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Pathwork

Conferencias del Guía

Conferencia 203. Interpenetración de la chispa de luz divina en las regiones exteriores; ejercicios mentales

Saludos y bendiciones para todos ustedes, mis muy queridos amigos. Enviamos bendiciones especiales para el comienzo de un nuevo año de trabajo, un año especialmente importante. Este año será testigo de la fructificación de una forma espiritual, que se materializará en una forma terrenal.

La construcción de esto es en verdad una empresa hermosa, con la que se realizan porque cumplen con su tarea en el universo. Cualesquiera dificultades que tengan que superar son una expresión de la suma total del “cuerpo” que todos ustedes forman. Este cuerpo, así como todas las demás entidades creadas, tiene su propio cuerpo espiritual. Un cuerpo consta de muchos aspectos, así como el ser humano individual consta de muchos aspectos.

Cada ser humano es un aspecto de la conciencia mayor, que es toda una. Estas son meras palabras para muchos de ustedes, pero es posible que se abran a una experiencia interior para ustedes a través de la cual verdaderamente sepan que son todos uno en conciencia. Tal vez tengan un indicio de esto incluso ahora, cuando después de años de trabajo puedan reconocer y lidiar con diversos aspectos de su personalidad. Algunos de éstos están en desarmonía con su buena voluntad consciente; otros, en armonía. En el nivel más profundo hay un aspecto de la conciencia que sobrepasa en belleza, sabiduría, fuerza y amor incluso sus mejores intenciones y capacidades para llevar armonía a sus desarmonías interiores y, con el tiempo, a sus desarmonías exteriores.

Aprenden a identificarse con cada uno de sus aspectos y a identificarlos, uno por uno. Así adquieren un indicio de la suma total de su ser manifiesto, lo que conocen como “tú”. Aprenden a aceptar incluso aquellos aspectos de ustedes que no les agradan y, por ende, transforman su energía, en vez de separarse de ellos de modo que se manifiesten como fuerzas externas.

Esto se aplica a toda la creación. Son parte de la conciencia universal, así como un aspecto específico dentro de ustedes es parte de su personalidad total. Su miedo intrínseco de cerrar la brecha entre la pequeña y separada conciencia del ego y la conciencia total proviene de la idea de que si cierran esta brecha se perderán. Esto, desde luego, es totalmente inexacto, pues cuanto más cuenta se dan de que son todo, más serán ustedes mismos, más completos serán, no menos.

El propósito global de la creación es cerrar esta brecha y establecer en todas partes la conciencia total. Pregúntense una y otra vez por qué existe esta brecha. Se han ofrecido muchas explicaciones acerca de la llamada caída…la caída de la gracia o la caída de los ángeles, o comoquiera que se le nombre en la terminología religiosa.

Permítanme darles ahora una versión nueva del mismo proceso. Esto no es sólo para informarlos y enseñarles cosmología. Lo que les diré de la creación será de un valor inmediato y práctico para su propio desarrollo. No sólo los abrirá más a la verdad cósmica más profunda fuera de ustedes, sino que encontrarán todas estas verdades dentro de ustedes ahora mismo si desean verlas. Con el tiempo entenderán en el nivel más profundo por qué se identifican con esta conciencia egoica separada, por qué tienen tanto miedo de dejarse fundir con la conciencia más grande. Entenderán lo ilusorio que es este miedo, y verán que el sufrimiento realmente procede de su resistencia y es, por lo tanto, innecesario. Estas palabras ayudarán a abrir la puerta a un conocimiento más profundo y a la experiencia de la verdad eterna e inmutable.

Una vez más debo recordarles lo difícil que es expresar la realidad dentro de los confines del lenguaje humano. Los términos y los conceptos del lenguaje humano se han creado de acuerdo a un aspecto muy estrecho de la realidad. Es así que mis palabras siempre pueden ser malinterpretadas y distorsionadas, o sencillamente sonar incomprensibles, confusas y contradictorias. Sus términos tridimensionales difícilmente contienen las verdades multidimensionales más allá de la comprensión humana. No obstante, si deliberadamente permiten que la comprensión de su corazón y su alma, de su intuición más profunda, los llene, mis palabras les llegarán en alguna medida. Habrá un eco de alguna comprensión interna que difícilmente puede expresarse con palabras.

