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Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 99. Impresiones falsificadas de los padres: su causa y su cura

Saludos, mis queridísimos amigos. Dios bendiga a cada uno de ustedes. Benditos sean sus trabajos, sus pensamientos, sus esfuerzos, su vida e incluso sus errores, ya que éstos también pueden convertirse en las grandes claves de la libertad, la realidad y el amor.

Una vez más hablemos del amor. Recordemos que cualquiera que no tenga amor se está marchitando. El amor que reciben no es el más importante; necesitan la fuerza del amor de su corazón; es su sangre vital espiritual. Esta es la fuerza impulsora—en un sentido bueno y sano—que da sentido a su vida. Sin la capacidad de amar su vida estará vacía, carecerá de sentido y será superficial.

Todos ustedes saben, y algunos estarán muy conscientes, de que en lo más profundo de su alma tienen el anhelo de ser amados. Cuando este anhelo llega a su conciencia, muchas veces lo confunden con su capacidad de amar. Sin embargo, las dos cosas son enteramente diferentes. Un ser humano muchas veces puede ser consciente de su necesidad de ser amado, y, sin embargo, su corazón esta desprovisto de amor. Cuanto mayor es la necesidad, más posible es que todavía estén absortos en sí mismos, retraídos, temerosos, ansiosos, atados y ciegos a la otra persona. Cuanto más experimentan la ansiedad, la esclavitud y la dependencia, menos capaces son de amar y de abrir ese canal interior a través del cual pueda fluir la vida y la fuerza del amor para lubricar su alma, por decirlo así. Sin esta fuerza, la sequía interna no puede evitarse. Esta resequedad del alma los hace sentir que su vida no tiene sentido, independientemente del valor de sus actividades. Sólo cuando este canal al amor se destapa serán libres y satisfarán sus necesidades personales.

Les he mostrado muchas maneras de destapar este canal. Algunos de ustedes piensan que estos procesos significan algo diferente del desarrollo espiritual; lo llaman búsqueda psicológica. Una y otra vez cometen el error de creer que lo espiritual y lo psicológico son dos enfoques diferentes. Si olvidamos estos términos por el momento, entenderán que sin resolver los llamados problemas psicológicos, no pueden llegar a ser totalmente capaces de amar.

Examinemos ahora su capacidad de amar desde otro ángulo más, uno que hemos tocado en el pasado sólo de una manera superficial. Todos sabemos que las primeras impresiones del niño provienen de su primer ambiente, en el que los padres o sus sustitutos predominan, incluido cualquiera que desempeñe un papel importante en la vida del pequeño. Como la capacidad del niño para evaluar es limitada, la experiencia emocional que recogen de los padres está muy distorsionada. En el caso más burdo, el niño puede experimentar emocionalmente a los padres como buenos o malos, fuertes o débiles, admirables o despreciables. Pero incluso si la experiencia no es tan extrema, el niño se enfoca sólo en ciertos aspectos o tendencias de los padres, mientras que ni siquiera notan el resto de su personalidad. Estas impresiones limitadas falsifican el panorama. La imagen que ustedes cargan de ellos, a menudo inconscientemente, puede ser muy contraria a su visión u opinión intelectual, pero sin embargo influye en sus acciones y gobierna sus reacciones a la vida, a otros y a ustedes mismos. También tapa el canal que les impide amar y experimentar a otros en su realidad, mientras que ustedes están centrados en su propio ser real, que es su realidad.

La impresión fragmentada que tiene el niño de la realidad causa distorsiones que influyen en la manera en que más adelante se relacionan con otros y con ustedes mismos. Pueden estar seguros de que existe una conexión entre el área más problemática de su vida y su percepción de uno o ambos padres, o de alguien más de su primer ambiente. Cierta impresión de otra persona o personas está grabada en su alma, y siguen reaccionando a otros a partir de esta impresión fragmentaria y falsificada.

El remedio es, en primer lugar, volverse conscientes de lo que realmente sienten por todos los miembros de su familia, o por otros que fueron importantes para ustedes. Analicen la impresión de este sentimiento y compárenla con su visión intelectual. Luego empiecen a considerar si su impresión de ellos es tal vez un aspecto fragmentado y limitado de toda una persona.

Cuando se sienten lastimados o enojados con uno o ambos padres, ¿los perciben, en su enojo, como humanos vulnerables, ciegos, llenos de problemas y que buscaban soluciones a tientas? ¿O adquieren una forma escalofriante, extraña, rígida y, por lo tanto, casi inhumana, en su vida emocional? Piensen en el término ser humano y lo que realmente significa. ¿Acaso no quiere decir una diversidad de aspectos muchas veces contradictorios? ¿Puede ser una persona—si deben escoger estos términos—buena en un sentido y mala en otro? ¿Puede ser confiable en un aspecto y poco fiable en otro, tanto egoísta como generosa?

