Conferencia 98. Ensoñaciones fantasiosas
Saludos, mis muy queridos amigos. Dios bendiga a cada uno de ustedes. Bendita sea esta hora.
Cada paso hacia delante en este camino los acerca más a una poderosa corriente eterna en el universo. Pueden llamarlo la fuerza vital, un aspecto de Dios, la razón pura, el amor puro o el ser puro. Cada pequeña victoria puede darles una vislumbre ocasional de la gran libertad y la felicidad indescriptible de formar parte de esta corriente eterna. La Humanidad está separada de esta corriente por obstrucciones en la psique, como el egoísmo, el egocentrismo, el temor y la cobardía. Cada vez que tan siquiera una partícula de estas obstrucciones se elimina, aunque sea sólo por un reconocimiento momentáneo, las personas experimentan libertad, renovación y más sentido a su vida.
Desde nuestro punto de vista los vemos parapetarse detrás de un muro de separación. Este muro es una forma inútil e ilusoria de autoprotección. A final de cuentas es simplemente una barricada contra la felicidad y la libertad. Así que, amigos míos, dense cuenta para siempre de que la meta de disolver sus obstrucciones es la de permitirles entrar en el gran flujo de la corriente eterna. La razón fundamental de vivir es hacer su vida significativa, pero sin estar incorporados a esta corriente, esto no puede suceder.
Muchas personas sienten que la vida no tiene sentido, sean conscientes o no de estos pensamientos. Además de un exitoso autodescubrimiento, hay otro enfoque que les ayuda a alcanzar el punto en que la vida adquiere un significado nuevo. Pregúntense cuál es el propósito de lo que hacen o lo que quieren. ¿Incluye su propósito a otras personas, o es por la satisfacción que obtienen de la actividad misma? Si desean encontrar un significado a su vida, cultiven el pensamiento: “Deseo alcanzar no sólo mi propia meta miope e inmediata, sino dar a otros un sentido, ayuda y felicidad también”. Si este pensamiento es sincero, ¿qué mejor oración puede haber? ¿Qué oración de este tipo no sería respondida?
La persona interior suele cultivar este deseo sin ser consciente de él. Entonces empiezan a pasar cosas. Y a la inversa, la persona interior puede resistirse a salir del muro de separación, aunque haya cierta buena voluntad exterior. Entonces no pasa nada. La vida sigue careciendo de sentido. Entonces la vida real es constantemente aplazada. Cuando éste sea el caso, entiendan que no están dispuestos a salir de su aislamiento interior. Son demasiado miedosos y egoístas, demasiado egocéntricos en un sentido negativo, para derribar las barreras entre ustedes y otros, así que no pueden experimentar la vida plenamente.
Este nuevo enfoque puede ser importante para muchos de mis amigos. Puede ser una manera más directa de lidiar con algunos de sus problemas de vida inmediatos. Si no pueden progresar y adquirir una percepción interior suficiente para acabar con la insipidez y el sinsentido de su existencia, intenten este enfoque junto con su manera habitual de trabajar y autoexplorarse. i pueden comprobar que son reacios a dar a los demás, y que incluso cuando dan lo hacen por un sentido del deber, esta conciencia producirá cambios en ustedes y los preparará para renunciar a su aislamiento interno.
Y ahora, amigos míos, me gustaría abordar un tema nuevo: la ensoñación fantasiosa. Entendamos su origen, su perjuicio y su beneficio, pues sí hay un beneficio, aunque muchas veces precario.
Básicamente, existen dos tipos diferentes de ensoñación fantasiosa, Una viene de pensamientos que surgen de impulsos. Estos impulsos están conectados con su imagen idealizada de sí mismos, su autoglorificación, sus sentimientos de insuficiencia y su falta de confianza en sí mismos. No existe un ser humano que no se permita tener fantasías, aun conscientemente en ocasiones. En ellas, se ven en situaciones en las que demuestran a quienes los han desairado lo superiores o grandes que son. En estas ensoñaciones son admirados en vez de desairados, y experimentan satisfacción, venganza y orgullo gratificado. Así disfrutan vivir de una manera que es exactamente contraria a sus sentimientos arraigados de insuficiencia e inferioridad. “Corrigen” su indeseable realidad con la fantasía.