La creación “empezó”…y desde luego que nunca empezó en realidad, así que cuando digo “empezó”, de nuevo estoy metiendo a presión un concepto en el lenguaje humano, un concepto para el que no existe ninguna otra palabra. ¡Traten de sentir esta verdad! La creación “empezó” con la chispa divina. La chispa puede haber sido pequeña en un vacío inmenso. Empero, en esta pequeña chispa estaba la máxima realidad divina, que comprendía todo lo que es consciente dentro de la energía creativa más poderosa, la más increíble sabiduría y amor. El Creador infinitamente bueno y divino tenía la intención de llenar este vacío, un vacío de nada, con la chispa del todo. Gradualmente, la chispa empezó a extenderse y a penetrar lentamente la oscuridad y la nada del vacío. La chispa tenía una luz increíble, y una vivacidad y totalidad resplandecientes. El vacío formó una infinidad en las regiones “exteriores”; la chispa, una infinidad en las regiones “interiores”. Esto puede parecer una contradicción en términos humanos dualistas. ¿Cómo puede haber dos infinitos? Es de verdad imposible transmitir esto a la conciencia humana; cómo puede ser cierto que hay un infinito, pero que sea tanto un vacío como una chispa interna de luz eterna, donde la segunda llena la primera.

La chispa eterna extiende inexorablemente sus regiones internas infinitas. Tal vez puedan visualizar su forma en un cuadro: imaginen un líquido espeso, dorado, centelleante, lleno de energía y de potenciales creativos gloriosos, que contiene dentro de él todas las semillas. Brillante, efervescente, vivo, intensamente consciente, está dotado de todos los poderes concebibles e inconcebibles para crear mundos y seres. Se expande lentamente, con el propósito de llenar la nada aparentemente infinita. Éste es el Todo, en su infinitud y eternidad, llenando inexorablemente el vacío, hasta que no hay ningún vacío.

Como el Todo es esta conciencia vibrante y energía poderosa, no puede sino penetrar todo el vacío. La región exterior estará enteramente llena del mundo interior de luz y vida.

En el proceso de expandirse, partículas de este Todo, de esta chispa divina, parecen perderse y “olvidar” el origen de su integridad y conectividad. Estas partículas creen ser puntos aislados de conciencia, arrojados a la oscuridad exterior y luchando para no ser devorados por ella. Esta lucha es una ilusión; el miedo es una ilusión. El punto aparentemente aislado no está realmente aislado. La conexión siempre existe, pero en el proceso de penetración, la vida y la totalidad que avanzan y esparcen la vida se ven parcialmente disminuidas en su manifestación. En este estado disminuido hay “ocasiones” en que la oscuridad exterior parece más cercana y más real que la vida interior de la chispa.

El vacío exterior no es malo, pues el mal no es nada. El mal llega a existir cuando las partículas de la chispa divina pierden la memoria y no han recuperado aún el conocimiento de su conexión y lucha contra el vacío. La feroz lucha contra renunciar a ser, a existir, a la vivacidad, distorsiona la realidad y la energía divinas. La transición temporal crea un estado que puede llamarse el mal. Pero es temporal.

Este aspecto temporal y aparentemente separado de la realidad divina debe ser inevitablemente atraído al Todo siempre en expansión. Es decir, realmente no se aleja. Más bien, la plenitud siempre creciente de la chispa en expansión se empareja con el aspecto que ha progresado en forma disminuida. Toda la naturaleza, con sus diversas formas de vida, es parte de esta enorme ola que avanza lentamente y llena las regiones exteriores.

Su propia vida, su lucha y su desarrollo deben verse bajo esta luz. Siéntanse a medida que lleven luz y divinidad a todo su ser. Ésta es la chispa que los empuja a penetrar las regiones exteriores. Cuanto más progrese la vida en la Tierra en espiritualidad, justicia, amor, verdad y unidad, más realizará este proceso creativo.

