueva constantemente. Lo que no es parte de la naturaleza de la persona no puede perdurar. No lo olvides, no es nada más que sugestión. Una sugestión que se obedece sin ser parte de la personalidad no puede tener un efecto duradero. Hay muchas otras maneras, métodos, sistemas que operan mediante el poder de la sugestión; muchos movimientos metafísicos hacen precisamente eso. La sugestión tiene que reefectuarse constantemente. De lo contrario se agota. Cada vez que se renueva por la fuerza, se necesita un esfuerzo interior más fuerte que, inevitablemente, crea una tensión interna. La mejor manera de hacer esto es averiguar por qué lo que es deseable no puede producirlo naturalmente la personalidad misma sin que sean necesarios los efectos poshipnóticos. Si esto puede responderse y explorarse hasta el fondo, de manera que ocurra una comprensión más profunda, nada se interpondrá en el camino de producir el estado más feliz o más deseable que, de otro modo, es producido por la sugestión. Pero aquí también hay excepciones, naturalmente. Hay casos en que la sugestión poshipnótica puede ser constructiva y fructífera.
PREGUNTA: ¿Qué determina la susceptibilidad del sujeto a la hipnosis?
RESPUESTA: El poder de soltar. El poder de renunciar al ser con todas sus defensas. Un “mal sujeto” se aferra en todo momento a los cuerpos sutiles, generalmente por un temor desconocido. No obstante, si una persona es “mal sujeto” sólo en ciertos momentos, las razones pueden ser diversas. Una podría ser la falta de confianza en el hipnotista, aunque esto puede ser enteramente inconsciente. O podría ser que un problema no resuelto, una desviación inconsciente del hipnotista, afecte específicamente a una persona debido a una correspondencia. Así pues, ser un “mal sujeto” podría en ocasiones ser un mecanismo de defensa sano e inconsciente. En el caso de una persona que siempre es un “mal sujeto”, ello indica un gran aferramiento, un miedo y una desconfianza generales de la vida en su conjunto que se manifiesta de esta manera. Puede no ser importante ser un “buen sujeto”, pero esto puede ser sólo un síntoma entre muchos otros. Por favor no sobresimplifiquen al creer que todos los que son “buenos sujetos” están libres de este aferramiento al ser, o que no tienen miedo ni desconfianza de la vida. Los miedos pueden manifestarse en otros sentidos.
Una persona que es un sujeto demasiado bueno puede poseer corrientes malsanas. Su facilidad para ser hipnotizado puede ser indicación de algún desequilibrio. Puede haber una fuerte inclinación inconsciente a perder el poder sobre el ser porque la mente consciente se aferra demasiado fuertemente. Esto puede afectar el sentido intuitivo de la discriminación. Una persona sana cooperaría en algunos casos y en otros no.
PREGUNTA: Tal como lo explica usted, parece que fuera deseable ser sujeto de hipnosis.
RESPUESTA: No digo eso, ni digo que sea incluso necesario. Sólo he dicho que en muchos casos no es deseable. Pero la incapacidad total de ser hipnotizado es síntoma de una condición que debe ser examinada. La misma condición puede producir otros síntomas también. Es importante eliminar la causa no por los síntomas sino porque indica algo. Semejante rigidez produce efectos adversos en otras áreas de la vida que son importantes para la persona. No digo que deban ponerse como meta ser un buen sujeto de hipnosis. Eso en sí puede no tener ninguna importancia, pero si saben que esa es la situación, véanla como síntoma sin obsesionarse con la hipnosis misma.
PREGUNTA: ¿Se refiere usted a una persona que quiere ser hipnotizada y no puede?
RESPUESTA: El término “mal sujeto” se refiere a las personas que no pueden, aun si lo desean. Ahora bien, como ya lo dije, para la mayoría de las personas puede ser enteramente innecesario experimentar la hipnosis. Pueden ir por la vida siendo perfectamente felices y sanos sin ella. Lo que importa no es necesariamente convertirse en un “buen sujeto”. Lo importante es que si una persona nunca puede ser hipnotizada, esto puede indicar una rigidez que debe eliminarse por otras razones. Asimismo, ser un sujeto demasiado bueno puede indicar algo más que debe eliminarse.
PREGUNTA: ¿Diría usted en general que hay que despreocuparse de la hipnosis?
RESPUESTA: No, tampoco digo eso. Dije que puede ser constructiva si se le entiende bien, se le usa bien, y si sirve para resolver los propios conflictos interiores hasta cierto grado, o si la personalidad del hipnotista es libre hasta cierto grado, sin compulsiones, sin miedos, sin incertidumbres, y si se siente a gusto con la vida y con la gente.