Obviamente, es dañino invertir energía valiosa en estas ensoñaciones fantasiosas; energía que podría usarse mucho más constructivamente en buscar la raíz de sus sentimientos de insuficiencia y eliminarla. Al vivir en estas fantasías, pueden experimentar un alivio momentáneo, pero es puramente ilusorio. No basta decir que soñar despierto es escaparse de la realidad. Esto es cierto, pero entendamos más precisamente cómo sucede esto. Si se resisten a encontrar la verdad acerca de ustedes mismos, que han cometido errores y se aferran a los conceptos falsos, no pueden aceptarse. Tampoco pueden aceptar a otros ni a la vida como un todo. Por lo menos, no pueden aprender a aceptar las áreas que están afectadas por sus problemas. Así que se deshacen de estas ineficiencias experimentando lo contrario en la fantasía. Es cierto que la fantasía trae alivio a una vida gris, pero la disponibilidad de este alivio obstaculizará sus esfuerzos por encontrar la causa y el efecto de sus problemas e instituir patrones más constructivos.
Sin embargo, la ensoñación fantasiosa también ofrece un beneficio. Como no se buscan remedios realistas, la actividad de corregir la vida en la fantasía elimina la agresión, la hostilidad y los impulsos destructivos. Otro beneficio es que las ensoñaciones hacen las veces de síntomas. ¿Cómo se puede detectar una enfermedad si no hay síntomas? Si una enfermedad física está oculta en un órgano interno, sin producir ningún síntoma, no hay oportunidad de buscar y tratar la causa antes de que sea demasiado tarde. El mismo mecanismo se aplica a la vida de su alma.
No obstante, la mayoría de las personas disfrutan de los síntomas—las ensoñaciones—y no desean reconocerlas por lo que son; por lo tanto, no se benefician de ellas. Simplemente usar alguna forma de disciplina para reprimir su deseo de soñar despiertos a fin de mejorar su vida no servirá de nada. Causará más ansiedad, con diferentes expresiones y síntomas. Es mejor crear un poco de distancia de esta actividad observando el patrón específico de sus ensoñaciones. Anótenlas. Dense cuenta de su objetivo general. Esto les ofrecerá material invaluable acerca de la raíz de sus problemas. En vez de reprimir las ensoñaciones o permitírselas sin tratar de observar y entender, véanlas como los síntomas útiles que son. De esta manera, harán de una actividad destructiva una constructiva, mientras aún les parezca necesario. Su psique renunciará a ellas en la medida en que aprendan a amar la vida en realidad. Entonces las ensoñaciones simplemente cesarán por sí mismas. Este cese tiene que ser un proceso natural y orgánico.
La segunda categoría de la ensoñación fantasiosa es emocional y proviene de necesidades y no de impulsos. Sus necesidades reprimidas y no reconocidas pueden crear una fuerza aún mayor, sólo porque están reprimidas. Esta fuerza debe entonces encontrar una salida. Si la satisfacción sana de las necesidades es obstruida por medio de sus seudosoluciones, sus miedos poco realistas y sus imágenes erróneas, que paralizan su energía e ingenio constructivos, entonces se vuelve necesaria una salida imaginaria. La realización física, emocional, mental y espiritual es posible entonces sólo en la fantasía. Esto es realmente un alivio y no simplemente un escape de una realidad gris.