Todo esto explica su resistencia a renunciar a su negatividad, a su mal. Si el aspecto aislado ha perdido de vista su conexión con, y su propósito en, todo el plan, ya no puede identificarse con la conciencia total de la que forma parte. De este modo, renunciar a las actitudes negativas que expresan la lucha contra el vacío oscuro parece amenazar al individuo con la extinción. Renunciar al mal parece como si se fuera uno voluntariamente a la nada oscura, que se confunde con la muerte física. Como la realidad divina debe, a final de cuentas, llenar todo lo que hay, todas las partículas deben reunirse…o, más bien, descubrir que siempre han estado unidas con el Todo.

El miedo de que el vacío se trague la chispa divina aparentemente separada es lo que experimentan cuando se enfrentan a sus terrores más internos. Lo que digo aquí, tan filosófico, metafísico y remoto como suene, no es un evento remoto, sin relación con su vida presente. Cuando se internen profundamente en ustedes, descubrirán que este miedo es continuo en su vida tanto interior como exterior. Encontrarán el terror del vacío y, a final de cuentas, descubrirán la conciencia eterna, la conciencia total, que es ustedes y jamás puede morir, y que debe interpenetrar lentamente el vacío.

Cuanto más pronto hagan un espacio para estas verdades y respondan abiertamente a ellas, más pronto experimentarán el verdadero estado de su ser. Pero cuando su conciencia está inmersa en la separación como la única “realidad”, cuando confunde el estado momentáneo con la realidad última, su mente bloquea la experiencia.

Éste es el plan de la creación, ésta es la evolución, éste es el propósito. ¿Pueden ver que ustedes, cada uno de ustedes, es parte de él? Tienen una tarea, pues son Dios. Lo máximo en ustedes, el Todo en ustedes, los envía, envía un aspecto de sí mismo, que después se manifiesta como una conciencia egoica aparentemente separada. La tarea de este aspecto separado es sondear sus propias profundidades y potenciales para encontrar la infinidad de la vida, del poder, de la sabiduría, del amor, de la belleza y la eternidad, pues el todo también está contenido en la parte. De hecho, su tarea es que todo su ser consciente sepa esto, para que consciente y deliberadamente extiendan su ser al vacío y lo llenen con su naturaleza real.

Cuando mediten profundamente podrán usar estos conceptos de inmediato para entenderse a sí mismos y su vida. La mayor parte de ustedes han entrado en sí mismos con la suficiente profundidad para estar listos para usar estas palabras, para conectarse intuitivamente con ellas. Una vez que vean su verdad, algo muy vital cambiará. A medida que aprendan a aceptar los aspectos tanto positivos como negativos de ustedes y, por consiguiente, se unifiquen, empezarán a sentir lo mismo con respecto a su ambiente y sabrán que todas las personas —les gusten o no, las aprueben o no, sean seres en desarrollo o no— son aspectos del todo, tal como ustedes. También sabrán que lo negativo, en ustedes o en otros, es sólo un aspecto del ser positivo. Dejarán de sentirse enajenados y asustados por ello. Pero necesitan empezar primero a dejar de estar enajenados de ellos y asustados por cualquier cosa que exista en ustedes. Cuanto más teman aspectos de ustedes mismos, más se proyectará este miedo a la vida exterior, a otras personas y circunstancias exteriores. La única manera en que pueden dejar de sentir miedo a la vida, a otras personas, a la muerte, es enfrentar lo que más temen en ustedes. Éste es el camino. Repito: ¡Éste es el camino!

Les he prometido, amigos míos, que les daría más material vital y ejercicios espirituales específicos que les ayudarán a avanzar más en su camino. El primer ejercicio que les quiero dar es muy importante y se ocupa del nivel del sentimiento. Pero primero quiero darles una breve explicación.