Pero su niño interior no percibe eso. Para el niño es una cosa o la otra, pero nunca ambas. Por lo tanto, todavía no perciben la realidad de su padre, el ser humano. Pueden saber perfectamente bien con su intelecto que las personas son buenas y malas, pero emocionalmente no pueden experimentar esta verdad, sobre todo no en relación con sus padres. Su experiencia emocional siempre es un “esto o lo otro”, y por lo tanto no están en contacto con la complejidad viviente y dinámica del ser humano que estuvo más cerca de ustedes. Es muy importante por su propio bien que su impresión y experiencia de esta persona sea lo más realista posible.

Mientras sigan viviendo con una falsificación, no podrán cortar el lazo que les impide experimentar la libertad y la independencia. Tampoco podrán amar ni encontrar su verdadera fuerza. Es posible que se las hayan arreglado muy bien en muchos sentidos, pero allí donde este lazo no está disuelto porque no ven la realidad de sus padres, seguirán teniendo problemas que sólo podrían resolverse desenredando este nudo.

El primer paso es que se vuelvan conscientes de sus distorsiones. Pregúntense: “¿Cómo experimento a mis padres? ¿Los experimento como seres humanos con sus contradicciones, su ceguera, sus motivaciones muchas veces contrarias y mixtas? ¿Acaso la persona más temida y odiada cuando eran niños sigue existiendo en ustedes como alguien que es invulnerable y no puede ser herida, sólo porque ella o él lastimó la vulnerabilidad de ustedes? Este fantasma crea caos en su vida, amigos míos.

Después de hacer las revisiones que constituyen el segundo paso, pueden volverse seres humanos libres. Pero, ¿cómo tienen lugar estas revisiones? Empiecen por preguntarse: ¿“Cómo eran ellos en realidad?” Traten de entenderlos en la plenitud de su ser. Entiendan su vida, sus luchas interiores y exteriores, su propia niñez… lo que sepan de ellos. ¿Cómo llegaron a ser lo que fueron, cuáles fueron sus propias heridas, miedos y frustraciones? Entiéndanlos como un ser humano maduro trata de entender a otro, con el mismo desapego y objetividad, y consideren todas las facetas posibles de su ser, no sólo los aspectos que, por desgracia, los afectaron a ustedes de manera singular. Ver sólo ciertos rasgos y dejar fuera otros porque no fueron afectados por ellos siempre deshumaniza a la otra persona.

Aun si glorifican a uno de los padres, él o ella sigue siendo inhumano debido a su exagerada glorificación. Su visión fija y estática, debido a la fragmentación de lo que ellos realmente son, se vuelve monstruosa. No está viva, no es real. Todo lo que ustedes han experimentado a causa de los limitados rasgos de ellos que para ustedes constituyen la persona entera puede ser objetivamente cierto. Pero falta la verdad más grande. A su monstruo le falta la totalidad del ser humano. No pueden entender los rasgos que les han dolido y afectado a menos que vean a la totalidad de la persona. La comprensión disolverá el dolor y el enojo aún ocultos, los hará libres y destapará el canal hacia el amor.

Muchas veces se resisten a revisar las imágenes que tienen de sus padres. Podrían sentirse desleales y culpables si dejaran de embellecer a un padre adorado e idolatrado. Sienten que su deber de hijos es seguir haciéndolo. No glorificar a un padre o a una madre puede equipararse a la falta de respeto, el desprecio, el resentimiento o el odio… en su mente inconsciente, desde luego. Debajo de esta glorificación puede haber miedo y, debajo del miedo, odio. Protegerse a sí mismos de hacer frente a este odio puede significar mantener la glorificación exagerada, no sólo porque el mundo parece exigirlo de ustedes, sino también porque podrían necesitar a este padre mismo—aunque sea simbólicamente y de una manera desplazada—incluso ahora.

Mantener la imagen glorificada de un padre también puede ser señal de que él o ella podrían haber sido la fuente del único amor, aceptación y seguridad que han conocido jamás. Por lo tanto, para su mente inconsciente, renunciar a la imagen glorificada del padre equivale a perder todo el amor, la aceptación y la seguridad que han conocido. Al devaluar al padre se roban a sí mismos del único valor que poseen. No sorprende entonces que se resistan a revisar la imagen de sus padres.

