J N

Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 125. La transición de la corriente del “no” a la corriente del “sí”

Saludos, mis amadísimos amigos. Dios bendiga a cada uno de ustedes. Bendita sea esta hora.

A lo largo de los años, les hemos dado de vez en cuando una breve visión general que les ayudó a establecer un vínculo entre ciertas conferencias, aunque algunas de ellas se hayan dictado hace mucho tiempo. Estas visiones generales siempre indican una fase nueva en el Pathwork, y su oportunidad suele coincidir con el final de una temporada de trabajo vieja o el inicio de una nueva.

En esta ocasión me gustaría combinar las conferencias sobre la voluntad interior y la exterior, sobre la sustancia del alma en conexión con las imágenes y sobre la que giró en torno a las corrientes del “sí” y del “no”. Algunos de mis amigos serán inmediatamente afectados por estas palabras, otros se beneficiarán sólo después, cuando superen otras obstrucciones, pero esto no significa que no puedan ponerse al corriente. Esto siempre depende enteramente de ellos.

Estos resúmenes parecerán al principio repetitivos, pero cuando experimenten la verdad dentro de su ser más íntimo, se darán cuenta de que la combinación de estos temas es un enfoque nuevo, y puede, efectivamente, convertirse en una revelación. Debe de profundizar y ampliar el conocimiento que han adquirido hasta ahora. Debe volverlo parte integral de su ser, y no un conocimiento externo.

Primero recapitulemos el significado de las corrientes del “sí” y del “no”. La corriente del “sí” es la expresión de la inteligencia suprema y de la fuerza universal creadora. s la fuerza vital, cuyos aspectos se han examinado en una conferencia aparte. Es todo lo que tiende a la unión, a la integridad, a la armonía, a la realización y a la fruición. Es la verdad y el amor en su sustancia y su manifestación. Abraza y acepta la vida. Sus movimientos son suaves y armoniosos. Todos los que se adaptan a la corriente del “sí” deben de estar en una armonía igualmente suave, deben de alcanzar la perfección y la realización en niveles más altos, deben de extender la gama y la experiencia de una conciencia no fracturada por conceptos falsos y corrientes contradictorias.

La corriente del “no” nos afecta de la manera contraria, pero no en el sentido de que sea en sí mala, manifiesta en el plan de la creación como un principio igual a la fuerza vital. Consiste más bien en ignorancia, ceguera, distorsión y falta de conciencia. Como ignora la verdad, tiene miedo y difunde el miedo. De ahí que sea lo opuesto del amor, de todo lo que lleva a la unión y a la realización. Es discordia, y difunde desarmonía y aislamiento. Los que están enredados en ella siguen un movimiento del alma áspero, inarmónico, escabroso o rechazante que lleva a una mayor ceguera, error y medias verdades, y pone el acento en aspectos del ser y de otros que, aunque tal vez sean correctos en sí, no ayudan a salir de la corriente del “no”.

La corriente del “sí” es la raíz de todo. Es la causa. Es la fuente interior que los provee de una comprensión realista y amplia de las cosas, de modo que las manifestaciones exteriores se vean proporcionadamente.

La corriente del “no” no abre un panorama mayor que la periferia, el efecto, la manifestación exterior; y por lo tanto no lleva a la verdad, a la liberación ni a la armonía. No importa cuánta verdad crea uno que ve, la perturbación, el caos y la destrucción permanecen.

No pueden encontrar la salida a la desesperanza y la destrucción, a la seudosatisfacción temporal de las manifestaciones de la corriente del “no” a menos que se vuelvan profundamente conscientes de ella. Éste es el paso primario y esencial. Y desde luego no hay nada negativo acerca de descubrir sus actitudes contraproducentes y destructivas de las que consta su NO. Muchas personas creen que una actitud positiva hacia la vida significa ignorar lo negativo de uno, pero no hay nada más lejos de la verdad. Éste es un malentendido de los procesos de crecimiento y desarrollo. Es imposible adoptar un concepto veraz y reemplazarlo con el viejo y falso a menos que uno entienda claramente por qué es falso el concepto viejo. El ímpetu real para transformarse uno mismo jamás puede llegar a menos que uno vea la naturaleza destructiva de una imagen falsa y evalúe sus efectos sobre el ser y otros. Sólo esto los hará reunir todos sus recursos para producir un cambio. Un conocimiento vago de los principios generales de este proceso no basta cuando lidian con una corriente del “no” profundamente grabada.

Cuando descubren específicamente cómo le dicen NO a un deseo especial o a una realización anhelada, alcanzan una transición importante en todo su desarrollo, en su perspectiva hacia la vida. Después de un descubrimiento así, nunca vuelven a ser los mismos. Por primera vez, comprenden el hecho de que no tienen que depender de circunstancias fuera de su control, que no son víctimas perseguidas de un destino injusto y cruel, que no viven en un mundo caótico, donde la ley de la selva parece imperar. Estos descubrimientos deben alejarlos del falso concepto de una deidad castigadora o recompensadora en el cielo, y de la igualmente falsa idea de que no hay un orden ni una inteligencia superiores en el universo.