A estas alturas todos ustedes han estado en contacto con sentimientos muy profundos que tal vez no se habían atrevido antes a experimentar o aceptar, y aprendieron a expresarlos. Pero todos ustedes siguen albergando un error conceptual muy importante acerca de los sentimientos, y éste es que es que pueden, de alguna manera “eliminar” los sentimientos negativos. Ésta es una leve distorsión. Empero, no quiero dar a entender que siempre estarán agobiados por sentimientos negativos no resueltos. Debemos hacer una clara distinción entre los sentimientos estancados y residuales que la personalidad no se da cuenta de que está conteniendo, y la capacidad innata de la personalidad de experimentar cualquier sentimiento si el alma se halla en un estado fluido. Por ejemplo, cuanto menos teman su enojo reprimido y más aprendan a aceptarlo, expresarlo y asumir la responsabilidad de él en vez de proyectarlo a otros, más libres estarán para producir enojo “a voluntad”.

En el momento en que piensen en este trabajo en términos de “desechar” sentimientos, se confundirán. He dicho muchas veces que cuando transforman la energía de un sentimiento inapropiado y destructivo, no lo eliminan. Lo que quiero agregar aquí es que se pueden volver conscientes del estado, que todavía es sólo una posibilidad, en la que son tan flexibles y están tan en dominio de ustedes mismos, que todos los sentimientos pueden mudarse porque este potencial siempre existe en ustedes. El ideal falso de un estado espiritual altamente desarrollado es que no deben existir el enojo, la rabia, el miedo, el dolor ni la tristeza. Esta idea está distorsionada y conduce a una imagen rígida y poco realista. Cuanto más capaces son de experimentar cualquier sentimiento, menos esclavizados se sentirán por él. Cuanto menos pueden hacer surgir los sentimientos, más asustados están de ellos y, por lo tanto, a su merced. Esto puede manifestarse en una exteriorización descontrolada y destructiva, o en el estancamiento de todas las energías creativas, los potenciales y la capacidad de sentir. Como toda falsedad, este error conceptual conduce a un conflicto dualista, a un punto muerto.

El movimiento es uno de los productos esenciales de la vivacidad, del estado unitivo. El vacío es un estado fijo; la chispa del todo es el movimiento constante. Siempre batallan entre estos dos estados. Ustedes anhelan el no movimiento. Así que experimentan el miedo al vacío. Desean el no movimiento con la ilusión de que el movimiento los llevará al vacío, donde su conciencia cesará. Pero la chispa de vida en su interior los empuja hacia el movimiento.

De ahí que, en su camino, están aprendiendo a mover su cuerpo; aprendiendo a mover sus sentimientos; aprendiendo a mover su mente, de modo que su espíritu pueda moverlos a ustedes. Debe permitirse que el espíritu en movimiento se manifieste; por eso, todos los demás niveles de la personalidad deben alinearse con la naturaleza innata del espíritu: el movimiento.

Mueven su cuerpo para que el flujo de energía pueda penetrar todo su sistema físico, su energía física. Mueven sus sentimientos aprendiendo a dejarlos salir y a sentir su movimiento en ustedes. Mueven su mente abriéndose a maneras nuevas de ver las cosas. Ésta es una tarea esencial. Sus ideas fijas impiden que el espíritu se mueva de su mente y la inspire con la verdad superior. No hablo sólo de conceptos generales, sino de sus situaciones actuales. Lo que ocurre es que adoptan ciertas opiniones y juicios y luego invierten tanta energía en ellos que a la postre creen que éstos son sus sentimientos reales. La energía negativa está siendo creada por pensamientos rígidos y, por lo tanto, inevitablemente falsos. La verdad limitada, que ustedes creen que es toda la verdad, se vuelve entonces la herramienta del error y el autoengaño.

Así, lo que tal vez crean ahora que son emociones, suelen ser meramente opiniones fijas. Y allí donde sus sentimientos deberían desenvolverse, se encuentran ustedes paralizados e incapaces de dejarlos fluir. La tarea de cualquier camino espiritual es poner todo el sistema en movimiento. Pero esto requiere una muy fina elección del momento oportuno para saber qué es apropiado; de lo contrario, puede hacerse daño. Cada nivel de la personalidad requiere un enfoque distinto. Asimismo, antes de que puedan usarse ciertos ejercicios, debe existir alguna agilidad en el cuerpo, el sentimiento y la mente, u ocurrirán distorsiones. Por ejemplo, los sentimientos deliberadamente producidos pueden distorsionarse a través de la dramatización, la exageración o la falsificación. El voluntarismo puede usarse para dar un buen espectáculo y fomentar la ilusión de que el alma es flexible y se encuentra en un estado de flujo.