Del mismo modo, pueden tener un interés igual en aferrarse a una imagen odiada. ¿Por qué querrían hacer eso? Puede ser que quieran protegerse de sí mismos. Si el padre sigue siendo malo ante sus ojos, entonces el menosprecio y las heridas que él o ella les infligió se nulifican, por decirlo así. Temen—erróneamente, desde luego—que si aceptan la Humanidad del padre y, por lo tanto, renuncian a su insistencia de que la herida que les infligió fue injusta en extremo, su propio valor disminuirá. También existen otras maneras de aferrarse al odio; en su trabajo individual, cada uno de ustedes tiene que encontrarlas y experimentarlas

Es mucho más fácil que su niño interior tenga todo bien ordenado. Una realidad, que es flexible y contradictoria, para la que no hay reglas fijas, es algo con lo que el niño no quiere lidiar. Así que puede parecerles mucho más fácil aferrarse a sus impresiones fijas, en las que cada persona cabe en un nicho. Cada impresión se vuelve entonces una imagen estática, lo que les da cierto sentido irreal de orden y seguridad. Creen que saben dónde están. Sin embargo, el precio que pagan por este precario orden y seguridad es mucho mayor de lo pueden tratar siquiera de calcular ahora.

Cuando empiezan a revisar sus impresiones de las personas de su ambiente temprano porque desean verlas con una actitud madura y entenderlas en su realidad, pueden toparse con cierto miedo y resistencia a hacerlo. Concéntrense en esto y dense cuenta de su importancia. Entiendan que la resistencia es la indicación misma de que en ella yace una clave profunda e importante para su vida y muchos de los problemas de ésta que probablemente nunca pensaron que podrían tener alguna conexión. Sólo después de que disuelvan su resistencia fortaleciendo y reforzando su voluntad, y orando y meditando para ver la verdad de sus padres, gradualmente se debilitará su resistencia. No hay mejor manera de orar que usando sus actuales resistencias y obstáculos de una manera muy específica.

El trabajo psicológico es sencillamente descubrir la verdad acerca de ustedes mismos y de otros. Muchas veces les he señalado que no pueden ver la verdad en otros si no la ven en ustedes mismos. Sin embargo, en ciertas etapas de este Pathwork, después de que han traído a la conciencia cierta dosis de verdad acerca de ustedes mismos, la verdad también debe enfocarse desde el otro lado. Ese otro lado es el deseo de ver la verdad acerca de otros, sus padres y hermanos, por ejemplo. Esta es otra manera de adquirir más verdad sobre ustedes. El deseo de ver la verdad sobre otros—su vida y su personalidad en toda su dimensión—les dará una percepción y comprensión interiores acerca de su propia vida y todo lo que los gobierna, los paraliza y los mete en conflicto incluso ahora. Huelga decir que esta comprensión es el requisito para que pongan fin a estos patrones improductivos.

Su siguiente pensamiento bien puede ser: Esto es fácil de decir, pero no de hacer. Aparte de su propia resistencia, tal vez no tengan la información y el conocimiento necesarios sobre sus padres o figuras paternas para revisar su imagen. Podrían haber fallecido, e incluso si todavía están vivos y pueden establecer contacto con ellos, tal vez haya ciertas cosas que no sea posible discutir con ellos. Así que, ¿cómo pueden revisar su imagen y corregir sus impresiones falsificadas? Si verdaderamente desean hacerlo, lo lograrán; de esto pueden estar seguros. Quizás encuentren una manera de aprender más sobre ellos, con una actitud completamente nueva. Podrían buscar un contacto que les revele cierta información sobre su vida, y sobre otros aspectos de su personalidad que ustedes nunca han visto ni conocido, para que se vuelvan más humanos para ustedes. Con el tiempo, después de que se hayan liberado hasta cierto grado del viejo lazo, podrían incluso comunicarse, con un espíritu de verdad, con un miembro aún vivo de su familia con el que nunca hayan pensado en comunicarse. Al tratar de entender los problemas de sus padres, seguramente sus propias heridas disminuirán. Primero, sin embargo, tal vez tengan que volverse conscientes de que existe una herida.

¿Y si los padres ya no viven? Con frecuencia puede haber alguien todavía cercano a ustedes que tal vez tenga un punto de vista diferente y pueda completarles el cuadro, aun si agrega su propia distorsión particular a todo el cuadro. Puede ser un hermano, otro pariente o un amigo. Pero además de esto necesitan otro enfoque más, para que tengan el valor de dar los pasos necesarios. Este enfoque es la voluntad sincera de saber, expresada en la oración, la cual será respondida. Los caminos de Dios son tan maravillosos. Si están dispuestos a querer entender qué los hizo ser como fueron, y cuál fue su motivación de muchas cosas que ustedes nunca pudieron entender, la comprensión les llegará de las maneras más milagrosas. Aun si no queda absolutamente nadie que los haya conocido, les ocurrirán incidentes que nunca antes habían evaluado bajo una luz verdadera. Tal vez recuerden ciertos aspectos de su vida que alguien les contó, pero que ustedes pasaron por alto y excluyeron de su percepción. De pronto estos incidentes adquirirán un significado distinto, lo que les permitirá evaluar su personalidad de una manera diferente, con el desapego y la objetividad de un ser humano imparcial hacia otro. Cuando inicien este proceso, toda su perspectiva cambiará gradualmente. Los hechos de su experiencia no serán eliminados, pero la experiencia adquirirá un significado diferente y los hará libres.