Cuando descubren que le dicen NO a lo que más desean, ya no pueden sentirse inseguros, asustados y aferrados al error conceptual de que son infortunados e inferiores. De pronto, la verdad del orden divino se acercará tanto a ustedes que podrán tocarla; y ésta, en verdad, es una experiencia maravillosa, aun si al principio no pueden asirla. Significa la extensión de su asimiento, la profundización de su comprensión. Se están volviendo más intensamente conscientes del hecho de que toda su infelicidad e insatisfacción no son un efecto remoto de una causa remota, incluso remota en su ser, sino un efecto muy directo de una causa que está frente a sus ojos, si tan sólo se deciden a verla. Desde luego que esto exige el entrenamiento de volverse conscientes de sus reacciones emocionales ocultas, de movimientos emocionales sutiles, imprecisos y vagamente sentidos. Pero una vez que su mente se acostumbre a observar estas reacciones, la conciencia no está muy lejos. El NO que ustedes, y sólo ustedes, pueden reconocer es tan claro como cualquier objeto de su ambiente exterior que deseen agarrar, tocar y ver.

Encontrar este NO no debe ser un reconocimiento superficial y simplista. Permítanse sentir todo el impacto y el significado de él, reconociendo en primer lugar que existe, y luego determinando por qué existe, y en qué errores conceptuales específicos se basa. Cuando esto se percibe por primera vez,la desesperanza y el derrotismo darán lugar a una esperanza genuina—no sobreimpuesta—y a una actitud positiva hacia la vida. Deducirán que lo que no les ha llegado y les ha hecho perder la esperanza tiene ahora probabilidades de llegarles porque empiezan a visualizar la posibilidad de un cambio en ustedes; incluso antes de que sean capaces de cambiar. La perspectiva existe entonces de una manera realista. Cuanto más se concibe este cambio, más puede cultivarse la voluntad de cambiar.

Antes de que tengan una visión clara del área específica de su operación, la corriente del “no” actuará contra la empresa misma del descubrimiento y el cambio. De ahí que una actitud fuertemente negativa se manifestará de cierto número de maneras contra el Pathwork mismo. Algunos de mis amigos ya han descubierto que en el momento en que lucharon exitosamente y vencieron su resistencia al trabajo en una fase específica, encontraron un NO correspondiente hacia la vida en general. Mientras que en un nivel consciente un SÍ urgente, frenético y desesperanzado—no la corriente del “sí”—clama, grita y tiembla, el NO subyacente derrota todos los esfuerzos y vuelve enteramente imposible todo el proceso.

Muchos de mis amigos han experimentado que muchas veces antes de que lleguen al punto más crucial de la transición, la batalla contra ella es igualmente crucial. La tentación de cegarse al asunto verdadero, de proyectar y desplazar, suele nublar la memoria de la victoria pasada; del procedimiento apropiado de oración, meditación y revisión diaria; de formular confusiones, preguntas no respondidas, sentimientos vagos e inquietantes de una manera concisa y enfrentarlos cuando ponen barricadas al camino; de pedir ayuda, de cultivar la voluntad interior de superar todas las barreras que impiden ver la verdad sobre uno mismo y tener la voluntad de cambiar; de registrar el NO interior durante estos esfuerzos; de lidiar con estos NO de la única manera productiva, es decir, con la intención de querer ver y entender la verdad sobre el asunto. Hemos hablado de todo esto extensamente. Siempre que existen crisis, dudas e insatisfacción, estos procedimientos seguramente se descuidaron, y la tentación de la dirección exterior de desplazamiento, proyección y énfasis—incluso sobre una verdad—pero una verdad no relacionada, ha sido demasiado poderosa para resistirla.

Abrirse a la verdad es un paso decisivo para llevar a la personalidad a la corriente del “sí”. El cambio, como la transformación de la estructura del carácter, así como de impresiones o imágenes falsas, es difícilmente posible mientras uno no entienda por qué ese cambio es verdaderamente deseable. Por lo tanto, el camino puede dividirse en dos fases importantes: primero, pedir ayuda divina para el reconocimiento de la verdad; segundo, pedir a esta misma fuente la fuerza, el vigor y la capacidad de cambiar. Estos dos deseos fundamentales, que son parte de la gran corriente del “sí”, deben cultivarse en los detalles de la vida diaria, en las reacciones, los pensamientos y los sentimientos. Este trabajo detallado es el aspecto más importante de la voluntad de cambiar. Aquello en lo que se concentran hoy seguramente no es lo mismo que en el mes pasado o lo que será de aquí a un mes, con tal de que su Pathwork sea dinámico y no un esfuerzo superficial.