Del mismo modo, cuando la mente se ejercita probando alternativas nuevas de ver una situación, con la intención oculta de no hacer frente a la culpabilización, la acusación y la victimización autojustificadora, esto puede conducir a una serenidad falsa y sobreimpuesta que tapa muchos sentimientos negativos con los que todavía no se ha lidiado. Pueden ver que la elección del momento oportuno desempeña un papel importante aquí.

Consideremos ahora lo que dije acerca de los sentimientos negativos; a saber, que es una distorsión tratar de deshacerse de ellos por completo. Mientras cultiven su capacidad de producir y experimentar cualquier sentimiento, éste, si es indeseable, no tendrá poder alguno sobre ustedes. Jamás pueden dejar atrás fija y definitivamente sus sentimientos. No existe ningún estado futuro en el que todas sus metas sean alcanzadas y ya no necesiten moverse. Este concepto surge en sí mismo por miedo al movimiento, el rechazo al movimiento, y por ende por la ilusión de que el movimiento es indeseable. Si están en un estado de verdad, el movimiento es deseable y el no movimiento se evita.

Tomemos el nivel físico como ejemplo. Supongan que han trabajado lo suficiente en los niveles físico y emocional para eliminar todos sus bloqueos musculares. Esto no significa que ahora pueden dejar de mover su cuerpo. Si lo hicieran, pronto se formarían otra vez bloqueos nuevos, pues su decisión de permanecer estáticos estaría basada en un concepto falso de la vida, y en este caso, se desarrollarían sentimientos negativos. Si no lidian con este miedo reconociéndolo, aceptándolo y retándolo, entonces cederían a la idea falsa, el miedo, que les impide moverse en cualquier nivel.

El individuo sano sigue moviéndose; no por razones terapéuticas, sino por alegría. El movimiento ya no es entonces una tarea; es un placer. Mientras el movimiento sea una tarea, la tentación de estancarse y ceder al vacío es grande. Esto pueden superarlo moviendo su mente en direcciones nuevas; decidiendo moverse en todos los niveles, de modo que su espíritu pueda penetrar y avivar todos los niveles con su vida y su verdad. Su espíritu quiere llevar luz a la oscuridad y movimiento al estancamiento. Si dejan de moverse, empiezan a morir.

En el nivel de los sentimientos, lo mismo es cierto. Las personas que están avanzadas en su desarrollo bien pueden haber resuelto sus sentimientos residuales de odio. Pueden haber atravesado su dolor residual. Pueden haber disipado su enojo residual. Esto no significa que estas personas no experimentarán estos sentimientos nunca más. Por el contrario: cuanto más se han aceptado y ya no se rechazan ni temen los sentimientos residuales, mayor es la capacidad de uno de mover las corrientes del alma en cualquier dirección en cualquier momento. Estas personas pueden experimentar ahora cualquier sentimiento a voluntad. Sin embargo, la experiencia no debe provenir de un tenso voluntarismo; tiene que provenir de la voluntad interior suave y sana. Si pueden hacer esto, si pueden producir a voluntad odio y enojo; producir a voluntad dolor y tristeza; producir a voluntad miedo y terror; producir a voluntad ecuanimidad y paz; placer y alegría; amor y compasión; entonces están realmente en posesión de sí mismos y pueden moverse desde dentro.