Sin embargo, en este momento tienen que ser conscientes de lo que sienten, de cómo experimentan a sus padres y de cómo han sido lastimados, aunque en la superficie tengan un barniz de indiferencia. Tienen que cultivar el deseo de ver la verdad. Determinen primero si interiormente desean o no la verdad. Mientras rechacen una verdad—cualquier verdad—serán esclavos de la confusión y la irrealidad. No tienen que forzar la cuestión, sino que de una manera orgánica su resistencia se debilitará, con la condición de que no se empeñen en hacer a un lado el asunto. Si son capaces de reconocer honestamente ante sí mismos que desean conservar una impresión falsificada y que no quieren conocer la verdad, el resto llegará por sí solo.

Si dicen: “No puedo averiguarlo”, pregúntense si lo que realmente quieren decir es: “No quiero”. Incluso si creen que no pueden, ábranse totalmente al deseo de entender la verdad. Sin ella, no puede haber amor. Y sin amor, no puede haber verdad.

Intenten este enfoque nuevo, y su vida, sus problemas y sus relaciones adquirirán un significado nuevo, amigos míos.

¿Hay preguntas en relación con este tema?

PREGUNTA: Cuando los padres comunican al hijo un sentimiento irreal, o tal vez real, de rechazo, el niño se siente indigno de amor y, por lo tanto, establece un patrón de autorrechazo. ¿Cómo trabaja uno esto, aun si ve a sus padres en la realidad?

RESPUESTA: Sucede naturalmente y por sí solo. En el momento en que entiendas a tus padres, la sensación de rechazo desaparecerá, aun si fueron efectivamente crueles contigo. Al entender qué los hizo crueles, verás esto como su problema, y sabrás—tal vez por primera vez en la verdad y la realidad—que esto no tuvo nada que ver con tu propia valía. Hasta ahora sabes esto sólo en tu intelecto; emocionalmente te sentirás devaluado mientras sigas sintiendo que tus padres te rechazaron debido a tu falta de valía. Debido a este sentimiento de indignidad, eres incapaz de establecer patrones constructivos que te den una razón para sentirte seguro en ti mismo ahora. Los patrones destructivos confirman constantemente tu indignidad. Así pues, serás incapaz de romperlos hasta que llegues a la comprensión básica de que el rechazo real o imaginado de tus padres no tenía nada que ver con tu valor como persona.

En la percepción de los niños, los padres son supercriaturas poderosas. No se le ocurre al niño que son seres humanos que buscan a tientas resolver sus propios problemas y luchan con su propio desconcierto acerca de la vida. Cuando reconoces esta verdad por medio de una comprensión interior real, tu sensación de su rechazo debe de desaparecer. Tal vez haya sucedido frecuentemente en tu vida que primero te sentiste rechazado o menospreciado, y después, mediante una diversidad de circunstancias, te diste cuenta de ciertos elementos en la situación que antes ignorabas. En el momento en que te diste cuenta de la importancia de éstos, dejaste de sentirte rechazado. Entendiste que no tenían nada que ver contigo y tu valía. Los hechos no cambiaron, pero ya no los interpretaste de la misma manera personal y autodevaluatoria.

Exactamente lo mismo sucede con tus padres. En el momento en que los experimentas en su realidad viva—equivocados, desde luego, pero entendidos ahora en su dinámica—la impresión y la reacción deben cambiar en ti. Esto no significa que debas entenderlos por completo, ni saber todo sobre ellos. Esto no sucede nunca, ni con las personas que están cerca de uno. Pero con tu nueva comprensión destruyes la imagen limitada, rígida, de robot, en la que los experimentas emocionalmente. Entonces cobran vida. Entenderás por lo menos algunas de sus dificultades. Verás que no pudieron haber actuado de ninguna otra manera, considerando quiénes eran en ese tiempo, así como tú no podrías haber actuado de otra manera en el pasado, aunque ahora reconozcas tus errores. En el momento en que tengas esta comprensión, el rechazo original de ellos ya no hará que tú te rechaces.