Hace algún tiempo, cuando hablamos de las imágenes, también mencioné la sustancia del alma que es el material que registra la perspectiva y las actitudes del individuo frente a la vida. Cuando estas actitudes se derivan de una impresión veraz y prevalece una actitud constructiva, la sustancia del alma se moldea de manera tal que la vida de la persona es significativa, satisfactoria y feliz. Cuando las impresiones se basan en conclusiones equivocadas, los moldes de la sustancia del alma crean situaciones desfavorables y destructivas. En suma, el destino de un hombre y una mujer no es ni más ni menos que la suma total de sus personalidades, lo que expresan y emanan, lo que, a su vez, determina cómo se moldea la sustancia del alma en términos de realidad o irrealidad. La conciencia humana es el escultor, y la sustancia del alma es el material que moldea. La personalidad entera, incluidos todos los niveles, es lo que determina el destino. Si la persona tiene un concepto sano, constructivo realista y veraz, pero sólo en algunos niveles de la personalidad, mientras que otros niveles expresan lo opuesto, esta contradicción afecta negativamente la sustancia del alma, aun si la actitud positiva es más fuerte y consciente, mientras que la negativa permanece oculta. Por lo tanto es esencial que las áreas ocultas de la sustancia del alma se descubran a fin de entender, al ver las impresiones, por qué todavía falta en la vida la realización deseada.

Algunos de ustedes, mis amigos que están en el Pathwork, han descubierto un NO oculto que nunca habrían podido sentir antes. Por el contrario, estaban convencidos de que deseaban con todo su ser lo que no se había realizado, que ciertamente no querían una experiencia indeseable. La mera sugerencia de que pudiera haber un empeño contrario inconsciente les habría parecido absurda.

Estos NO están directamente conectados con la imagen original, el concepto falso que moldeó la imagen en la sustancia del alma. Este error conceptual básico es lo que hace que uno rechace lo que más quiere, actuando sutilmente de manera tal que la imagen parece estar inevitablemente confirmada. Por ejemplo, si tienen el error conceptual básico de que son insuficientes y no pueden tener éxito, esta convicción los hará comportarse de tal manera que, en efecto, actuarán de manera insuficiente. Lo que es más, temerán el éxito, porque su convicción de no poder estar a la altura de él lo volverá aterrador. Una vez que encuentren su NO particular, y cómo influye éste en su comportamiento, ya sea obvio o sutil, llegarán a entender que no tienen éxito no porque sean insuficientes, sino que son insuficientes porque creen que lo son y temen cualquier ocasión que los ponga a prueba.

Cambiar de una corriente del “no” profundamente grabada a una corriente del “sí” puede ocurrir sólo cuando todo este proceso se entiende profundamente; cuando el sutil alejamiento de un objetivo deseable se observa y finalmente se cambia a “Deseo este objetivo con todo el corazón. No tengo nada que temer de él”. La meditación sobre por qué no hay nada que temer, por qué el temor viejo era falso, y por qué la nueva actitud aceptante de la vida es enteramente segura es el paso final para pasar de una corriente del “no” a una corriente del “sí”. Esto debe hacerse como un trabajo diario de meditación, creando un nuevo molde en la sustancia del alma; esta vez, un molde flexible, ligero, veraz, que finalmente borre el viejo, rígido, pesado y falaz.

Cuando se hallan los errores conceptuales de “no merecer” toda esa felicidad, éstos suelen estar conectados con una defectuosa imagen de Dios. Estas ideas falsas debilitan su capacidad de desear y les impiden exteriorizar la conciencia fuerte, clara, ininterrumpida de querer y merecer la experiencia deseada. El error conceptual de que esforzarse por tener una realización personal equivale a egoísmo y codicia es otro obstáculo a una sana corriente del “sí”. Cuando estas conclusiones equivocadas se mezclan con imágenes personales, son obstáculos tenaces que sólo pueden eliminarse mediante el reconocimiento pleno de todos los aspectos conectados y la formulación de una perspectiva y una actitud nuevas.

En este camino han aprendido a revisar su vida a la luz del progreso ya hecho, y a determinar no sólo en qué sentido han superado sus obstrucciones viejas, sino también qué falta por lograr. Cuando examinen las áreas aún no realizadas de su vida, y encuentren la corriente del “no” subyacente, comparen estas áreas con los aspectos de su vida en que están satisfechos. Luego consideren la corriente del “sí” subyacente: la sutil pero clara expresión de certidumbre de que esta cosa buena es suya, siempre será fácilmente suya, que no presenta una dificultad y que no tienen miedo de perderla. Sería prudente también investigar las áreas en las que se sienten merecedores, en las que están dispuestos a pagar el precio y a dar. Entonces notarán que sus actitudes en esas áreas sanas difieren enormemente de sus sentimientos y expectativas en las áreas no realizadas. Hacer esta comparación les dará mucha comprensión. Sientan claramente la diferencia entre su enfoque, sus emociones y sus expresiones sutiles en las situaciones sanas, plenas y felices de su vida, y aquellas en las que encuentran invariablemente un patrón frustrante e infeliz.