Los que tienen la tendencia a sobredramatizar, a ser voluntariosos y a tener sentimientos falsos, deben abstenerse de hacer estos ejercicios porque primero deben quitarse la máscara que oculta su vergüenza de sus sentimientos reales. Los que tienden a usar ciertas emociones limitadas como defensa contra otras emociones deben abstenerse deliberadamente durante un tiempo de usar el sentimiento sobreimpuesto con el cual practicar. Digamos que alguien usa el miedo como defensa contra el deseo de dañar, de ser violento, mezquino, de odiar. Todos esos sentimientos deben trabajarse antes de intentar ningún ejercicio.

No les será difícil ver que las personas muy contraídas, restringidas y enajenadas de su centro son incapaces de producir cualesquiera sentimientos…o sólo una cantidad muy limitada de ellos. Están muy entumecidas y paralizadas en ese nivel, mientras que las personas que ya están mucho más liberadas de la restricción y las defensas porque han lidiado con los sentimientos residuales son mucho más flexibles y pueden decidir fácilmente estar enojadas, tristes o en cualquier otro estado emocional en el que deseen estar en el momento.

Gradualmente, los ejercicios deben hacerse con esto en mente, y cada uno de ustedes debe evaluar dónde se halla a este respecto. Esto resultará inmensamente útil y promoverá su desarrollo. Usen su guía interna acerca de cuándo y cómo aplicarlos. El conocimiento de estos principios es muy importante. Cuando cada vez más puedan producir sentimientos, serán más capaces de sacar cualesquiera últimos vestigios de sentimientos que hayan sido desatendidos. Incluso cuando estos sentimientos hayan desaparecido por completo, deben practicar la fluidez emocional para mantener vibrante y fluida la sustancia de su alma.

Siempre he dicho lo importantes que son los movimientos del alma. Los movimientos cósmicos interiores que constantemente pasan por ustedes pueden volverse conscientes sólo cuando su estado emocional es ágil, cuando pueden exteriorizarlos fácilmente. Déjense inspirar por estos ejercicios; háganlos deliberadamente. Desde luego que requieren la energía de muchas personas. Es mucho más difícil hacer estos ejercicios solos, aunque con el tiempo serán capaces incluso de hacer eso.

Empiecen por escucharse para descubrir cuál es su sentimiento predominante en este momento. Al principio puede ser sólo débil y necesitarán dejar que crezca y permitirse experimentarlo y expresarlo plena e intensamente. Después de eso pueden explorar otros sentimientos conforme éstos empiecen a manifestarse. En otras ocasiones su helper podría decidir concentrarse en ciertos sentimientos, o su inspiración los dirigirá. Siempre trabajen con la meditación y pidan guía e inspiración.

Esta práctica de volverse fluidos y flexibles es muy importante para su alineamiento máximo con su centro divino. Después les daré también algunos ejercicios mentales que hacer. Mientras tanto, les daré uno específico. Tomen cualquier situación en la que se hallen ahora que les esté molestando; cualquier perturbación en su vida. Miren el constructo que han hecho en su mente con su conclusión tensamente fija para convencerse y eliminar las inseguridades perturbadoras. Exploren con su facultad activa y de decisión para imaginar otras alternativas que la que escogen. Jueguen con estas otras alternativas. De nuevo, permitan que su espíritu los inspire y los guíe a canales nuevos, que les mostrarán que no serán aniquilados si abandonan su visión fija a la interpretación presente. Esta visión fija es, en una medida considerable, responsable de la misma perturbación fija que sufren. Vean esto.

Muchas veces, deben desenterrar primero lo que realmente creen. Pero una vez que esto ha sucedido, esas creencias tienen que volverse flexibles. Consideren otras creencias. Amplíen su perspectiva acerca del tema mismo que tan empecinadamente protegen con ciertas opiniones. Desean creer que sus juicios, pensamientos y opiniones resultan de una situación perturbadora específica. Yo digo que es al revés. La situación perturbadora es el resultado de su tendencia a albergar sólo estos pensamientos, juicios y opiniones debido a una motivación e intención subyacentes. Tal vez éstas puedan enfrentarse con menos resistencia cuando le permitan a su mente ser más flexible e intentar nuevas interpretaciones alternativas. Si en efecto existe la tendencia a construir un cúmulo de opiniones y juicios en ciertas circunstancias, siempre está allí en suspensión temporal, en espera de la siguiente ocasión. En otras palabras, las desviaciones psicológicas están asociadas con una mente inflexible con la que se debe lidiar en ejercicios activos y enfocados. Cuanto más dispuestos estén a hacer esto y pidan ayuda e inspiración para que su mente pueda ir más allá de los confines del constructo, más flexible se volverá.