Tu pregunta es importante. No obstante, a final de cuentas, la única manera en una etapa de tu desarrollo para sanar este autorrechazo es saber, sin sombra de duda, que nunca fuiste tú el rechazado. Las heridas que te infligieron tus padres, debido a su ceguera, su irresponsabilidad y las poderosas corrientes de frustración y dolor que cargaban, no tuvieron absolutamente nada que ver contigo, sino que fueron el resultado de su lucha humana, patética y a tientas por vivir, lo que, si se ve desde el cuadro más grande del desarrollo humano, parece tan valiente. ¿Entiendes?

PREGUNTA: Entiendo. Con todo, cuando a un niño se le infunde este patrón de autorrechazo y ha vivido su vida de esta manera, está torcido y distorsionado, y prefiere el rechazo al amor. El mero hecho de reconocer a los padres de uno no resolverá este tipo de conflicto.

RESPUESTA: No digo que ésta sea la única respuesta. Nunca hay sólo una solución. Has aprendido muchos otros aspectos de este Pathwork que tienen la misma importancia… y debes experimentarlos todos. Si el autorrechazo puede curarse mediante otras percepciones interiores, y si los patrones destructivos pueden cambiarse por otros constructivos, tanto mejor. Sin embargo, vuelvo a decir que la distorsión de la verdad te afecta, y por lo tanto debes remediarla. Para el problema que citas, este tema es muy esencial. En el momento en que experimentes a las personas importantes de tu ambiente temprano en su realidad humana, ya no necesitarás practicar el autorrechazo. Te aferraste a él sólo porque tu niño interior creía que no había nada más. Pero en el momento en el que percibas que no fuiste rechazado porque eras indigno, ya no tendrás que apreciar tu autorrechazo. ¿Entiendes?

INTERROGADOR: Trataré.

RESPUESTA: Sí, tienes que tratar. Muchas veces hay una fuerte resistencia a conocer la verdad a este respecto. Tus palabras: “Esto no resolverá mi problema” es una forma de resistencia y equivale a decir: “No tengo manera de llegar a comprender a mis padres”. Yo te digo, incluso si ahora crees que no te ayudará en este o aquel problema específico, enfócalo con un espíritu de verdad. En tus oraciones, di: “Aunque no entiendo por qué me ayudará, sólo quiero ver la verdad hasta donde sea capaz de hacerlo”. Si trabajas hacia la comprensión y el reconocimiento de tu resistencia a derribar este muro, pronto verás por ti mismo lo que esto hará por ti. Ni siquiera tienes que entender intelectualmente ahora cómo podría esto cambiar tu autorrechazo. Sólo enfócalo desde el espíritu de la verdad; la verdad acerca de las personas que fueron tus padres.

PREGUNTA: ¿Podría hablarnos con más detalle sobre el aspecto psicológico del cuarto mandamiento?

RESPUESTA: Sí. Como suele suceder, hay muchos niveles de interpretación, pero supongo que preguntas esto en conexión con nuestro tema. El cuarto mandamiento se malinterpreta mucho, y estos malentendidos e interpretaciones superficiales han hecho mucho daño. En este caso, el forzamiento y la culpa hacen del amor y el honor algo compulsivo que destruye la comprensión real y subsecuentemente el amor y el honor reales. En tu ceguera, no puedes respetar y amar cuando casi todo lo que ves puede ser poco merecedor de este amor y respeto. Cuando aplastas las primeras impresiones de los padres y sobreimpones un amor y un honor compulsivos, estás aún más allá del verdadero amor y respeto. Sin embargo, el significado real es exactamente lo que acabo de decir. Ve la verdad. Cuando lo haces, respetas al ser humano básico que hay en todos, independientemente de sus muchas aberraciones y cegueras.

PREGUNTA: Pero, ¿cuánto tiempo le llevará a la Humanidad entender el significado real del cuarto mandamiento? Generalmente tenemos que aprender durante una vida entera a fin de corregir estos errores o distorsiones.

RESPUESTA: ¿Cuánto tiempo le llevará a la gente corregir cualquier distorsión de la verdad, no sólo de ésta en especial, sino de cualquier otra verdad divina que ha llegado a la Humanidad? Cualquier verdad puede distorsionarse, ya lo sabes. Cuando la Humanidad haya progresado lo suficiente en su desarrollo, esto ya no sucederá. A fin de llegar a este lugar, el error tiene que reconocerse y disolverse. La conciencia de sí mismo debe aumentar entonces, y después, poco a poco, las distorsiones desaparecerán. Tú pareces creer que las distorsiones deben desaparecer antes de que puedas desarrollar tu conciencia. Es todo lo contrario: las distorsiones existen a causa de tu relativamente bajo nivel de conciencia. Como tales, las distorsiones mismas encierran el remedio, pues sin ellas no podrías llegar a percibir la verdad. He dicho esto muchas veces, y lo repito de nuevo.