No es fácil, pero ciertamente factible, pasar de la corriente del “no” a la corriente del “sí”. No es posible que salgan de la corriente del “no” mientras se aferren a la convicción de que no tienen nada que ver con su problema, que son impotentes para cambiar su predicamento. Pero cuando se den cuenta de que el factor decisivo final son ustedes—su voluntad y su determinación—entonces el final de su sufrimiento está cerca. Digan: “Deseo salir de esto. A fin de hacerlo quiero saber específicamente qué obstruye el camino en este momento. Sé que mi ser real, que las fuerzas constructivas universales me ayudan y me guían en el momento en que decido hacer algo al respecto. Estaré listo para ver lo que hay dentro de mí”. Sigan con sus actividades en esta dirección, y lo que había parecido imposible de pronto será factible. No es posible descartar la meditación relajada, la concentración y un mínimo de autoobservación diaria. Estas son las herramientas, y aprender a usarlas de la manera apropiada es parte de su proceso de crecimiento.

Muchas veces he dicho que nada en sí es bueno o malo, sano o malsano, constructivo o destructivo. Lo mismo pasa con el sentimiento, la experiencia y la expresión de la actitud de “Quiero”, con respecto a una realización específica. El mero hecho de su existencia no es garantía de que ustedes quieren una corriente del “sí”. Aparte del deseo opuesto en un nivel inconsciente, este “sí” puede ser producto de la codicia y el miedo, del querer excesivo, y la codicia y el miedo son productos de la corriente del “no”. De no haber una corriente del “no” oculta, no habría duda de que podrían tener lo que desean; por lo tanto, no tendrían miedo de no poder tenerlo. No necesitan ser codiciosos, pues si están en la verdad y en armonía con las fuerzas cósmicas, la corriente del “sí” funcionará como un flujo natural, fácil y sereno dentro de ustedes. Pueden emanar el “Quiero” en la corriente del “sí” con una plenitud e integridad desprovistas de ansiedad, duda y codicia. Sí o no, “Quiero” o “No quiero”, sólo pueden determinarse como expresiones de la corriente del “sí” o del “no” si estos deseos son atentamente observados, si uno escucha cualquier emoción áspera o perturbadora contenida en ellos.

También he dicho muchas veces que el contacto con la chispa divina, o su ser real, es un resultado de este Pathwork. Algunos de mis amigos están empezando a experimentar este evento indescriptible. La seguridad, la convicción de la verdad, la armonía y la corrección de ella valen todo el esfuerzo de vencer la resistencia. Sólo ellas pueden guiarlos verdaderamente. No sólo es la corriente del “sí”, sino que los inspira a fortalecer la corriente del “sí” ya existente, a fortalecer, a corregir todas las impresiones defectuosas, a darles toda la percepción interior que necesitan y a brindarse la fuerza para cambiar y transformarse. A fin de que la chispa divina se manifieste, deben contactarla deliberadamente y pedirle que les responda y les muestre el camino. Pero la mente del ego se interpone tantas veces en el camino. Cree que sólo ella existe y determina. Debe decidir permitirle a su cerebro mayor determinar su vida. Muchos de ustedes han experimentado que su ser real responde; a veces instantantáneamente, a veces después, pero siempre lo hace. Sin embargo, también olvidan esto, como olvidan las victorias después de vencer la resistencia. Permitan que este ser tan íntimo, esta gran inteligencia dentro de ustedes, responda a sus confusiones, los guíe a la verdad que necesitan saber sobre ustedes mismos y los fortalezca para cambiar sus imágenes falsas, sus errores conceptuales y pasar de la corriente del “no”, que tiene una perspectiva profundamente desesperanzada, dudosa, destructiva, oscura y negativa a la corriente del “sí” con su promesa que será inevitablemente cumplida.

Cuando descubran la persistencia de un sutil pero claro NO a una realización muy deseada, un alejamiento de ella que no pueden explicarse y que sólo pueden detectar si miran muy de cerca, es de la mayor importancia que no inventen argumentos para explicarla, que no sean impacientes consigo mismos, que no nieguen su existencia con la fantasía de que al hacerlo su deseo desaparecerá. Esto jamás funciona. Más bien, reconózcanla, tráiganla más a su conciencia y prepárense para encontrar la respuesta a la barrera. Hagan las preguntas apropiadas y entiendan que no deben escatimar ningún cualquier esfuerzo, pues sin la ayuda divina son incapaces de lograr cualquier meta importante. Lo que debe parecerle ser la mayor contradicción a la persona espiritual y emocionalmente inmadura se convierte en una verdad obvia para el individuo espiritual y emocionalmente maduro. Uno debe ser totalmente autosuficiente a fin de darse plena cuenta de que la ayuda de Dios es esencial. Y de que esta ayuda tiene que ser solicitada por la persona independiente como un acto de su voluntad. Los inmaduros se niegan a pararse sobre sus propios pies. Desean que una autoridad superior sea responsable de ellos, pero carecen de la humildad para reconocer que su grandeza reside en su ser divino. Sin embargo, el ser divino no está allá arriba en el cielo, sino en lo más íntimo de ustedes, a donde puede ser convocado y consultado. Más y más será este ser divino el que se manifestará y el pequeño ser se integrará a él.