Al transcurrir los años, aprenderán a hacer esto mejor y mejor. Alineen todo su ser —su ser físico, su ser emocional y su ser mental— con el centro divino a través de la capacidad de ser fluidos y flexibles en todos los niveles. Ese debería ser el lema del trabajo que empiezan en esta temporada.

Antes de dar fin a esta conferencia, quiero darles otro ejercicio en forma de meditación sobre la tríada del orgullo, el voluntarismo y el miedo. Vean la misma situación molesta desde el punto de vista del orgullo: ¿Cómo actúan desde el orgullo? Luego visualicen la misma situación enfocándose en lo que se sentiría renunciar al orgullo. ¿Cómo actúan desde el orgullo? Si la única alternativa parece ser la humillación, entonces empiecen a sondear otras posibilidades. Pidan la guía interior para experimentarse sin orgullo, pero sin humillación y con dignidad. Tienen que dar un paso volitivo real para poder verse de una manera nueva que reconcilie la dignidad y la humillación y deje fuera tanto el orgullo como la sumisión humillante. Si están listos para esa posibilidad, incluso antes de que puedan experimentarla, la vida divina la producirá desde dentro. Pero deben volverse receptivos a ella.

Luego hagan lo mismo con el voluntarismo. Imagínense en un estado nuevo de reacción en el que no son ni voluntariosos ni débiles y explotados; en el que se afirman pero pueden soltar y ceder. El equilibrio apropiado vendrá de su centro de maneras específicas para situaciones específicas. Pero la mente debe ser lo suficientemente flexible para permitir posibilidades nuevas. Y deben cultivar sus capacidades espirituales para que se puedan entregar a la guía interior.

Tengan el valor de atravesar la ansiedad que surge al principio cuando tratan de renunciar al orgullo y al voluntarismo. Luego, por último pero no menos importante, llegan al miedo. No es posible que el miedo se desvanezca antes de abandonar el orgullo y el voluntarismo, pues el miedo es producto de ambos, como lo saben por lo menos en teoría. También vean el miedo en términos de desconfianza del universo. Evidentemente creen que sólo su voluntarismo y su orgullo pueden protegerlos del peligro. Esto implica que el universo es indigno de confianza y que lo único que tienen como salvaguardia es esta débil protección: su orgullo y su voluntarismo. Cuestionen esta premisa y experimenten con alternativas nuevas. Ábranse para que la realidad divina los inunde. Tal vez ahora, tal vez más tarde, pero debe llegarles, y los penetrará con un estado de conciencia en el que no hay voluntarismo, orgullo ni miedo, y donde se trascienden sus conflicto, fuera y dentro.

Hagan un ejercicio de confianza en el que se abran a la posibilidad de que el universo les brinde lo que necesiten. Experimenten por el momento con este pensamiento: “¿Cómo sería si yo confiara en el universo, si en esta situación específica renunciara al miedo que proviene de mi desconfianza, y por lo tanto del orgullo y el voluntarismo?” Permitan que su centro los llene con un indicio de un estado en el que puedan reaccionar sin voluntarismo, orgullo y miedo.

Éstos son ejercicios preliminares, amigos míos, que harían bien en practicar para su mayor desarrollo.

Se envían amor y bendiciones a todos los que están aquí, con una fuerza tremenda que pueden utilizar. Permitan que ésta abra su ser interior para que entonces pueda fluir a su ser exterior. El universo es bueno y bello, y no hay nada que temer, ni fuera ni dentro, no importa lo que pueda parecer debido a sus distorsiones actuales. Permitan que el amor fluya a ustedes para que pueda salir de ustedes. Sean benditos. Estén en paz.

Dictada el 22 de septiembre de 1972.