Cuando no están dispuestos a dejar su aislamiento, no pueden satisfacer sus necesidades. Como ya lo saben por pláticas anteriores sobre este tema, o reprimen la conciencia de sus necesidades o las desplazan a necesidades sobreimpuestas que no son genuinas. Este desplazamiento crea confusión y nudos. Paraliza su espontaneidad, su capacidad de sentir, de vivir y de experimentar la realidad. Esto, su vez, crea muchos círculos viciosos, que luego vuelven todavía más difícil romper con el patrón destructivo. Como su psique se niega a que se le prive de una vida real, la presión acumulada muchas veces necesitará una salida. Entonces podrían experimentar cierta realización en la ensoñación. Observar y evaluar sus ensoñaciones puede ayudarlos a categorizarlas. Es muy probable que produzcan realizaciones fantasiosas para sus necesidades tanto reales como falsas.
Cuanto más satisfactoria sea su realización fantasiosa, menos incentivos tendrán para resolver sus problemas de modo que su realización pueda volverse real. En la fantasía viven una vida propia detrás de sus muros de aislamiento y pueden dirigir todo como les plazca, sin ninguna interferencia de otros y sin toparse con obstrucciones. Así, la fantasía parece más deseable que la vida. Pero cuanto más vivan en estas ensoñaciones, menos posible les será lidiar con las obstrucciones exteriores y más crecerá su poder sobre ustedes. Finalmente llegarán a creer que la satisfacción real es imposible porque no pueden dirigir a las personas y las circunstancias como les gustaría hacerlo. Esta visión negativa de la realización es, desde luego, totalmente falsa, ya que sí es posible a pesar de que no todo suceda exactamente cuándo y cómo lo desean. Pero es posible sólo si son flexibles y fluyen con la corriente de la vida. Debido a la convicción inconsciente de que en realidad la satisfacción es imposible, pueden retraerse por completo de la vida y dejar de tratar de alcanzar la satisfacción real de sus necesidades. La seudorrealización precaria es por lo menos algo, y parece mucho más de lo que son capaces de experimentar en este momento. Determinen si esto es cierto en su caso y hasta qué grado. ¡Esto resultará muy benéfico y sano!
Algunas ensoñaciones de este tipo podrían incluso estimularlos a buscar la satisfacción en la realidad. En ese caso, las ensoñaciones sí tienen un efecto benéfico. Todo depende del nivel en que las produzcan y de cuál es su actitud hacia ellas.
Cuanto más inmaduros sean los individuos, más “exitosas” serán sus ensoñaciones y menos capaces y dispuestos estarán a vivir su vida en el aquí y el ahora. Desean el control completo de las circunstancias, que sólo pueden tener en la fantasía. Esto también opera a la inversa, de modo que cuando tratan de ser flexibles y resilientes al hacer frente a las circunstancias exteriores que no concuerdan del todo con sus ideas preconcebidas, se sentirán menos capaces de experimentar la satisfacción. La discrepancia entre las ensoñaciones en las que pueden hacer que otros se comporten, sientan y reaccionen como ustedes quieren, y la realidad, que suele ser diferente y exige flexibilidad y paciencia, es demasiada para ustedes. Así pues, prefieren vivir en un mundo imaginario de satisfacción futura, con la expectativa de que la fantasía de hoy se convertirá en la realidad de mañana. Desde luego, ese mañana nunca llega. La realidad nunca se ajusta a la fantasía que ha sido laboriosamente preparada en la ensoñación; esto causa frustración. En la verdad, la realidad es infinitamente más satisfactoria que las ensoñaciones, pero uno necesita valentía y flexibilidad; uno tiene que renunciar a la necesidad de controlar todo, desechar los modelos y vivir espontáneamente.
Todo esto debería demostrar sin duda alguna que el daño de las ensoñaciones es que puede impedirles vivir en la realidad.
Ahora bien, ¿cuál es el beneficio de estas ensoñaciones? Presenta síntomas de los cuales pueden adquirirse muchas percepciones interiores; puede estimularlos a vivir más plenamente. Asimismo, puede funcionar como barómetro de los cambios interiores. La cualidad emocional diferente de sus fantasías y el tipo de satisfacción que derivan de ellas pueden indicarles efectivamente la dirección de su crecimiento. Determinar esto es muy benéfico.