Desde un punto de vista espiritual, que es nuestro punto de vista, una persona que adquiere la verdad interior en el sentido de este Pathwork tiene una influencia infinitamente mayor en todo el desarrollo cósmico que millones de personas que estén en el error. Esto puede parecer una afirmación increíble, pero es la pura verdad, amigos míos.

PREGUNTA: Sólo un comentario en relación con la pregunta de nuestro amigo de cuánto tiempo tardará. He convivido con niños en barrios donde vi padres delincuentes, fracasados o alcohólicos; sin embargo, los hijos sentían reverencia por ellos, a través de la aceptación y la comprensión. Y he visto niños de hogares bien cuidados que eran consentidos, pero no tenían esta comprensión.

RESPUESTA: Desde luego que esto es posible. Un padre delincuente bien podría tener un don especial para dar a su hijo algo que necesita. Asimismo, el niño podría haber nacido sin este problema específico, así que, orgánica y naturalmente, percibe la verdad. No hay distorsión aquí. Pero también es posible que esta reverencia sea malsana y falsa. Si procede del miedo, la culpa o el deseo de apaciguar a fin de ser protegido, entonces esto no tiene nada que ver con la comprensión real de la que estamos hablando.

No empieces por tratar de amar y honrar lo que te parece imposible ahora. Empieza simplemente por querer entender. El resto vendrá solo. Esta comprensión frecuentemente llega mucho más tarde en la vida. Entonces, cuando se ha adquirido esta comprensión, el aguijón del miedo, el resentimiento, la autonegación y el autorrechazo desaparecerán. Y ese es el honor y el amor reales que un ser humano puede sentir por otro, no importa lo equivocada que pueda haber estado la otra persona.

PREGUNTA: Tengo una pregunta de un amigo que está ausente. La necesidad de seudoprotección se origina en la creación de una imagen. ¿Puede persistir esta necesidad después de que la imagen se ha disuelto, y por ende contribuir a la creación de una imagen nueva?

RESPUESTA: Desde luego que esto puede ocurrir; esto es lo que con frecuencia sucede en un tratamiento psicológico equivocado o insuficiente. Se alcanzan ciertos niveles, se disuelven ciertos patrones, pero uno no indaga más profundamente. Uno deja las cosas como están, y, por lo tanto, la raíz, que sigue enterrada, puede crear otro patrón o imagen destructiva. Así que siempre es cuestión del procedimiento correcto: llegar a las raíces lenta pero seguramente en el siguiente nivel. Después, desde luego, este patrón desaparecerá y se evitará que se repita jamás; entonces puede establecerse un patrón constructivo y realista, y el canal del amor podrá abrirse.

PREGUNTA: ¿Podría hacer algunos comentarios sobre el Padre Nuestro, especialmente las palabras: “Hágase Tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo”? ¿Podría explicarnos qué significan las palabras “así en la Tierra como en el Cielo”?

RESPUESTA: La Tierra y el Cielo no son descripciones geográficas de la vida aquí y ahora, ni de la vida que habrá en el más allá. Significan niveles de tu personalidad, que automáticamente incluyen cualquier estado de vida; la física como la no física. El símbolo de la Tierra podría interpretarse de muchas maneras: la Tierra puede ser tu vida exterior, la vida material, la vida física, las acciones físicas y los hechos exteriores; en suma, todo lo visible. La Tierra es visible para ustedes, mientras que el Cielo es invisible. Por lo tanto, el símbolo del Cielo es todo lo que no puede verse ni percibirse con los sentidos exteriores. Significa tus acciones y reacciones interiores, tus pensamientos y sentimientos, tus motivaciones, tu alma y tu espíritu. Significa los niveles psicológicos, emocionales y espirituales de tu ser… los que no pueden verse. Puedes actuar exteriormente de la manera correcta, pero en tu interior las motivaciones pueden ser egoístas, vanas, poco amorosas y cobardes. Uno puede obedecer todas las reglas y reglamentos de la Iglesia, la sociedad y la opinión pública, y ser irreprochable en su conducta, pero lo que ocurre en el alma puede ser todo lo contrario de la ley divina. Ese lugar es el Cielo, el reino interior del cual Cristo habló.

Si eres puro y estás abierto interiormente, y también por dentro haces la voluntad de Dios, a veces quizás a expensas de la aprobación abierta de la sociedad, estarás siendo fiel a ti mismo, y entonces tendrás la integridad, el valor y la humildad de defender aquello en lo que realmente crees y estarás haciendo la voluntad de Dios. Si pides esto en tus oraciones, plenamente consciente de que esto puede ser lo que Él quiere de ti, entonces harás la voluntad de Dios en el Cielo, y automáticamente también en la Tierra.