PREGUNTA: Si el hipnotista tiene que ser libre y el sujeto también, parece haber muchos requisitos que satisfacer antes de que esto sea posible.
RESPUESTA: El sujeto no tiene que tener esa salud interior. Puede buscar la ayuda para ser libre. En algunos casos la hipnosis ayuda en este sentido. Una persona puede ser un “buen sujeto”, pero aun así necesitar ayuda de muchas otras maneras. Como ya lo dije, ser un “buen sujeto” no significa ser emocionalmente libre y tener libertad interior. Lo mismo se aplica a un analista, que también tiene que ser relativamente libre y emocionalmente maduro. Un analista, así como un hipnotista, no tiene que ser completamente perfecto y purificado, pero debe tener cierto grado de equilibrio, y por lo menos la conciencia de dónde residen las principales dificultades del ser. En lo que se refiere al paciente, o sujeto, lo único que necesita es la voluntad de cooperar. La voluntad exterior es insuficiente en ambos casos. La voluntad interior tiene que ser mayor que la resistencia interna. De otro modo, el éxito es imposible.
Para dejar esto perfectamente claro, el conocimiento de dónde y por qué uno sigue careciendo de libertad es muy importante, y el hipnotista puede ayudar, incluso cuando se topa con un problema del sujeto que él también tiene. Entonces la ayuda que da el hipnotista también le ayudará con su propio problema. Y por medio de la autoayuda el hipnotista ayuda más a la otra persona. Pero a fin de hacer eso, uno tiene que ser consciente del conflicto para empezar. Si esta conciencia no existe, no se puede brindar ayuda, por lo menos en un conflicto específico que muy bien podría ser muy importante para el paciente. No necesitas haber superado todos tus conflictos antes de poder ayudar a otros, pero tienes que entender su esencia.
PREGUNTA: ¿Cuándo sabe un hipnotista que esta listo?
RESPUESTA: Lo sabe después de experimentar ciertos logros, ciertas victorias, de haber perdido ciertos miedos, de haber adquirido una confianza en sí mismo que no tenía antes, de haber superado una timidez; y, sobre todo, de haber entendido plenamente sus propios conflictos internos. Cuando pueda encontrar un común denominador de todos sus diversos síntomas y problemas; no mediante un laborioso proceso de pensamiento, sino porque todas las piezas están cayendo en su lugar como resultado del trabajo terminado… entonces sabe que está listo.
PREGUNTA: En cierta ocasión usted dijo que el conocimiento espiritual, una vez adquirido, en cualquier vida, jamás se pierde. ¿Cómo explica entonces la respuesta que dio hace un rato de que parte del karma bueno puede posponerse?
RESPUESTA: No, no es lo mismo. Lo que dije antes se refiere a los buenos resultados, a cierto disfrute, a condiciones que uno se ha ganado, por decirlo así. Esto podría ser un obstáculo para el desarrollo. Pero el conocimiento interno permanece. Ese no se borra. Eso jamás sería un obstáculo. Una vez que lo adquieres gracias a tus esfuerzos, se queda contigo en todo momento. Te ayudará a eliminar la ignorancia y la ceguera. El conocimiento que has obtenido siempre será tuyo, independientemente de las circunstancias de tu vida.
Los bendigo a todos, queridos míos, con nuestra fuerza y amor, con nuestra calidez. Les pido que abran sus corazones y traten de sentir la fuerza que está aquí, en esta habitación. Que aligere su camino y alivie su carga. Que les dé la fuerza para mirarse, para entender más y más sus conflictos y errores internos que los agobian tan innecesariamente; ni siquiera se imaginan cuánto. Sabrían lo inútil que es llevar esta carga si tan sólo se miraran por dentro, en vez de siempre tratar de encontrar las soluciones afuera. Allí no las encontrarán. La única manera satisfactoria puede ser volviéndose hacia dentro, no importa lo remota que pueda parecer la conexión a primera vista.
Dios les manda bendiciones con un énfasis particular para fortalecerlos en esta dirección. Encuentren las respuestas en ustedes siempre que tengan un conflicto, un desacuerdo, un malestar en la vida, no importa lo obvio que pueda parecerles el defecto de la otra persona. Encuentren su propio involucramiento y estarán en paz. Habrán hecho lo único constructivo. Una y otra vez hago hincapié en esta verdad, pues no hay nada más importante o más válido que puedan usar en este momento en su vida.
Vayan con este pensamiento en la mente, traten de usar su voluntad interior con este fin, queridos míos. La próxima vez hablaré de un tema un tanto difícil por su contenido y su enfoque, pero que será muy importante para todos ustedes.
¡Queden en paz, queden con Dios!
Dictada el 10 de junio de 1960.