Además, las ensoñaciones de este tipo estimulan la conciencia de las necesidades reprimidas. A estas alturas ya apreciarán lo importante que es esto. Pero, amigos míos, con frecuencia sólo están vagamente conscientes de sus necesidades, o si están conscientes de ellas, no las evalúan. Se permiten sentir estas necesidades sólo cuando sueñan despiertos. En el momento en que entran en la vida real, apagan esta conciencia y viven como si esta otra parte de ustedes no tuviera nada que ver con el resto de su vida. Su reacción a la vida real crea una escisión que podría repararse por medio de una mayor conciencia. El perjuicio de las ensoñaciones, entonces, reside en que no aprovechan los beneficios que podrían traer a su vida real.
Una conciencia acrecentada de sus ensoñaciones puede traer muchos beneficios. Mi consejo a ustedes en este camino es que, cuando se encuentren sumergidos en estas fantasías, adopten un enfoque nuevo. Observen, evalúen, sopesen y determinen—sin tensión, compulsión ni presión—tranquila y serenamente. Hagan de las ensoñaciones el síntoma útil que se supone que deben ser aprendiendo acerca de ustedes mismos, de sus necesidades reales, de sus impulsos y de su seudorrealización en fantasías, y acerca de su propósito.
¿Hay preguntas acerca de este tema?
PREGUNTA: Yo sueño despierto con mucha frecuencia. Cuando dejo de hacerlo, mis miedos se activan. Cuando éstos se desvanecen, empiezo a soñar despierto otra vez. ¿A qué se debe esto?
RESPUESTA: Porque, amigo mío, ambos tienen el mismo común denominador, la misma raíz. Ambos son una expresión de tu autoenajenación. Sabes perfectamente bien, gracias a tus hallazgos recientes, que tus miedos conscientes no son tus miedos reales. Son miedos desplazados. Son los miedos que querrías tener y no el miedo básico que no deseas encarar: el miedo de ser tú mismo. Como éstos no son tus temores reales, representan, por lo tanto, el mismo mecanismo de escape que tus ensoñaciones. Experimentas, por lo tanto, miedos sustitutos y realizaciones sustitutas. Como no te enfrentas al problema de ser tú mismo, no puedes tener la realización a la que todo el mundo aspira por dentro. Por lo tanto, creas realizaciones sustitutas, que experimentas parcialmente en la fantasía. Es como si tu psique dijera: “Mientras no tenga que enfrentarme a mi miedo real, no me molesta tener otros miedos. Pero mientras permanezca con esta actitud, no puedo realizarme; por lo tanto, necesito realizaciones sustitutas”. Una está atada a la otra. Por esta razón alternas entre experimentar seudotemores y seudorrealizaciones en tus ensoñaciones.
PREGUNTA: No puedo conectar mis ensoñaciones y mis miedos de una manera concreta.
RESPUESTA: Eso no es necesario. Si te enfrentas a la razón por la que tienes miedo de ser tú mismo y partes de ese punto, las otras partes del rompecabezas embonarán. Si lo deseas, puedes observar la naturaleza de tus ensoñaciones y la naturaleza de tus miedos, y podrías descubrir la conexión que acabo de indicar.
PREGUNTA: ¿Cuál es la diferencia entre impulsos y necesidades?
RESPUESTA: Una necesidad es una función muy básica de la entidad humana. Una necesidad es algo real, a menos que esté desplazada o sobreimpuesta por una irreal. Un impulso, como dije antes, viene de las compulsiones, que, a su vez, vienen de errores conceptuales, de las imágenes, de tu falta de creencia en ti mismo, de tu imagen idealizada y de tu recurso a las seudosoluciones. Estas fallas crean impulsos compulsivos. Las necesidades, por otra parte, pueden convertirse en deseos malsanos.