PREGUNTA: En relación con esto, ¿no es muy significativo que las primeras siete palabras del Génesis en hebreo contengan las palabras “Cielo” y “Tierra”, igual que en el Padre Nuestro? Una interpretación de la palabra Cielo, hashomayim, muestra que está compuesta de las palabras fuego y agua. ¿Puede usted relacionar esto?

RESPUESTA: Sí. La Humanidad primitiva siempre entendía todo literalmente, y todavía lo hace. Sólo a través del desarrollo verá la Humanidad el significado más profundo, que tendrá mucho más sentido. Los significados del fuego son: el fuego de la vida, vivir, amar, entusiasmo, actividad sana, esfuerzo espiritual, valor, convicciones que uno defiende, fuerza que hace de la vida una aventura significativa. El agua representa las emociones: el flujo, el estado de ser, una pasividad sana. Tanto la actividad sana—el fuego—como la pasividad sana—el agua—son procesos de purificación. Tanto el fuego como el agua pueden ser procesos de limpieza, y ambos son necesarios para una vida integrada y sana. Ambos son fuerzas en el universo, a las que accedes o con las que te sintonizas, estableciendo la verdad en tu alma. La combinación de estas dos fuerzas te hace entrar en armonía con el estado de ser que significaría el Cielo.

PREGUNTA: ¿Podría hablar del masoquismo?

RESPUESTA: Esto se ha discutido en conferencias anteriores y revisado en nuestro trabajo. Si entiendes la totalidad de las conferencias, y observas el método de nuestro trabajo, entenderás automáticamente la tendencia al autorrechazo llamada masoquismo. Para recapitular brevemente, yo diría que el autorrechazo, en algunas estructuras de personalidad, podría crear un proceso más activo de masoquismo. El autorrechazo en sí es masoquista. Pero es cuestión de grado. Como he dicho antes, si el sentido de minusvalía de uno es más fuerte que las fuerzas sanas correspondientes, el único placer que se deriva de la vida se encuentra en el dolor. Todavía no me refiero al masoquismo físico; puede manifestarse sólo en un nivel psíquico y nunca físicamente. Cuando sí se manifiesta físicamente, ya está en un estado muy avanzado.

Como el dolor a través del rechazo parece ser lo único seguro de lo que uno puede depender, uno se aferra a él y no quiere soltarlo. El placer sano parece ser desesperadamente inalcanzable. En otras palabras, el masoquismo es una renuncia. Si el ego es demasiado débil para demostrar que el mundo se equivoca, por decirlo así—si la persona es incapaz de afirmar su derecho a vivir, amar y sentir placer—el masoquismo es el resultado. El mundo parece negarte tu derecho a tu propia individualidad, y tú cedes, de acuerdo con el mundo, y sacas placer del dolor de una manera muy equivocada, malsana, contraproducente y negadora de la vida. Renunciar e ir con la corriente, así como pelear, son procesos sanos, pero ambos pueden distorsionarse.

También están presentes muchos otros elementos, demasiado numerosos para considerarlos ahora. Sin embargo, este núcleo siempre puede encontrarse. Hasta que este núcleo se experimente a través de una autobúsqueda extensa, en vez de sólo escucharme describir un concepto, muchos otros niveles tienen que explorarse. En niveles más superficiales, descubrirán que el autocastigo se debe a la culpa. La autodestructividad se deriva de cierta incapacidad de lidiar con los problemas, o del deseo interno de no lidiar con ellos. Todos los procesos de las imágenes que hemos discutido y encontrado son realmente procesos de masoquismo, porque las imágenes, cuyos patrones encarnan un principio negativo que produce un resultado doloroso, son inherentemente autodestructivas. Si en algún nivel de la psique esto se disfruta, entonces estamos frente al masoquismo, no importa lo inconsciente que uno pueda estar del disfrute o la satisfacción.

La respuesta real nunca puede encontrarse en conceptos, no importa lo verdaderos que sean. Estos conceptos pueden ser indicadores útiles para abrir el camino y que puedas experimentar la verdad tú mismo, pero es lo único que pueden ser. Por eso es que, con mucha frecuencia, cuando se hacen preguntas de este tipo, hay un sentimiento de chasco y decepción con la respuesta. Uno espera que la respuesta lo libere; y ninguna respuesta puede dar liberación interior. Esta puede venir sólo de experimentar estas palabras como la verdad, y esto sucede sólo como resultado de vencer la resistencia interna paso a paso. Tu camino te conducirá exactamente a donde te resistes más. Si tienes el valor de enfrentar esto y lidiar con ello, podrás efectivamente abreviar el proceso. Sin embargo, si evitas ir allí, seguramente tomarás desviaciones, y tendrás que regresar a este punto de resistencia más adelante. Tal vez para entonces la resistencia haya cedido, ya que el dolor innecesario con el que te topas cuando no estás en el proceso lo debilitará.