Otra fuente adicional de ayuda es el método de ventilar las cosas. Esto ha resultado ser verdad en otras fases del trabajo, y es igualmente importante en esta fase. Hablar de lo que quieren, de cuál es su obstrucción y de la razón de su corriente del “no” tienen un valor terapéutico más allá de su comprensión actual. Cuando hablen con otra persona las cosas tomarán forma y adquirirán una claridad que no alcanzaban a ver mientras sólo pensaban en ellas, aun si las escribían. Asimismo, muchas veces es imposible que adquieran por sí mismos una percepción interior, que un observador neutral podría hacerles, porque uno está muy profundamente involucrado en su problema. Hablar de las cosas alivia la presión y esto libera energía valiosa. Adquieren una perspectiva nueva y algo empieza a cambiar en su interior incluso antes de que lo sepan. Algo se pone en marcha cuando deliberadamente acceden a su ser divino en busca de respuestas y guía, y cuando alivian la presión hablando del asunto abiertamente. El efecto de estas dos importantes actividades será experimentado por cualquiera que siga este consejo. De nuevo hago hincapié en que nadie tiene que aceptar ciegamente mis palabras.

Tal vez también necesiten superar una corriente del “no” contra el proceso de la autoexhibición, pues donde sea que se encone un problema existe una profunda vergüenza. Cualquiera que sea el error conceptual, la imagen original con sus falsas premisas y sus emociones negativas causa una profunda vergüenza. Ya sea que se sientan asustados o heridos, su sensación de estar aislados con un secreto culposo y vergonzoso que los vuelve distintos de otros puede salir a la luz como algo falso si hablan con otra persona. Al empezar esta práctica, la vergüenza empieza a desaparecer hasta que se muestra como la ilusión que siempre fue, una ilusión que ha causado tanto sufrimiento. Me gustaría señalar una diferencia entre hablar del problema, de sus sentimientos y reacciones, y confesarlos todos por completo. Lo primero es un comienzo necesario y bueno, pero lo segundo se acerca más a la meta de entrar en la corriente del “sí”.

El ser interior sabio sabe lo que se necesita y sutilmente da un empujoncito a la personalidad exterior. Cuando el contacto estrecho con este ser interior no se establece en todos los niveles, este empujoncito se malinterpreta. La presión acumulada de la necesidad de hablar se encauza en canales improductivos porque el ego pequeño teme y desea evitar—a menudo inconscientemente—descubrir la “vergüenza”. La corriente del “no” está en acción. Cuando la presión de hablar se alivia de manera inapropiada, uno se concentrará en asuntos que no están conectados con el área personal de dificultad de uno. Esto puede tener efectos secundarios destructivos, aparte de obstaculizar el proceso de crecimiento personal. Puede difundirse involuntariamente la desarmonía, muchas veces con buena voluntad y con percepciones en parte correctas sobre asuntos que no tienen nada que ver con el ser. Si uno no está conectado con su ser interior, una observación muy atinada no será más que una verdad a medias, mientras que cualquier observación tendrá el timbre de la verdad si uno no evita algo que lleva dentro. Si la presión de la necesidad interior de hablar del área problemática de uno se desvía a otros canales, lo que sobrevendrá serán el desorden y el estancamiento. El alivio momentáneo de tener que lidiar con el área problemática es como el placer fugaz de ceder a cualquier impulso destructivo.

El verdadero alivio de estar en la verdad puede ser de ustedes en el momento en que estén en el camino de superar la vergüenza de las lesiones más profundas de su alma. De nuevo, esto no puede hacerse de inmediato, pero si enfrentan su resistencia con una constante y honesta autoobservación, reconociendo que existe sin autoengañarse, y pidiendo la ayuda de su Ser Superior, el éxito llegará. Entonces sabrán lo que significa vivir sin vergüenza, sin la necesidad de aislarse, sin el peso de ocultar su ser verdadero. No disipen la energía con la tentación de alejarse de él, privándose así de una medicina espiritual y emocional muy necesaria.

Cualquier convicción férrea o demasiado firme en conexión con su trabajo en el Pathwork debería examinarse. ¿Están verdaderamente abiertos a considerar también un punto de vista opuesto? Sólo entonces pueden percibir la voz de su Ser Superior en el caso en que éste desee transmitirles algo diferente. Y sólo entonces sabrán si su convicción inicial fue efectivamente la correcta para ustedes. Esta certidumbre interior profunda sólo les llegará cuando estén dispuestos y listos para aceptar algo que no sea su preferencia.