PREGUNTA: Si una persona nunca sueña despierta, ¿es esto una señal de falta de imaginación o de madurez?
RESPUESTA: Puede ser una señal de madurez, pero no siempre es eso. Podría constituir una sobresimplificación apresurada responder a esta pregunta con una explicación de “esto o lo otro”. Si una persona no sueña despierta conscientemente, eso puede indicar algo, pero no necesariamente una falta de imaginación. Esta es una etiqueta que no la llevaría muy lejos, pues, ¿qué es falta de imaginación? Puede significar que tus facultades creativas están inhibidas. No tener ensoñaciones conscientes puede indicar también resignación o estancamiento. Esto puede sonar paradójico, porque acabo de decir que una superproducción de ensoñaciones, a expensas de la vida real, es malsana. Ahora te estoy diciendo que no soñar despierto puede ser también malsano y un síntoma de problemas no resueltos. Sin embargo, muchas veces es así.
La presencia de un síntoma puede indicar algo muy similar a su ausencia. Muchas ensoñaciones a costa de la vida real pueden indicar que una parte de la psique no está reconciliada con la vida. Muy pocas ensoñaciones, por otra parte, pueden indicar una renuncia interior. Determinar con exactitud si es una cosa o la otra depende del tipo de ensoñación, además de otras consideraciones.
La pérdida de deseos, anhelos y metas, o la desesperanza acerca de ellos, que viene de no atreverse a dejar el aislamiento y la separación, puede paralizar tanto la fuerza vital que la persona ya no se esfuerza en ninguna dirección, ni siquiera en la fantasía. Pero es muy imposible dar una respuesta sencilla.
PREGUNTA: ¿No suele ocurrir que cuando uno es más joven sueña despierto, pero cuando va envejeciendo y sabe que estas metas ya no son alcanzables, renuncia por completo a las ensoñaciones?
RESPUESTA: Desde luego. Pero con frecuencia no se ha renunciado a las ensoñaciones, sino que éstas toman una forma diferente.
PREGUNTA: Me siento confundido acerca de la armonía y la felicidad. Siempre pensé que eran la misma cosa. Asimismo, se dice que las leyes universales son armoniosas, pero muchas manifestaciones de la naturaleza no son armoniosas en absoluto.
RESPUESTA: Tú ves sólo fragmentos de estas leyes. Si ves un fragmento como un todo, no puedes percibir su significado y, por lo tanto, no entiendes la armonía. De hecho, un fragmento puede incluso parecer lo contrario del todo, aunque es cierto que en un estado más elevado de ser la armonía y la felicidad son lo mismo, así como el amor, la verdad, la sabiduría y cualesquiera otras manifestaciones divinas, son una sola cosa. Cuanto más bajo es el estado del propio desarrollo, menos parecen estas manifestaciones ser una misma cosa. Por ejemplo, una verdad puede doler, por lo menos temporalmente. Para una persona espiritualmente desarrollada, la verdad más desagradable tendrá un efecto liberador y, por ende, ya no será contraria al amor. Cuanto menos desarrollado estés, más experimentas la verdad desagradable como dura y nada amorosa. La separación de conceptos existe donde hay imperfección y separación del alma. La unificación de estos conceptos, cuando todos se convierten en uno, llega a medida que procede el desarrollo, y con él crece la conciencia de la realidad. Cuanto más estás en la realidad, más se abre tu perspectiva y más se unen los muchos fragmentos pequeños para formar un todo. Esta fusión se percibe entonces en el individuo, así como en el universo.