Así que les digo de nuevo, amigos míos, examinen dónde encuentran la resistencia acompañada por el deseo de evitar verla. Ese es el punto mismo, el umbral mismo que deben cruzar en un momento u otro antes de que sean libres para destapar el canal del amor y vivir una vida productiva en la que se sientan útiles y sepan que la suya es una parte importante. Sólo encarando lo que más desean evitar hallarán la puerta detrás de la cual reside la respuesta. No puedo insistir demasiado en esto.

PREGUNTA: En conexión con esto, he descubierto que siempre he evitado el sexo. Y también he descubierto que siento que es un delito. Cuando profundicé más, me percaté de que, en realidad, la sexualidad es placer. Así que me di cuenta de que, para mí, el placer es un delito. Y así, todo el tiempo, me he negado el placer y la alegría. Ahora, aunque veo esto y lo sé, no sé qué hacer al respecto. ¿Me puede dar una pista?

RESPUESTA: Sí, querido mío. Creo que el siguiente paso te dará la respuesta de por qué has rechazado el placer. Entonces descubrirás que rechazas el placer porque tú mismo te rechazas. Repito que el conocimiento solo no será suficiente, tienes que experimentarlo en tus emociones. La continuación de este trabajo finalmente te dará esta conciencia.

Ahora bien, ¿por qué te rechazas? La respuesta se derivará en parte de reconocimientos que ya has hecho, y que después se enlazarán con esta nueva comprensión. Tu rechazo de la felicidad, la alegría, el placer, la vida y el amor es, en realidad, sólo un rechazo de ti mismo. Éste es exactamente el tema del que me ocupé esta noche. Empieza a investigar qué tipo de seres humanos fueron tus padres, así como otros miembros de tu familia.

PREGUNTA: Al querer comunicarnos tenemos que recurrir a las palabras, desde luego, y a menos que entendamos el significado de ellas, se pierden. Se usó la palabra masoquismo. Con ella viene el término opuesto de sadismo. Las escuelas modernas de psicología usan más bien la palabra “algolagnia” para referirse tanto al sadismo como al masoquismo, y llaman al primero positivo y al segundo negativo. ¿Cómo ve usted esto?

RESPUESTA: Esto es perfectamente cierto. No puede haber uno sin el otro. Ambos son una corriente de infligir dolor. La llamada persona sádica inflige dolor a otros como protección del ser; una seudosolución, desde luego. En ocasiones, la persona misma puede descubrir que va contra sus intereses hacerlo, ya que puede entrar en conflicto con su ambiente; o puede ver que no le conviene producir dolor porque teme perder a la persona que necesita, cuyo amor y protección desea. Así que invertirá esta fuerza que existe en él debido a tensiones negativas no resueltas. No puede sencillamente prescindir de ella a voluntad, algo tiene que hacerse con ella; o la dirige a otra persona, o la vuelve contra sí mismo. Sólo la disolución de esta fuerza pondrá un alto a la corriente sadomasoquista.

Así que estas dos fuerzas son realmente una y la misma. La única diferencia radica en la dirección. En qué dirección se usan importa muy poco a final de cuentas, porque si lastimas a alguien más, a la larga te lastimas tú. Y si te lastimas tú, a la larga lastimarás a alguien más. Esto se debe a que esta corriente procede de la ceguera, e inevitablemente te enceguecerá a ti. Como esta corriente se deriva de una falta de comprensión, hará que pierdas tu propia capacidad de entender. La única diferencia está en la elección del momento: quién es afectado primero. La reacción secundaria es entonces una reacción retardada.

La psicología ha usado ciertos términos para definir esta imposición de dolor. Espiritualmente es absolutamente cierto que existe esta corriente de crueldad, e independientemente de a quien se dirija en primer lugar, a la larga les pasa la factura a todos los involucrados. Es muy miope creer que el masoquismo indica una mejor tendencia de carácter que el sadismo.

Bendigo a todos y cada uno de ustedes, y a todos mis otros amigos de todas partes. Que perciban en lo más profundo de su corazón y su mente lo que les he dicho esta noche, y que les dé el valor y la fuerza para trasponer la puerta que está cerrada dentro de ustedes, de manera que obtengan luz, seguridad, libertad y una vida productiva. Está mucho más cerca de lo que creen; basta con pedirlo. Todo lo que tienen que hacer es extender la mano y renunciar a sus viejas seudoseguridades. ¡Queden en paz; queden con Dios!

Dictada el 2 de marzo de 1962.