Así como deben querer profundamente la verdad sobre ustedes mismos a fin de obtenerla, así también deben desear profundamente transformarse. ¿Hay un NO oculto? ¿Por qué? ¿Cuál es el miedo? La renuencia a transformar lo que hay dentro es el mismo NO que existe con respecto a la realización que desean de fuera.

Ahora me gustaría hablar de un asunto que ha desconcertado a algunos de mis amigos, aunque su confusión no siempre es consciente. Es el hecho de que el Pathwork, en cierto punto, parece agravar los sentimientos negativos. Sé que conocen algunas respuestas a esta pregunta, como la respuesta obvia de que el material hasta ahora inconsciente se ha vuelto consciente. Esto es temporalmente molesto. Pero hay otro factor que es importante entender.

Un ser humano joven empieza su vida con imágenes personales y errores conceptuales, y ya ha fabricado ciertos “remedios” contra el terror ilusorio. Estas son las seudosoluciones, conectadas con la autoimagen idealizada. Con ellas, la persona espera defenderse de lo que teme en la vida. Mientras son jóvenes y vigorosos, no se dan cuenta de que sus seudosoluciones no funcionan. Cuando tienen éxito, se imaginan que es gracias a ellas, y no a pesar de ellas. Todavía no se sienten desalentados por las repetidas decepciones. La desesperanza, la depresión y la sensación de futilidad no han hecho su aparición. Si siguen viviendo con el peso del error, gradualmente llegan al punto del desaliento total. Cada vez que las seudosoluciones no funcionen, ustedes se desesperarán, pero como todo el proceso de haber formado seudosoluciones y lo que se supone que deben evitar es inconsciente, no hay manera de remediar la situación. De hecho, están convencidos de que no se han esforzado lo suficiente para lograr que las seudosoluciones funcionen, para hacer que los demás crean en su ser idealizado y falso. Entonces creen que son tan insuficientes que ni siquiera pueden fingir; sin embargo, si tan sólo lograran perfeccionar estas “soluciones” imaginadas, todo iría bien. Estarían salvados. La idea de renunciar a ellas parece tremendamente peligrosa y los expone a la aniquilación, la humillación y la vergüenza. No hace falta decir que todos estos sentimientos son inconscientes. La corriente del “no” se usa para evitar la amenaza imaginada.

Cuando el Pathwork demuele este fingimiento y las ineficaces seudosoluciones—en vez de fortalecerlas como uno inconscientemente desea—surge el pánico. Uno lucha por su vida y siente que pierde terreno, en vez de ganarlo, porque las viejas maneras de lidiar con las dificultades ya no pueden usarse. El ser consciente ve ahora lo absurdo de ellas y ya no puede emplearlas. Pero los conceptos nuevos no se han formado aún. En esta etapa intermedia uno se encuentra en un vacío que muchas veces prolonga inadvertidamente al luchar contra ir adelante. Los conceptos veraces no pueden moldear la vida mientras uno se equilibre precariamente en el punto de la confusión, la desesperación y la negativa tenaz a ir más allá. Deseo que todos ustedes, amigos míos, mediten profundamente en esto, y que vean si se aplica a ustedes. Si no, todavía podría suceder. ¿Están preparados para enfrentarse a este vacío de la manera más constructiva, sabia y deliberada?

Las soluciones falsas y los medios para enfrentar la vida crean una fuerza, una seguridad y una felicidad falsas, o, dado el caso, si parece conveniente, una infelicidad falsa a fin de manipular o castigar a otros. Las tendencias falsas y sobreimpuestas tienen que desaparecer antes de que la fuerza, la seguridad y la felicidad genuinas puedan volverse parte del ser. ¿Cómo puede existir una corriente del “sí” genuina, si parte de su personalidad está expresando emociones falsas? Exactamente lo mismo sucede con los conceptos verdadero y falso de Dios. La imagen de Dios falsa tiene que disolverse antes de que el concepto genuino de Dios pueda volverse parte de la psique. Es poco realista esperar que cuando lo nuevo se construye, las actitudes viejas y obsoletas desaparecen. El grado de dolor que se siente con la disolución de las maneras falsas y viejas y su transformación en actitudes nuevas depende de la fuerza de la corriente del “no” que se opone al proceso, y del grado en que esta corriente del “no” pueda desactivarse por medio de la conciencia y la observación, y la medida de subsecuente actividad y tratamiento apropiados.