Todos los universos de la creación se ajustan al estado promedio de las entidades que habitan esa esfera cósmica específica. Por lo tanto, la armonía de las leyes universales debe expresarse a veces en su aparente dureza. Sin esta dureza, la unificación no podría tener lugar. Esto no significa, amigos míos, que esto sea un castigo de un Dios arbitrario. Es inherente a las leyes que operan de acuerdo con sus condiciones ambientales. Por ejemplo, una corriente eléctrica se manifestará de manera diferente en un ambiente mojado que en uno seco. Las poderosas fuerzas de las leyes universales son determinadas por el “clima” existente en cualquier momento dado. En otras palabras, lo que ustedes hacen con las leyes determina su manifestación. El que esto se haga consciente o inconscientemente no importa. Así pues, las leyes pueden tener a veces un efecto benigno, y en otras ocasiones uno momentáneamente negativo. Pero incluso eso está diseñado para establecer el equilibrio a la larga.
PREGUNTA: A veces, cuando uno tiene un problema no resuelto y se va a dormir relajado, con la intención de que el problema se resuelva, uno despierta con la solución. Entonces me parece que la mente inconsciente lo ha resuelto…
RESPUESTA: Cualquiera que sea la terminología que usemos, en realidad sólo hay una cosa importante que saber acerca del significado del inconsciente, y ésta es la falta de conciencia. En estado inconsciente, no te das cuenta de nada. Desde luego, hay grados. No te imagines que tu mente inconsciente es una supercriatura perfecta y sabia, ni un animal monstruoso. Muchas personas tienen actitudes extremas hacia su inconsciente. La mente inconsciente no necesariamente tiene nada que ver con tu ser real, con el Ser Superior ni con el Ser Inferior, la parte que niegas. Ambos lados de tu naturaleza pueden ser en parte conscientes y en parte inconscientes.
Por ejemplo, puedes estar consciente de ciertos aspectos tuyos, o de conceptos generales, pero no estás consciente de todo su significado. Tu conciencia no está ni completamente ausente, ni completamente presente. Así pues, existe un grado de conciencia.
El hecho de que puedas resolver ciertos problemas durante el sueño instruyendo a tu mente inconsciente ocurre porque tienes conocimientos de los que no te das cuenta. En ciertos estados de relajación y concentración, tales como concentrarte en la voluntad de encontrar una solución antes de dormirte, el conocimiento inconsciente puede llegar a la conciencia superficial. Todos tus esfuerzos en esta esfera terrenal tienen el objeto de acrecentar tu conciencia de lo que ya está almacenado en ti. En este estado de relajación, es posible que tus ayudantes espirituales te ayuden a traer tu propio conocimiento a la superficie. En otras palabras, es una combinación del mundo espiritual que trabaja con tu propio ser real.
Lo que resulta necesario para esta conciencia es el funcionamiento constructivo de tu voluntad interior. Por lo tanto, cuando una persona se duerme y tiene frente a sí una confusión o un problema, y de todo corazón desea resolverlo de la mejor manera posible, aun si esto significa renunciar a un propósito egoísta, entonces esa persona crea un estado de apertura interior en el que las fuerzas universales productivas de la verdad pueden funcionar. Cuando no se lidia con la confusión, cuando uno no está completamente consciente acerca de cuál es su confusión, entonces estas respuestas no pueden llegar. Por lo tanto, debe hacerse un esfuerzo consciente la mayor parte del tiempo. A veces, desde luego, puede existir un deseo inconsciente del cual la persona no se da cuenta.
Los bendigo a todos y cada uno de ustedes. Que se beneficien de estas palabras, que les ayuden a encontrar un nuevo enfoque a sus problemas, a ustedes mismos, a su experiencia de vida. Sean benditos cada uno de ustedes. Benditos sean sus maravillosos esfuerzos. Regocíjense con el conocimiento de que cualquier cosa que hagan en la vida, cada paso que den para encontrarse con toda sinceridad tiene un gran significado, aun si todavía no se dan cuenta del efecto que seguramente tiene, no sólo en ustedes sino en muchos otros, en su universo en general. ¡Queden en paz, queden con Dios!
Dictada el 16 de febrero de 1962.