Para que la corriente del “sí” se exprese en cualquier área de su vida y su personalidad, todo su ser debe ser de una sola pieza, una entidad íntegra. Su conciencia no puede estar dividida, con niveles diferentes que expresen distintas metas, opiniones, conceptos y emociones. No pueden manifestar la corriente del “sí” tratando de convencerse de ella. Suele malinterpretarse y abusarse de los sistemas y enfoques; las personas se dejan engañar con una esperanza temporal, con un éxito temporal, pero éste no puede ser real y permanente a menos que todos los niveles de su ser estén llenos de una expresión y no quede ningún área que desconozca la verdad, que todavía alimente dudas y miedos, y que no exprese la verdad. Tampoco puede esta integridad lograrse a menos que algunas partes de la estructura de carácter se transformen verdaderamente; que “renazcan” como dijo Jesús. Semejante reorientación completa de la personalidad no puede ser un asunto chapucero. No sucede fácilmente. Exige su involucramiento e inversión totales en el proceso. Demanda una feroz superación de la resistencia tenaz y fácilmente engañosa, y la negativa a ceder a la tentación. No hay atajos, salvo que parece fácil cuando la transformación ya ha tenido lugar y la psique está liberada de divisiones y contradicciones.

Cuando alcanzan el estado de unidad con ustedes mismos, con su ser divino más íntimo, en el flujo y la armonía de la corriente del “sí”, no tienen nada que temer. Están pisando terreno firme. La realización de cualquier expresión de su ser puede fácilmente ser suya.

Cuando se permitan despojarse de toda falsedad y expresen su deseo de crecer, llegarán a ver que el Dios al que inconscientemente temían no existe. El Dios que sí existe no conoce limitaciones para derrochar una felicidad que es de ustedes con sólo pedirla. No tienen que escoger—como suelen creer inconscientemente—entre una forma de realización u otra. Tal vez se atrevan a expresar plenitud en el área de la salud y en una relación amorosa feliz, pero podrían sentirse egoístas y codiciosos si su conciencia expresara también el deseo de tener una vida profesional fructífera. La falsa imagen de Dios, que también existe en aquellos que conscientemente niegan la existencia de un Creador superior, los vuelve tacaños con su propia realización. Pero ésta no es ni la manera ni la voluntad de Dios. Es la manera y la voluntad de ustedes, nacida de sus limitaciones internas. Una vez que se deshacen de ellas, una por una, el paraíso puede estar en la Tierra, lo mismo que el infierno, siempre de acuerdo con su estado interno de ser. Esas limitaciones son las ideas equivocadas que tienen acerca de la vida, acerca de ustedes mismos y acerca de su papel en la vida. Cuando entiendan que la individualidad y el autogobierno son sinónimos de seguir la voz y la voluntad de su ser divino, que estos dos conceptos no son mutuamente excluyentes ni contradictorios sino interdependientes, entenderán la enorme diferencia entre el ser real y el insignificante cerebro exterior, la diferencia entre la seudocorriente del “sí” apretada, ansiosa, dudosa, codiciosa y la corriente del “sí” real que les brinda el conocimiento interior relajado y sereno de todas las cosas buenas de la vida que les pertenecen. Y experimentarán la verdad del despertar espiritual auténtico: que el enorme poder e inmanencia de lo divino está a su disposición inmediata; que sin ella, no pueden verdaderamente lograr nada; y que, a fin de establecer contacto con ella, tienen que erguirse sobre sus propios pies y dejar de lado la necesidad de tener otra autoridad que se responsabilice de ustedes. Todos los efectos de su vida pueden rastrearse hasta sus causas internas, pero el ser humano suele luchar contra esta verdad más de lo que justifica la razón. En todo tipo de maneras obvias o sutiles, buscan fuera de ustedes la razón de las circunstancias de su vida.

Muchos de ustedes han experimentado una respuesta inmediata a la divindad que los habita, a la manifestación de la corriente del “sí”, a la liberación de la resistencia vencida. No olviden la verdad de sus maravillosos reconocimientos, pues recordarlos les hará más fácil continuar. Cada vez que piden la manifestación de lo divino que los habita éste llega, ya sea para conocer la verdad acerca de ustedes, para resolver una situación difícil o para transformar su ser en una persona más veraz y productiva. Utilicen este contacto más y más, dejen que los instruya y abra maneras nuevas para ustedes. Es sabiduría y poder ilimitados, poder infinito. Si usan este gran poder más específica y regularmente, y no sólo en ocasiones, todos llegarán a la comprensión plena de que este camino los conduce a la verdadera liberación.

Nada se interpone en el camino de una vida plena, realizada, rica. Estas no son promesas vacías. Se les dan todas las herramientas que necesitan, y sólo ustedes pueden usarlas. A menudo, en vez de usar plenamente estas herramientas, en vez de querer cambiar las actitudes que causan su infelicidad, refunfuñan y culpan al Pathwork por no estar a la altura de sus promesas… ¡como si alguna vez les hubiera prometido hacer el trabajo por ustedes! Ningún enfoque puede hacer eso jamás; sólo puede mostrarles lo que deben hacer, cómo deben cambiar para que su vida se transforme para mejorar. Pero los que avanzan firmemente y luchan contra el NO interior, los que hacen el trabajo un día tras otro, adquieren la creciente convicción de que poco a poco salen de la prisión y la oscuridad hacia la libertad y la luz de la verdad. Cualquiera que asegure que ha puesto su mejor esfuerzo pero no ha tenido éxito no dice la verdad, sufre de un autoengaño. Esa persona puede hacer buenos esfuerzos en áreas de menor importancia, pero se niega a ver la verdad donde más duele, donde la persona todavía no se libera.

¿Tienen preguntas que hacerme?

PREGUNTA: En conexión con esta conferencia, descubrí que mi corriente del “no” es más superficial, mientras que por dentro hay una mayor corriente del “sí” de lo que yo pensaba. ¿Podría explicarme esto?

RESPUESTA: Sí, es muy cierto. Contigo el proceso está invertido. Tu asombroso progreso en un tiempo relativamente corto, sobre todo en vista de la gravedad de tus problemas cuando emprendiste este camino, explica este hecho. Yo siempre trato de hacerles ver a todos mis amigos que el inconsciente es la fuerza más poderosa, que determina el resultado independientemente de la voluntad consciente. Esta última es de incalculable importancia, pero debe estar dirigida a volver consciente lo inconsciente a fin de eliminar todos los obstáculos y divisiones dentro del ser.

La razón de esto en tu caso es que por naturaleza eres una persona mucho más constructiva, aceptante y positiva de lo que aparentas ser. Una vez que el artificio se elimina, este ser más verdadero aparece y se expresa más libremente. Te aferras al lado artificialmente negativo, casi como una especie de superstición, como si creyeras que puedes mantener a raya la infelicidad real entregándote a una falsa. Lo expresas con esta actitud: “Si digo NO, la vida no me dirá NO a mí ni me tratará demasiado mal”.

PREGUNTA: Siento que tengo la corriente del “no” por dentro y por fuera; todo es NO. ¿Puede ayudarme a entender por qué?

RESPUESTA: Sí, y también puedo ayudarte a salir de este predicamento. Esta es la razón: Tienes miedo de que si no dices NO, tendrás que lidiar con una insuficiencia y vergüenza específicas. Desde luego, no se trata de una insuficiencia ni de una vergüenza reales, pero inconscientemente así lo crees. El NO parece eliminar la necesidad de mirar más de cerca. Tal vez no seas capaz de sentir esto todavía, pero lo harás si procedes con tu Pathwork. Una vez que lo hagas te será más fácil enfrentar al enemigo interior: el NO.

He aquí un consejo inmediato sobre cómo proceder: Toma cualquiera de los muchos y pequeños NO en el trabajo de tu vida cotidiana y entra en tu meditación privada, solo, en paz, relajado. Esta meditación podría ser más o menos así, pero usa tus propias palabras: “¿Por qué digo NO? Tengo el poder de no decir NO. Y ahora le digo SÍ a querer real y verdaderamente entender mi NO particular”. Toma uno a la vez. “Con todo el corazón le digo SÍ a querer entender el NO”. Primero sentirás un fuerte jalón negativo contra esto, pero, como ya lo esperas, estás preparado y no le permites que te disuada. Sigues diciendo: “La verdad no puede dañarme, aunque algo ignorante en mí se rebele contra ella. A pesar de eso, digo SÍ. Esto no tiene ningún poder sobre la manera en que dirijo mi voluntad y mis esfuerzos. Este mismo NO me ha traído mucha destructividad e infelicidad, y ya no le permito que me gobierne. Tomo las riendas en mis manos”. Haz esto todos los días durante un tiempo y ábrete a lo que venga, con el espíritu de “para bien o para mal, quiero descubrir por qué el NO me impide tener todo lo que podría traerme felicidad. Ya no deseo rechazar todo lo que da vida, todo lo que me permite extrovertirme, unificarme. Ya no deseo abrazar el aislamiento y la hostilidad”.

Cuando medites de esta manera, pidiendo ayuda a las fuerzas divinas dentro de tu ser, podrás experimentar efectivamente una gran transformación. La primera vez será difícil, pero si perseveras, se volverá más fácil y producirá más y más resultados. Y te ruego, decide recordar las muchas veces en las que estabas en un feroz y temeroso NO, pero después de que lo superaste vinieron el alivio y la liberación, la energía renovada, la mayor comprensión y salud, y también el conocimiento y la certidumbre de que lo que habías temido antes era totalmente infundado; recuerda que todo eso era proporcional al miedo y a la resistencia que habías albergado. Aprovecha el considerable progreso ya hecho, en vez de dejarte llevar de nuevo por la inercia. ¡Entonces experimentarás aún la mayor victoria y liberación hasta el momento! Cuando sigas este consejo, verdaderamente efectuarás la transformación de una curva descendente, de la corriente del “no”, a una construcción que se yergue, a un río ascendente y dador de vida, a la corriente del “sí”.

Mis muy amados amigos, todos son bendecidos. Que estas palabras sean más que palabras, que no sean sólo teoría, sino que sean las herramientas que deben ser. Así finalmente se permitirán ser felices y ya no tendrán miedo de la realización. Queden en paz. ¡Sean en Dios!

Dictada el 29 de mayo de 1964.